Vida sana

Día Mundial de la Diabetes nos recuerda un estilo de vida saludable

En la actualidad, más de 400 millones de personas viven con diabetes y otros 316 millones tienen riesgo de desarrollarla. Para el año 2035, se estima que 592 millones de personas padezcan la enfermedad

Por: Verónica Sarría
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No cabe duda de que estas cifras reiteran la importancia de educarse sobre la enfermedad y la necesidad  de tomar las medidas que se requieran para poder prevenirla. Ahora bien, todos hemos oído hablar de la diabetes, pero ¿qué es realmente, cuáles son sus síntomas y sus posibles complicaciones?

La “Diabetes Mellitus” es una enfermedad crónica que se manifiesta por medio de la presencia de altos niveles de glucosa en la sangre, ya sea por un trastorno autoinmunitario donde se produce poca o ninguna insulina (Diabetes Tipo I) o por una resistencia a la insulina, donde el organismo puede producir insulina pero no lo suficiente o de manera adecuada (Diabetes Tipo II).

Entre los principales síntomas de la afección se encuentran: sed o hambre inusual, pérdida inusual de peso, fatiga e irritabilidad extremas, visión borrosa, hormigueo en las manos o los pies así como infecciones recurrentes de la piel, encías o vejiga.

La diabetes puede traer consecuencias graves como producir un infarto cardíaco, amputación de los miembros, insuficiencia renal y ceguera. Si bien es cierto que existe un factor hereditario importante para padecer la Diabetes Tipo I como la Diabetes Tipo II, es importante resaltar que el estilo de vida también juega un papel crucial en la aparición de la enfermedad como en la calidad de vida que se mantenga con esta condición.

Día Mundial de la Diabetes

El Día Mundial de la Diabetes se celebra el 14 de noviembre, desde el año 2006, con el fin de educar y crear conciencia sobre esta enfermedad. Cada año se dedica a un tema en particular referente a esta condición.

Según cifras de la Federación Internacional de Diabetes, el 70% de los casos de Diabetes Tipo II se pueden preveer gracias a una alimentación balanceada y a la práctica de alguna actividad física. Asimismo, las complicaciones serias asociadas con esta enfermedad se pueden evitar adoptando un estilo de vida saludable.

Surge la incógnita: ¿por qué si sabemos esto, siguen existiendo alrededor de 1.600 millones de adultos con sobrepeso y alrededor de 400 millones con obesidad en el mundo? Se pudiera atribuir a diversos factores sociales, culturales y económicos, tales como el sedentarismo, el alto costo de alimentos como frutas y vegetales versus la gran accesibilidad a la comida chatarra, entre otros. Sin embargo, el factor determinante es la psicología detrás de la enfermedad a tres niveles: cognitivo, afectivo y conductual.

El nivel cognitivo se refiere a lo que pensamos acerca de nuestra salud física y la enfermedad en caso de padecerla. Preguntas tales como: ¿cómo creo que evolucionará la enfermedad?, ¿cuáles son sus consecuencias más graves? ¿me pasará eso a mi?

A nivel afectivo, ante el diagnóstico de la enfermedad pueden surgir reacciones emocionales diversas como ansiedad, miedo, rabia, depresión, culpa y vergüenza. Estas emociones pueden aparecer en diferentes momentos del proceso y pueden ser reacciones normales o convertirse en un trauma para la persona, lo que contribuirá a no poder afrontar eficientemente la enfermedad.

El nivel conductual se refiere a las acciones concretas que la persona tome para su proceso de salud o enfermedad. Éstas incluyen el cambio de hábitos alimenticios, tener una rutina de ejercicios, atención con el cuidado personal, etc.
Estos tres aspectos psicológicos, estrechamente interrelacionados, son clave para para la prevención de las complicaciones de la diabetes como para la prevención de la Diabetes Tipo II, ya que lo que creamos y sintamos en relación a esta enfermedad se reflejará en acciones concretas que actúen en favor o en detrimento de nuestra salud.
“La calidad de vida requiere proporcionar más vida a los años, no solamente más años a la vida ” (OMS, 2000).

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