Vida sana

Donar sangre, regalar vida y mejorar la salud

Para garantizar el éxito de un tratamiento médico, una intervención quirúrgica compleja o la vida de las personas durante cualquier tipo de emergencia inesperada como accidentes, la disponibilidad de productos sanguíneos inocuos en cantidades suficientes, es un factor determinante

Por Locatel |Foto: Freepik
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Por ello, es indispensable poseer bancos de sangre que contengan niveles de suministros adecuados. Para alcanzar este objetivo, es necesario contar con la participación voluntaria de entre 40 y 50 donantes anuales por cada 100 mil habitantes. Al donar sangre, según plantean los expertos, se contribuye a salvar la vida de al menos cuatro personas, gracias a la separación de los componentes que la integran, tales como plaquetas, crioprecipitado, plasma fresco y glóbulos rojos.

En este sentido, por el alto grado de importancia y trascendencia que posee este acto altruista, cada 14 de junio se celebra el Día Internacional del Donante de Sangre, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de rendir un reconocimiento y agradecimiento a aquellas personas que de forma voluntaria ofrecen su contribución para ayudar a los demás.

Esta conmemoración, también responde a que en esta fecha se rememora el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco que descubrió y tipificó los grupos sanguíneos, y a quien se le concedió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 1930.

Beneficios para la salud

Además de ofrecer la satisfacción de regalar una gota de esperanza, el donar sangre también trae excelente beneficios para la salud. Estudios clínicos han demostrado que ser donante es una buena alternativa para limpiar tu sangre y reducir las probabilidades de padecer ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares.

De igual forma, permite eliminar cantidades de hierro, a las personas que le “sobran” en el organismo, lo que trae beneficios para todo el aparato circulatorio, y contribuye a mejorar el flujo sanguíneo al optimizar los niveles de hipercoagulación.

Según la Ley de Transfusión y Bancos de Sangre, para convertirte en donante debes tener entre 18 y 60 años de edad, pesar más de 50 kilogramos, contar con una presión arterial dentro de los niveles adecuados, no tener malestar o fiebre y no haber padecido alguna enfermedad de transmisión sexual o hepatitis después de los 10 años de edad. En términos generales debes gozar de un buen estado de salud, por lo que previamente se tiene que llevar a cabo un chequeo médico que comprende: la presión arterial, temperatura, pulso cardiaco y análisis del grupo sanguíneo para la detección de anemia a través de los niveles de hemoglobina y enfermedades como hepatitis B o C, sífilis o VIH sida.

Según cifras de la OMS, en los cerca de 13.000 centros de donación de sangre repartidos en 176 países que notifican sus cifras, se recogen 110 millones de donaciones. El promedio anual por centro es de 5.400 donaciones en los países de bajos y medios ingresos, y de 16.000 en los países de ingresos altos.

En este sentido este organismo intencional destaca que “la sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona: el regalo de la vida”.

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