Técnicas de cocina

Día Mundial de la Alimentación: aprovecha al máximo tus alimentos

Sabemos que para los venezolanos, un día como este, no es precisamente momento de celebración sino un recuerdo de los retos que ha diario enfrentan millones de personas para poder alimentarse de manera adecuada. Más allá de relatar experiencias desagradables que todos conocemos, en Bienmesabe queremos aprovechar la fecha para compartir los tips de Save the food y ayudarte a aprovechar al máximo los alimentos que cada día cuesta más obtener ¡Ánimo!

PORTADA: Shakira Di Marzo
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La iniciativa Save the food se creó en Estados Unidos como una manera de luchar contra el desperdicio de alimentos, que en ese país asciende hasta 40% de los productos  que se compran y representa un promedio de 300 libras (136 kilos) de comida desechada por persona. Para alzar la voz con soluciones, el Consejo de defensa de recursos naturales, (NRDC por sus siglas en inglés) desarrolla alternativas fáciles a través de la página web savethefood.com para enseñarnos que todo lo que necesitamos está en nuestra nevera.

Veamos:

Carrito lleno no significa barriga ni bolsillo contento

Planificarnos a la hora de hacer mercado es una buena opción para evitar que compremos alimentos que, probablemente, después no sepamos qué hacer con ellos. Si hacemos una lista antes de ir al supermercado, evitamos comprar comida que no necesitamos. Además, es una forma de ahorrar dinero y no ser impulsivos.

De igual forma, un “carrito” lleno no significa mejores compras. Utilizar cestas o bolsas nos ayuda a adquirir solo lo necesario y a poder ver lo que adquirimos.

Cuando vayas a comprar nueces y especias por peso no tengas miedo de comprar solo lo que necesites. Si no sabes calcular por cantidad hazlo “ al ojo porciento” ¡Tú sabes cuánto comes realmente!

almendras

Comprar alimentos perecederos o congelados también son una buena opción. Si los mantienes a una temperatura adecuada pueden durar mucho tiempo.

Una forma de ayudar a que los supermercados generen menos desperdicios es por medio de la compra de aquellas frutas y vegetales que “estéticamente” no son perfectos. Por ejemplo, las frutas maduras pueden ser utilizadas para hacer postres o mermeladas.

También, puedes agarrar los últimos productos de los estantes, aquellos que están bien atrás. Normalmente los supermercados no los cambian para dar la sensación de “abundancia” pero cuando se dañan los botan.

Fecha de vencimiento ¿está malo o simplemente vencido?

Muchas veces leemos la fecha de vencimiento de un producto y, si está pasada, lo botamos inmediatamente. Esto se evidencia en un estudio realizado, cuyos resultados arrojaron que 90% de las personas desechan los alimentos mucho antes de que estén malos.

Primero, es importante diferenciar entre contaminación y deterioro. La mayoría de los microbios que estropean los alimentos son inofensivos para los seres humanos. De hecho, algunos alimentos y bebidas como el yogur, el queso y el vino, se elaboran utilizando el deterioro controlado.

Por su parte, la contaminación se origina por un microbio que puede hacernos daño, enfermarnos. Esto ocurre por la mala manipulación no por el almacenamiento.

Cuando la etiqueta dice “consumir antes de” se refiere a la calidad del producto y no a la “seguridad alimenticia” del mismo. Sin embargo, si el producto está abierto, esta fecha si se debe tomar en cuenta.

Además, la temperatura de almacenamiento es un factor muy importante. Por ejemplo, si compramos un litro de leche y se deja todo el día en un carro con calor y sol, al llegar a la casa seguramente va a esta malo sin importar cuál era su fecha de vencimiento.

Utiliza etiquetas para organizar lo que congelas. En ella puedes colocar datos importantes como la fecha de cuando lo preparaste.

Por último, tienes que descongelar de forma apropiada para que no dañes los alimentos en el intento ni se genere contaminación cruzada. Llévalos a la nevara la noche anterior o colócalos en agua fría. Expertos no recomiendan hacerlo con agua caliente.

Un, dos, tres ¡a revivir y reciclar los alimentos!

Todo tiene solución y siempre hay espacio para cada cosa. Si te quedó un poco salado, se te quemó un poquito, no te gustó o la lechuga tiene una hojita fea ¡no lo botes!

Para las verduras o vegetales marchitos intenta bañarlos en agua helada de cinco a 10 minutos. Esta técnica puede funcionar para zanahorias, lechuga y brócoli. Si de igual forma no te gustan como se ven, utilízalos para platos cocidos en vez de crudos.

DATO-SAVED-THE-FOODPon a tostar el pan que se puso un poco duro, así como las papitas o chips que quedaron en el fondo de la bolsa. El toque del horno les da la contextura que tenían en un principio.

Por su parte, si algo te quedó muy salado dilúyelo con agua o agrega un poco de jugo de limón, azúcar o vinagre. Si hablamos de una sopa puedes colocar una papa pelada, ella absorberá la sal y, posteriormente, la puedes utilizar para otro plato ¡no la desperdicies!

Si el caso es que quemaste algo, trata de recuperar la parte que todavía está bien cocida. Para eliminar el sabor a quemado, pasa la comida a una olla nueva y cúbrela con un paño húmedo durante 10 minutos. Y si no se te quemó sino que lo cocinaste de más, conviértelo en una sopa o un puré (si se trata de vegetales).

En resumen: 7 consejos generales para aprovechar mejor tus alimentos:

1- Planea tus comidas, organízate y decide lo que es mejor para ti y lo más práctico
2- Antes de cocinar ve lo que tienes en la nevera y en el refrigerador. Empieza a preparar platos con lo que tienes antes de ir al mercado ¡la creatividad puede ayudar!
3- Visualiza y calcula las porciones antes de cocinar
4- Compra ingredientes o productos que puedas utilizar para varios platos. Si compras tortillas para hacer tacos, también puedes preparar pizza
5- Dedica un día para ir de compras y otro para cocinar todos los almuerzos de la semana
6- Utiliza los alimentos que se dañen más rápido y que te gusten comerlos más frescos para el inicio de la semana
7- ¡Congela!

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