1. Salsas y aderezos cremosos
Es el crimen perfecto (para dañar tu ensalada). De hecho, es lo peor que puedes elegir. Se sabe que una ensalada sin aderezo es como una pizza sin queso, pero debes tener cuidado y tratar de controlar la mano cuando adereces tu ensalada. Dos cucharadas de aderezo de salsa ranchera, por ejemplo, contienen el equivalente a 140 calorías y 130 de ellas son grasa pura.
2. Quesos
Tranquilo amigo, tómalo con calma… Parmesano, de cabra, mozzarella, azul, la mayoría son una tentación pero ¡pendiente con la cantidad! Media taza de queso puede llegar a 250 calorías por sí sólo. Intenta elegir quesos como feta, requesón, ricotta o cottage que son menos calóricos.
3. Lechuga “iceberg” o americana
“Es crujiente en cada bocado, fresca y nutritiva, ¿qué puede salir mal?”… Si la eliges como la base de tu ensalada, puede que no sea tan positivo. Lamentamos informarte que este tipo de lechuga, además de tener pocos nutrientes, es alta en calorías comparada con la lechuga romana o la espinaca, por ejemplo. Lo ideal es que consumas hortalizas de hojas más oscuras, que son bajas en calorías y, por tanto, mucho más saludables.
4. Tocineta, panceta o tocino
Ten en mente que es una carne procesada y, por tanto, alta en sodio y grasa.
5. Croutons
La forma más fácil de arruinar tu ensalada. Son ricos y le agregan textura a la ensalada pero están llenos de calorías “refinadas”, sal y azúcar. Están elaborado con pan blanco procesado que los convierte en carbohidratos vacíos. Seis piezas pueden contener 30 calorías. Es preferible agregar chips de batata caseros.
6. Nueces
Son grasas saludables, tienen proteínas y se pueden agregar a cualquier ensalada hasta que utilizas las que son previamente salteadas con grasas insalubres y altas en sodio. Cuidado, cuando haces esto, porque arruinas un buen alimento. Procura consumirlas naturales.
7. Pollo empanizado
¿Pollo? no hay nada de malo en agregar proteína a tu ensalada pero aléjate de toda fritura. Contiene calorías innecesarias y, si no le prestas atención a este hecho, convertirás tu ensalada en una manzana envenenada, te lo advertimos.
8. Frutas secas o deshidratadas
Azúcar, azúcar y más azúcar eso es lo que significan. Agregar fibra y textura es rico y puede ser divertido, pero la cantidad de azúcar no vale la pena. En este caso proponemos dos opciones: consúmelas en pocas cantidades o simplemente evítalas. Usar fruta fresca es mucho mejor, además de evitar el consumo excesivo de azúcares, le proporcionas a tu cuerpo vitaminas, minerales y antioxidantes.