Crónicas de alimentación y resiliencia

Hallacas en tiempos de crisis: Tips para hacerlas (un poquito) más baratas

Aunque no es fácil hacer una hallaca económica, algunos cocineros dan ideas para que no resulte tan costosa su elaboración

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                                                                         “La hallaca, es, indudablemente y por excelencia, nuestro gran plato nacional”. Ramón David León, 1954

Los primeros viajeros de Indias ya registraban en sus escritos una preparación que parece ser el origen del plato festivo por excelencia en Venezuela: la hallaca. A lo largo de la historia, épocas de prosperidad o de escasez se pueden definir por la cantidad o la ausencia de hallacas en las mesas familiares: Hasta las luchas políticas en Venezuela han estado signadas por la esperanza o no de comerse las hallacas con o sin un régimen que se adversa.

La hallaca logra unir en cada bocado los elementos que explican la historia de la alimentación en Venezuela, y la influencia de la gastronomía como hecho social. No en balde, Miro Popić, en su libro El pastel que somos, afirma que “somos venezolanos porque comemos hallacas”.

Galeotto Cey en su crónica Viaje y descripción de las Indias refiere que ya en el siglo XVI se elaboraban con maíz “unas panelitas como de jabón que se envuelven en hojas y se ponen a cocer en ollas”. Esta preparación sufrió una rápida evolución con el proceso de conquista y colonización, al incorporar ingredientes venidos del otro lado del mar que se amalgaman en el relleno, alejándola por completo del tamal que se consume en otros países latinoamericanos.

En ella se entremezcla el maíz, ingrediente transversal de la despensa venezolana, con productos llegados de otros territorios como la carne de res o cerdo, o las pasas y almendras recuerdo de la ocupación mora en España.

Uvas pasas

Cada familia venezolana tiene su propia receta del plato, y cada región ha desarrollado versiones que caracterizan la rica cocina regional de nuestro país, desde la caraqueña, que se precia de combinar elementos dulces, salados, ácidos, amargos y picantes, hasta la “angostureña”, que se ha perdido en el tiempo y que incluía galletas de soda en su relleno para hacerla más seca y fácil de trasladar y comer en los largos viajes por río.

La hallaca fue parte de la dieta diaria en la Venezuela rural, pero el creciente proceso de urbanización del siglo XX, con la ocupación de mano de obra femenina y la creciente dificultad para encontrar algunos de los ingredientes que antes estaban a mano, como las  hojas de plátano, llevaron su preparación hacia fines de año transformándola en el plato por excelencia de la celebración navideña.

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¿Cómo hacer en crisis?

Frente a la complicada situación económica de escasez e hiperinflación, la pregunta que muchos se hacen es si será posible que la hallaca esté en la mesa de fin de año del venezolano. Varios cocineros consultados, como Mercedes Oropeza, chef del restaurante Hajillo´s, premio Armando Scannone y ampliamente conocida por sus hallacas de sazón caraqueña, insiste que lo difícil es sustituir ingredientes, pero que se “harán menos cantidades o más pequeñas de tamaño” pero que “no podemos dejarnos arrebatar la tradición”.

Visto así, la elaboración de las hallacas este diciembre será una forma de resistencia para defender la esencia de la gastronomía como elemento unificador de un país o región, Carmen Montelongo, cocinera y foodie, decidió abrir una discusión en su cuenta de Instagram para recoger sugerencias de opciones para preparar las hallacas con un costo menor, o al menos garantizar su presencia en la cena de Nochebuena.


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¡RESISTIR HACIENDO HALLACAS! Me niego a renunciar a hacer hallacas. Es una tradición que no podemos dejar que se pierda. Debemos encontrar el modo y la forma de hacerlas. Hace unos días les escribía sobre la voluntad de hacerlas, de mejor tamaño, en menor cantidad… Hoy los invito a compartir conmigo qué hacen ustedes para economizar en sus hallacas. ¿Qué ingredientes sustituyen? Cuáles son esos tips y secretos que permiten hacer nuestras hallacas a pesar de la carestía. Cómo seguir manteniendo la tradición más allá de la situación-país. Adelante los leo, los aprecio y siempre agradezco cada comentario que nos nutre a todos… #navidad #comidareal #cocinareal #food #hallacas #pandejamom #ensaladadegallina #foodblog #foodblogger #montetips #comidatipica #cocinacriolla #platotipico

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Algunas de las ideas y sugerencias de los seguidores de Carmen Montelongo incluyen el uso de maíz en lugar de harina de maíz precocido, que está tan escasa y cuando se encuentra es a precios muy elevados. De hecho, el autor de esta nota comprobó que resulta más económico encargar la masa de maíz pilado ya hecha (en El Hatillo hay varias opciones) que comprar la harina precocida a precio de mercado paralelo.

Otra sugerencia para reducir costos es usar un solo tipo de proteína (cerdo, res o gallina) en vez de los tres tipos acostumbrados.

También puede influir en la disminución del costo de la hallacas lo referido a los adornos: tocino, almendras, cebollas, y aquí la opción es incorporarlos también al guiso en menor cantidad y prescindir de algunos muy costosos como las almendras, en el caso de las aceitunas se pueden cortar a la mitad para incorporar menos en cada hallaca.

aceitunas

Todos los consultados para este trabajo se mostraron de acuerdo en que más pequeñas, en menor cantidad o más sencillas, la hallaca -aromático y sabroso estuche verde de sabores que representa la venezolanidad- no puede faltar en la mesa de Navidad.

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