En el mercado

Botalón hace café desde la semilla y hasta la taza

Una familia larense de cultivadores de café muy tradicional fundó hace 15 años una comercializadora, luego una torrefactora y en enero presentó al público sus 2 marcas: San Salvador y Flor de Aragua. Desde el año pasado exportan granos de café

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Alimentos Botalón sabe lo que es café porque evolucionó igual que él: desde la semilla y hasta la taza.

Iniciativa de una familia de agricultores de Sanare, Estado Lara, que hace 15 años decidieron convertirse primero en compradores de grano verde, como una forma de defender los precios del café, y luego en torrefactores, Alimentos Botalón está ofreciendo al consumidir, desde enero de este año, dos marcas de café gourmet seleccionado minuciosamente: San Salvador y Flor de Arauca.

Botalón es una de las marcas participantes en el evento Caracas Quiere Café, que se realiza hasta el domingo en el hotel Eurobuilding de Chuao. Su stand es de los más llamativos, pues está hecho de franjas de madera clara, con un estilo muy campestre.

Según explican Ricardo Hernández e Indira Sotillo, quienes lideran las áreas de producción y Mercadeo respectivamente en Alimento Botalón, ambas marcas ofrecen características diferentes por lo que están dirigidas a públicos distintos. San Salvador es de mayor carácter, con un perfil de tostado más fuerte que el de Flor de Arauca, que resulta más sutil. Ambos son muy aromáticos y con gusto persistente en boca, con sabores equilibrados.

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El café que utilizan proviene de 15 regiones cafetaleras de Venezuela, desde Caripe y hasta el sur de Mérida, que se adquiere a través de 14 puntos de Procafé Lara (la empresa que fundaron para defender los precios de su café). Así, ambas marcas son el resultado de un seleccionado blend de granos arábica de distintos orígenes, siempre venezolanos, sometidos a un cuidado proceso de tostado y guarda.

“Los paquetes son aluminizados, especiales para proteger las características organolépticas del café. Si un consumidor quiere que su café preserve su aroma y sabor, debe dejarlo en el empaque, cerrar este con un gancho, pues sirve hasta un gancho de ropa, y guardarlo en la nevera”, explica Indira Sotillo.

Resistencia, resiliencia y evolución

El café ha decidido salir adelante y con el esfuerzo engranado de todos los sectores involucrados lo está logrando.

Según contó Ricardo Hernández, hace unos años el gobierno realizó grandes importaciones de diversos productos incluyendo café. Esto provocó que el precio del grano nacional disminuyera y los cultivadores perdieran interés en mantener la calidad. La situación ahora es distinta.

“El año pasado realizamos una importante exportación de café verde, 90 mil sacos de 60 kilos cada uno, a Estados Unidos. Esto ha ocasionado que los productores observen que ahora vale la pena. Estamos seguros que para la próxima cosecha, la calidad mejorará sustancialmente”, dice Ricardo Hernández.

La exportación a Estados Unidos se realizó de manera poco común a como usualmente se realiza en ese rubro. Procafé Lara no vendió la semilla en puerto venezolano sino que la llevó a puerto americano, lo guardó en una bodega arrendada por ellos y comenzó a buscar compradores. Fue un éxito. Ya tiene torrefactores y brokers en espera del próximo lote.

Afirma Hernández que esperan, además, poder vender muchos más kilos de café a otros países. “Tenemos una licencia de exportación de 400 mil kilos y esperamos poder cumplirla o, al menos, llegar bastante cerca de esa meta”, expresó Hernández.

El café de calidad tiene buenos aliados dispuestos a hacer de todo para llevarlo al sitial de importancia que merece.

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