Favenpa: en 2021 se ensamblaron apenas 8 camiones en el país

Las leves mejoras que los expertos pronostican en las cifras macroeconómicas para este 2022 en Venezuela no despiertan optimismo en el sector automotor. Con cifras en mano, Omar Bautista, presidente de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), señala que las medidas que han permitido la pérdida de 80% de la actividad en esa área, aun persisten.

Bautista explica que los fabricantes de autopartes cuentan con tres tipos de mercado, todos muy golpeados. Uno compuesto por los repuestos para el mantenimiento de los vehículos que circulan en el país, otro integrado por las autopartes destinadas a la exportación y el tercer mercado dirigido al suministro para los vehículos ensamblados en Venezuela.

Señala que el mercado de reposición es el que sostiene al sector, pero hay dos dificultades: la primera es la sobrevaluación de la moneda, que hace más económico el repuesto importado. “El año pasado la variación de la inflación fue el doble de la variación de la devaluación. Eso significa mayores costos para los productos nacionales”, argumenta.

El otro factor tiene que ver con las facilidades tributarias que se le da a las autopartes de otros países: “Está vigente un decreto que exonera del pago de importación y del IVA a los repuestos importados, lo que crea una competencia desleal con el repuesto nacional que está obligado a pagar impuesto”. Indica que la suma de estos elementos impide que ese sector industrial se recupere.

De los otros dos mercados, el que funciona mejor es el de la exportación. Detalla que los repuestos nacionales son demandados en Colombia, EEUU, Brasil, Argentina, España e Italia. El año pasado se registró un incremento de 100% en las exportaciones del sector y se efectuaron transacciones por 7 millones en dólares, contra 3,5 millones en 2020. Pero esta realidad tampoco es como para festejarla con fuegos artificiales. “Hace 15 años registramos exportaciones por el orden de los 260 millones de dólares”, acotó.

El tercer mercado es el del ensamblaje, que ha desaparecido por completo. Hace 10 años era el más importante y representaba 42% de las ventas totales. En 2021 se ensamblaron apenas 8 camiones en el país, mientras en el pasado Venezuela llegó a ensamblar hasta 100.000 unidades en un año.

El caso de las motocicletas es similar. El presidente de Favenpa explica que hubo momentos cuando 2 o 3 ensambladoras en el país llegaron a producir hasta 1.000 motos diarias: “El año pasado empezaron a reactivarse algunas plantas, pero ahorita producen como 5.000 motos mensuales”.

Lo peor de todo es que -según comenta- ni el Gobierno ha dado muestras de cambiar las medidas que benefician al repuesto importado, ni las ensambladoras tienen planes de arrancar este año.

Bautista asegura que los representantes de las ensambladoras le han explicado que requieren de importantes inversiones para renovar los modelos y poder ensamblar, pero ellos temen que no puedan recuperar ese monto porque la cantidad de vehículos que se vende al año es muy pequeña.

Dice que anualmente tan solo ingresan al parque automotor 5.000 vehículos. Como consecuencia, el mismo está muy envejecido: tiene en promedio 22 años de uso, asegura y apunta que “esto es grave porque en Venezuela todo circula sobre ruedas” y hoy en día hay muchos camiones y transporte pesado que requieren renovación.

Los representantes del sector autopartes se han reunido con autoridades gubernamentales para buscar salidas y tratar de convencer de la necesidad de eliminar la exoneración tributaria a los repuestos importados. A finales del año pasado sostuvieron un encuentro con el presidente de Fedeindustria y vicepresidente de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional (AN), Orlando Camacho, con el objetivo de crear mesas técnicas de trabajo, para tratar la progresiva sustitución de importaciones de piezas por productos “Hecho en Venezuela”.

Bautista comenta que las autoridades dicen “que van a analizar el caso, que van a generar cambios, pero no lo han hecho. Nos nos dicen cuáles van a ser los cambios”.

“Esta realidad impacta al empleo, que es productivo, bien calificado y bien remunerado. Ellos –las autoridades- creen que va haber desabastecimiento si se elimina el decreto de exoneración, lo que no compartimos, porque nunca hubo un decreto de ese tipo y siempre hubo un flujo de importaciones normal. Nosotros planteamos que hay una competencia desleal”.

Mientras la crisis económica frena la demanda de autos nuevos, los dueños de vehículos –al igual que en La Habana- hacen magia para mantener sus vetustas unidades y los fabricantes de repuestos solicitan prioridad para la producción nacional.