Geografía del paladar

El budare

Voz de origen taíno, está relacionada con las palabras buran y burén. La forma en que la usamos actualmente es utilizada desde el siglo XVIII. Se trata de una plancha circular de barro o de hierro que se usa para cocer alimentos, fundamentalmente la arepa y el casabe

Foto: Patrick Dolande
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En Oriente se utiliza la palabra aripo, de origen cumanagoto. Galeoto Cey, en el siglo XVI, en su libro Viaje y descripción de las Indias, comparte el siguiente texto: “Una vez exprimida la ralladura de la yuca, la sacan de estos recipientes o sebucanes, que queda como aserrín, y sobre el fuego tienen torteras de tierra, grandes como una rodela, que en las Indias llaman aripos o burenes”. Aquí el autor describe el budare y destaca cómo lo llaman, manteniéndose hoy la palabra aripo.

Vale acotar que también en Oriente, en algunos lugares, tuestan el café en budares y lo espolvorean con papelón raspado, lo que da un café muy sabroso y espeso.

José Gumilla, en su libro El Orinoco ilustrado, escribe: “Amontonado el aserrín de la yuca veinticuatro horas, toma punto como la masa de trigo, y entonces, en unos ladrillos delgados y anchos, que llaman budare, debajo de los cuales arde el fuego, van tendiendo aquella masa hecha torta”.

Gumilla ya nos trae el término “budare”, que es, hoy por hoy, el más utilizado en todo el país. La modernidad nos trajo algunos aparatos eléctricos para la cocción de las arepas, pero su calidad y sabor dejan mucho que desear, por lo que muchas familias, después de un tiempo de uso de estos artilugios, regresan al noble budare, de donde salen las arepas con una calidad y un sabor magníficos.

Estos artefactos pueden ser de hierro o de barro y en México su nombre es “comal”, donde cuecen las muy sabrosas tortillas mexicanas.
Don Armando Scannone en su libro Mi cocina tiene al budare.

¡Larga vida al budare!

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