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Budare de oro: reconocimientos a la memoria culinaria

El premio Budare de Oro, fue creado por KanoboSur con el fin de reconocer nuestra memoria culinaria de cocineras y cocineros populares de las distintos países de América Latina y reconocer el tiempo que lleven trabajando en los fogones hogareños o comerciales y manejando técnicas e ingredientes locales

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Cada año, la Fundación KanoboSur realiza una investigación sobre las cocineras y cocineros de las regiones de América Latina y los trabajos que desarrollan en sus localidades y este miércoles 27 de mayo se premiaran a los ganadores del 2014.
Al hacer honor a quienes realizan un esfuerzo por salvaguardar los sabores nacionales, se garantiza la perpetuidad de esos saberes y sabores en el tiempo, lo que deviene en la preservación de la gastronomía como parte de la cultura.
Para la primera edición de este premio celebrada en 2012, se otorgó el galardón en la mención Memoria Culinaria a Juana Antonia Díaz por la preservación culinaria del Pueblo de Cata y a Gamal El Fakih la Mención Especial a la Investigación y Divulgación de la Cocina Popular, por la publicación del libro Las Recetas Olvidadas de los Andes Venezolanos.
Posteriormente, en el 2013, se premió a Cosmelina Sucre, cocinera popular de la tradición culinaria de la Península de Paria del Estado Sucre y la Mención especial a Zoraida Barrios, conocida como Mamazory, cocinera venezolana, directora del Instituto de Estudios Culinarios Laurus, ubicado en Valencia, Carabobo.
Con el Budare de Orose  se busca honrar el legado de la gastronomía popular y regional desde su forma. Por eso, la pieza elaborada en bronce es la representación del budare venezolano, que alude al símbolo culinario más antiguo de América Latina, el Budare o Comal, donde las comunidades indígenas, desde la época precolombina, cocinaban el casabe y las tortillas de maíz.
La imagen en el centro del Budare se atribuye a una figurina antropomorfa femenina con gorro, pieza de patrimonio del estado Aragua. La cual hoy día esta resguardada en la bóveda del Museo de Antropología e Historia, en la ciudad de Maracay. Los símbolos geométricos que rodean a la figurina son de las urnas funerarias de la cultura de los indígenas que habitaban el valle de Tacarigua.

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