Cubicakes: gusto elevado al cubo

08 de junio, 2016 01:15 am

Fotografía: Shakira di Marzo

Entre gustos y colores, no han escrito los autores. Ese es lema de Ana Valentina Seijas, una chica de 22 años que hasta ahora, lo que más disfruta es hacer postres de muchos sabores, aunque de una sola estructura geométrica; la cúbica. Gusto al Cubo, es la marca que nace de esa “obsesión” por el cubo y lo mejor de todo, es que todos sus productos son veganos y sin azúcar refinada

De la crisis nacen buenos planteamientos, o al menos así parece, ya que de un tiempo para acá hemos sido testigos de un fenómeno comercial vegano, milk free, sugar free y gluten free y, aunque los productos de Ana contienen harina de trigo, en un futuro no muy lejano existe la posibilidad de que comience a transformar su receta para así satisfacer a todos los que deseen un buen dulce, pero con las cuatro etiquetas mencionadas.

Los productos estrella de la joven cocinera son los Cubicakes: unos pequeños cubos de poundcakes surtidos de sabores como el choco-coco, choco-naranja, parchita- cambur y el clásico, que es con vainilla. En estas cuatro presentaciones viaja el sabor en una caja cúbica por supuesto. Ana dice que sus futuros productos serán todos en forma de cubo y que le encantaría tener una mermelada en un envase al cubo, galletas, sándwiches y cualquier otra comida que pueda figurar al punto en que sea de esta forma.

Todo debería ser cúbico y seguir la misma línea del concepto de cubo porque yo soy una aficionada por los cubos.

Todo comenzó en un viaje que hizo a Nueva York, justo después de estudiar cocina en el Instituto Culinario de Caracas. Dice que en un paseo por la gran ciudad, fue en la búsqueda de juguetes para la cocina y entró a una tienda que le llamó la atención inmediatamente. Al entrar, descubrió unos moldes en forma de cubos que brilló en sus ojos. Presto, compró aquel molde, que hoy sería su más fiel compañero de negocios, o mejor dicho, su medio de producción esencial.

Vi el molde de los cubitos y me dije -voy a comprar uno para tenerlos en mi casa porque son súper lindos- y de pronto caí en cuenta de que nadie en Caracas tenía estos moldes, o al menos no una marca, y cuando llegué para acá fue todo un éxito. Luego compré más moldes y todos los equipos para hacerlo en otro nivel

Antes de convertirse en la embajadora de los poliedros de seis caras, Ana era estudiante de arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, por lo que su empeño con esta figura era de entender. Sin embargo, no pudo terminar la carrera por temas políticos y económicos que resultaron en paros académicos intermitentes y acentuados; para nadie es un secreto que la prestigiosa casa que vence la sombras, ha sido vencida en muchos ámbitos por la desidia. Pasó mucho tiempo en aquella situación que de alguna forma la colocó en un capitulo nuevo de su vida, en el que aceptó que su verdadera pasión, era la cocina, incluso si su familia no estaba de acuerdo:

Al principio no decidí escoger la carrera de la cocina como una profesión por el mismo hecho de que no es una licenciatura, y bueno me daba miedo lo que podía pensar mi abuelo y mis papás de que no iba a estudiar una carrera. Pero después fue así como que no mira, esto es lo que yo quiero.

Hoy día, hasta obtiene ayuda de su padre, quien la asiste en la parte financiera e incluso le presta el horno que en su casa no tiene, por lo que Gusto al Cubo nace de una gran sinceridad hacia el espíritu individual, pero con muchas ganas de generar bienestar y aunque es un proyecto petit, tiene la intención de que todos prueben sus cubicakes, ya que para ella, lo más importante es que cualquier persona pueda probar sus dulces, desde un vegano hasta un carnívoro empedernido, porque que la idea es integrar a más personas, en vez de excluirlas. Aunque Ana no es vegana, sí intenta practicar este estilo de vida alimenticia y por eso evita al máximo los huevos, los lácteos, las carnes rojas y además no consume cerdo desde que tiene cuatro años. Pero más allá de todo eso, le parece fascinante la magia de los ingredientes veganos:

Me parece muy interesante el concepto de la dulcería vegana porque con esos ingredientes tienes que sustituir, y en vez de leche, es cambur y así… toda esa parte científica me parece increíble porque siempre hay maneras de ingeniártelas para que resulte igual o mucho más rico.

Actualmente, Ana se encuentra en un momento muy fructífero de su vida y tiene planeado realizar pronto sus postres gluten free. Están en proceso de laboratorio, y experimenta con harinas de arroz, de coco, de yuca, entre otras que tengan esa textura que hace falta para lograr la consistencia y el cuerpo necesario para sus cubicakes y comparte, que le encantaría ampliar su gama de sabores, además de otros sueños disimulados que le aceleran el corazón:

Me encantaría tener un local propio y hornearlo todo ahí, así como un pequeño bakery café donde pueda tener además de mis cubicakes, las mermeladas, los sándwiches… Es decir, que no tenga que ser solo dulce y así también tengas la oportunidad de almorzar y que todo sea cuadrado tipo un sándwich de cubito. Quiero que todo que sea cúbico.

Y la idea de mantener el concepto vegano para satisfacer a todos es un pensamiento imperativo para Ana, quien dice que en el mundo en el que se mueve conoce mucha gente que es vegana y que no consigue productos que sean de su agrado, bien sea porque no hay ni productos ricos salados y mucho menos un buen dulce vegano. La joven repostera por su parte, rompe con esa percepción de los dulces veganos.

Además, sus productos no solo prometen un gran sabor y textura perfecta para cualquier ocasión, también garantizan solidaridad y consciencia, ya que para Ana, todos los productos tienen un valor emocional y de cambio, que al ser corrompidos pierden el mérito. Con esto la joven afirma que para lograrlo, intenta en la mayor medida posible, que no provengan del negocio de los revendedores de productos regulados:

Me rehuso a comprar algo bachaqueado y va en contra de todo lo que estoy intentando hacer. Yo quiero que la gente tenga un momento feliz un momento cubicake, algo que es agradable, que es positivo, y pasar por un proceso que no está siendo beneficioso para la situación del país no me parece.

Para trascender estos problemas, Ana persiste en formalizar y crear nuevas configuraciones en sus productos, dice que le enamoran todas las cremas dulces y todo lo que tenga que estar on top de sus cubicakes. Y por esta fascinación, está realizando pruebas de merengues, butter cream y cualquier producto que sea de origen vegetal, todo con el propósito de diversificar sus postres y agitar la parte visual que es tan importante en esta parte de la cocina:

Estos postres son perfectos para los niños, ya que no contienen azúcar y la parte decorativa, la parte expresiva es muy importante. Es por eso que estoy haciendo pruebas también con rellenos y hasta tortas gigantes en forma de cubo -obviamente- jaja.

Coordenadas Gusto al Cubo