Vida sana

Cuidado con los monstruos de la alimentación

Especialistas en el área de la salud afirman que muchas enfermedades son generadas por una nutrición deficiente a lo largo de la vida. Las medicinas están en los propios alimentos que se extraen de la naturaleza pero al parecer los beneficios del mercado pueden más que el bienestar de la población y por eso, cada día hay más opciones de productos procesados, artificiales, cargados de azúcar y grasas que destruyen las moléculas y poco a poco acaban con el funcionamiento correcto del cuerpo

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composición gráfica: Mercedes Rojas
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La medicina regenerativa busca el origen de la enfermedad. El problema desde las células y para combatirlo deja a un lado el cóctel de las pastillas y se centra en una dieta pensada en solucionar o mejorar el problema desde la raíz.
La recomendación que dan los especialistas dedicados a esta rama es cuidarse desde jóvenes y enseñarle a los niños a comer rico pero sano y alejado de los monstruos. ¡Sí, monstruos! Así le llaman a cierto grupo de alimentos o ingredientes que se convierten en veneno para el cuerpo.
Los cinco monstruos de la alimentación:
Lácteos y sus derivados:
Hay que decirle adiós o por lo menos reducir poco a poco la ingesta de leche, quesos, yogur, mantequilla, helados, cremas de leche. Se puede reemplazar por cualquier leche de semillas ya sea de avena, almendras, alpiste o linaza.
Café:
El grano en sí no es perjudicial, el problema está en el momento en el que se procesa y el grano se convierte en polvo listo para colar. Los aditivos que se involucran en esta transformación generan modificaciones en el pH del consumidor. Lo ideal es sustituirlo por un té verde y así despertar al estómago con una bebida caliente pero natural y cargada de beneficios.
Harinas de trigo:
Aunque parezca complicado eliminarlas de nuestra dieta, si es posible. Una opción económica, saludable y perfecta para reemplazar es la harina de avena. Con el trigo ocurre lo mismo que con el grano del café, al procesarlo se le añaden químicos y preservativos que lo convierten en un ingrediente dañino. Al tachar este elemento de la dieta hay que olvidarse del pan, las arepas y todo lo que en su preparación lo incluya.
Tostados y quemados:
Se sabe que las grasas se acumulan en las paredes de las arterias bloqueando el flujo sanguíneo. Lo mismo ocurre con los trozos de alimentos que se tuestan y que a veces hasta se pasan de cocción creando una capa quemada sobre el alimento y que aunque sea masticado no se tritura al 100% y se convierte en un posible obstáculo en los conductos del cuerpo.
El azúcar refinada e incluso los edulcorantes son veneno.
El cuerpo crea sus reservas de energía a través del azúcar pero no es necesario obtenerla a través de un postre. Esto se puede conseguir en una papa, vegetales o frijoles. Si a media tarde lo que te provoca es una merienda, recuerda que las frutas son la mejor fuente de azúcar natural, los frutos secos aportan grasas buenas y que siempre hay recetas saludables para preparar en casa.

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