Hacemos país

Chupes con corazón venezolano reconfortan a médicos españoles

La venezolana Johanna Muller Klingspor se sumó a la iniciativa Food 4 heroes, que lleva comida reconfortante al personal de las salas de emergencia de Madrid. Con chupes de pollo hechos en los restaurantes El Velásquez 17 y Murillo Café llegaron al hospital Nuestra Señora del Rosario y a la Clínica La Zarzuela

chupes
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En los restaurantes madrileños Murillo Café y El Velásquez 17, los viernes son de chupes al estilo venezolano. Esas aromáticas sopas de pollo con maíz, crema de leche, cuadritos de zanahoria, cilantro y trocitos de queso que se derriten ligeramente en el calor del caldo, es de las favoritas de los comensales.

Los chupes son una representación genuina del confort food. Ahora llegan con todo su poder reconfortante a los atareadísimos médicos de las salas de emergencia españolas, a través de Food 4 heroes, iniciativa europea para acompañar al menos un poco, a través de la comida, a los médicos que trabajan largas horas para atender los casos de coronavirus en Madrid.

La venezolana Johanna Müller Klingspor y sus socios Eliza y Maite Arcaya y Guillermo Teixeira, de El Velásquez 17, Murillo Café y Coolinaria Catering, se sumaron a esta solidaria iniciativa y activaron las cocinas de ambos restaurantes para preparar comidas para el personal médico de las salas de urgencia.

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Foto: Cortesía de Johanna Muller-Klingspor

Es la organización Food 4 heroes la que organiza la cantidad de raciones de comida, el horario y su destino. Esta semana, han estado presentes en las salas de emergencia del hospital Nuestra Señora del Rosario y en la Clínica La Zarzuela.

food 4 heroes
Foto: Cortesía de Johanna Muller-Klingspor

Johanna cuenta con el apoyo incondicional de los chefs Javier Jimeno y Alan Núñez, de El Velásquez 17 y Café Murillo, respectivamente, quienes preparan con ella los chupes y cualquier otra comida que se realice para el personal sanitario de Madrid.

Solidaridad ante todo

La crisis del Covid-19 llegó avasallante a España. Cuenta Johanna que, como restauradora, ha tenido que adaptarse velozmente a situaciones que nadie podía imaginar días atrás.

España está viviendo una semana pico en su batalla contra el coronavirus. El 2 de abril registraron 950 muertos en solo 24 horas. En total, suman más de 10 mil personas fallecidas. Madrid es el epicentro de este drama, por lo que los médicos de las salas de emergencia están exigidos al extremo y en más riesgo que cualquier otra persona.

«Ha sido bastante duro. Día a día cambiábamos nuestra forma de trabajar, según la situación. Primero, ofrecimos comida gratis a los niños que vinieran con alguien al restaurante porque les suspendieron las clases. Pero, enseguida, debimos cerrar y hacer solo delivery. Luego llegó el cierre inminente y debimos reducir la nómina en 25% y aplicar el ERTE al resto, es decir, mantenerlos en nómina pero con salario reducido, hasta que regresemos al trabajo», cuenta Johanna.

Aún así, hay corazón para la solidaridad. El cariño y el agradecimiento a los médicos, enfermeras, asistentes y camilleros de los hospitales, esta vez se mostró en forma de chupes con corazón venezolano.

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