Curiosidades

Benedictinos, ¡por favor!

Pocos lo saben, pero el 16 de abril se celebra el día de los huevos benedictinos, y en su nombre recordaremos de dónde proviene la receta de este plato que nos engaña con su sencillez pero que confunde a todos en la preparaciónGeneralmente son preparados con dos mitades de un muffin , con pastrami o jamón cocido, huevos pochados y la delicada y complicada, salsa holandesa.

Fotografía I Isabelle Hurbain-Palatin. Flickr
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El origen de este plato tiene muchas versiones, una de ellas otorga el crédito al restaurante Delmonico’s, abierto en 1860. Se dice que fue el primer restaurante en los Estados Unidos, y un día Legrand Benedict, quien fuese un cliente regular de aquel lugar, sin encontrar nada interesante y con ansias de probar algo nuevo, decidió hablar con el chef de aquel entonces, llamado Charles Ranhofer, para que le preparara algo distinto y delicioso.
Finalmente el chef lo sorprendió con una receta a la que el mismo se refería como huevos a la benedick, los que se preparaban con tostadas de muffin cortadas a la mitad, jamón cocido, y los huevos hervidos (pochados) en cada mitad, cubiertos con salsa holandesa
Otra versión asegura que fue el banquero Commodore Benedict quien murió en 1920, y el creador de la receta, según el crítico y periodista gastronómico Craig Claiborne, en una columna para The New York Times Magazine, quien explica que en el año 1967 recibió una carta de parte de Edward P. Montgomery quien le concedió tal historia de la procedencia de los dichosos huevos.
La version más popular
Finalmente, la historia más conocida es la de un socialité llamado Lemuel Benedict, que, al tener resaca hizo popular la receta de los huevos ya que le animaban y repotenciaban después de su hangover o resaca en criollo.
Según Farha Ternikar, en su libro Brunch: a history, menciona que el socialité al llegar al restaurante del Hotel Waldorf, con cierta confusión provocada por su malestar, pidió al mesonero que le agregara a los huevos con tostadas, una probada de salsa holandesa. Después de que el encargado y el cocinero lo probaran decidieron incorporarlo al menú como plato para el desayuno, y el que, más tarde se convertiría en el preferido para la esperada hora del brunch.

 
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