En el nivel PB del C.C Galerías Prados del Este se encuentra La Cotufería, una nueva propuesta de cotufas llena de sabores distintos, exóticos e interesantes con ingredientes como chocolate blanco, oreo o red velvet, además de las tradicionales cotufas con sal
La Cotufería abrió el 18 agosto de este año y con el primer mes cumplido, ya son la sensación del público venezolano. No son las típicas cotufas de sal o mantequilla. Se trata de una cotufería que añade sabores e ingredientes inusuales como red velvet o picante.
Vale destacar que no emplean sabores artificiales, como sucede en otras partes del mundo. Así nos cuenta Ricardo Ramírez el creador de esta marca, quien recuerda su primer encuentro con este tipo de cotufas en un viaje a Nueva York:
«En Nueva York olí unas cotufas que no eran como las tradicionales y perseguí ese olor hasta llegar a la tienda donde las vendían y ahí descubrí las descubrí. Sin embargo, la mayoría de los sabores que vendían allá eran artificiales, todo con polvito»
En cambio en La Cotufería, usan ingredientes naturales, reales, que le entregan el alma del sabor sin desperdicio a las cotufas. Los sabores que ofrecen van desde lo salado pasan por lo picante y llegan al dulce. En su vitrina podrás encontrar naturales, con ajo, ají picante, mantequilla, mantequilla picante, chocolate blanco con oreo, red velvet y acarameladas. Actualmente, Ricardo y su equipo desarrollan nuevos ingredientes para añadir a su propuesta:
«Queremos añadir tres o cuatro sabores más como orégano y parmesano, azúcar, canela y pie de limón». Señala el joven de 22 años
El éxito de este producto es tal, que antes de que abrieran el puesto físico en Galerías Prados del Este, empezaron a promocionarse en las redes a través de una campaña de intriga y esto despertó la curiosidad de muchísimos usuarios de Instagram para probar sus productos. Así comenzaron a vender desde esa red social a través de pedidos que la gente hacía, sin poseer el local.
«Nosotros les llevábamos las cotufas en bolsas especiales para asegurar la máxima duración y así lo seguimos haciendo porque todavía no poseemos un carrito para llevar a los eventos». Comenta el emprendedor
La idea inicial de Ricardo y su socia Dayana Espinoza, no fueron las cotufas. Al principio querían desarrollar un producto de arroz con leche con distintos sabores que habían visto en Costa Rica. Todo eso lo habían pensado hasta hace un año. Sin embargo, la falta de materiales para llevar a cabo tal producto lo veían cuesta arriba y decidieron frenar ese proyecto. Comenta el joven:
«La verdad es que no era viable y entonces nos tocó reinventarnos. Y fue en ese viaje a Nueva York que logramos dar con la solución»
La idea es una reproducción foránea, aunque la selección de sabores es única en su estilo, ya que fueron desarrollados con ingredientes locales, fáciles de conseguir, gracias a un estudio aplicado a los venezolanos. Por tanto, este lugar complace en la actualidad al paladar criollo, señala Ramírez:
«Por ejemplo, sabemos que a la gente le gusta el ajo y el picante, pero las acarameladas y las de chocolate y red velvet, teníamos que hacer la prueba»
Las cotufas más pedidas son las de chocolate blanco con oreo, acarameladas y de mantequilla sola o con picante. Ramírez dice que hay una diferencia clara de gustos entre las edades y que, mientras más edad tengan, menos atrevidas son las personas a la hora de escoger un sabor. En cambio, los adultos jóvenes, adolescentes y niños sí se atreven por una cotufa de choco oreo; de ahí que sea uno de los sabores más vendidos.
Ramírez es estudiante de sexto semestre de Ingeniería Industrial en la UCAB y aunque pareciera no tener nada en común con las cotufas, quiere realizar sus tesis sobre la optimización de las máquinas de cotufas para mejorar todo el proceso que se requiere para cocinarlas con el objetivo de que siempre estén crujientes y frescas, tal como sucedió con la idea de los Tequechongos; un proyecto desarrollado también por un estudiante de ingeniera industrial de la UCAB:
«Quiero crear una máquina en la que la cotufa sea perfecta y siempre salga igual, así como hizo el creador de los Tequechongos. El mejoró el proceso de producción de cortes de queso con una máquina que garantizaba la estandarización del proceso. Y a mí en un futuro me gustaría ser parte de la optimización de los procesos de cotufas»
Como futuro ingeniero, Ricardo cree que el secreto de unas cotufas crujientes por más tiempo, es el nulo contacto con el aire, y por eso, dice que lo mejor es evitar tenerlas expuestas al aire y no dejar que penetre este elemento por ningún motivo. Para eso, la mejor opción es conservarlas en un envase hermético que es el que usan en La Cotufería cuando entregan pedidos para eventos, bien sea una boda, un cumpleaños o solo una reunión. Siempre tendrás garantía de cotufas frescas. Comenta el estudiante:
«Los envases que usamos para eventos se sellan al vacío y garantizan cotufas crujientes ya que no tienen entrada ni salida del aire»
En un futuro no muy lejano, Ramírez y Espinoza quisieran franquiciar la marca a escala nacional, especialmente en Puerto La Cruz, ya que Ricardo y su familia son de allá. Además, esperan montar otras cotuferías en México, Bogotá y Costa Rica.
Coordenadas La Cotufería
*Realizar con al menos tres días de anticipación los pedidos
A través de sus redes sociales informaron que trabajan en una "nueva alternativa gastronómica" y están remodelando el local
Entre las novedades están las fajitas flambeadas en la mesa, que pueden ser de camarones, pollo, lomito o mixtas. También se suman los tequebites, minitequeños en salsa tártara
Caracas es la única ciudad latinoamericana que The Economist incluyó en su ranking
