Vida sana

La ciencia es contundente: La homeopatía no sirve

La reputación de la homeopatía se quedó en el siglo pasado. En 2002, estudios científicos comenzaron a cuestionar seriamente su eficacia. Sin embargo, la estocada le acaba de llegar, con una enorme investigación realizada por científicos australianos que revisaron las conclusiones de, nada menos, 1800 estudios sobre el tema.

Freeimages
Publicidad

Los investigadores del Australia’s National Health and Medical Research Council se dieron a la tarea de evaluar esos casi dos millares de investigaciones, y encontraron rigurosas bases científicas (en número de participantes y en el desarrollo esquemático de la investigación) en 225 de ellos. Su conclusión, después de analizarlos todos, fue que no existía «ninguna evidencia de buena calidad que respaldara la afirmación de que la homeopatía es efectiva en el tratamiento de las condiciones de salud». Fueron aún más allá: aquellas investigaciones que aseguraban que la homeopatía sí funcionaba pertenecían al grueso de documentos pobremente sustentados pues estaban basados en muy pocos pacientes o no argumentaban de manera aceptable sus conclusiones.

Así lo reportaron tanto el Washington Post como la revista digital del Smithsonian. El Washington Post concluyó que la homeopatía no es mejor que un placebo (producto completamente inocuo que simula ser una medicina), mientras que el Smithsonian advirtiò que «1800 estudios después se confirma que la homeopatía no funciona».

De todo esto, lo que realmente preocupa a los médicos que realizaron el súper estudio australiano es la gran cantidad de personas que optan por tratamientos homeopáticos para curar sus enfermedades, o las de sus seres queridos, y dejan de lado los tratamientos médicos que sí funcionan.

Si la homopatía no funciona, entonces, ¿por qué algunos creen que sí les funciona? Es probable que noten alguna sensación de mejoría provocada por el mismo efecto placebo: creen que sí les hace bien.

«Obviamente, entendemos el efecto placebo. Sabemos que muchas personas tienen enfermedades que son de corta duración por su propia naturaleza y sus cuerpos las curarán, por lo que es muy fácil que las personas caigan en la trampa», dijo el médico John Dwyer de la Universidad de Nueva Gales del Sur a The Guardian el año pasado, citado por el Washington Post. 

]]>

Publicidad
Publicidad