Una empresa, con más de 30 años en el mercado, ofrece comida venezolana ya preparada, en porciones y empacada al vacío solo para calentar en baño de María o en el microondas.
Las recetas familiares suelen permanecer fidedignas con el paso de los años. Así ocurre porque resguardan lo que le gusta a sus comensales, que reconocen el sabor de siempre en las preparaciones, un sabor en el que el ají dulce, la cebolla, el cilantro y el papelón son populares, que tiene el punto exacto de sal y que no se disfraza con excesos de cremas o mantequillas.
Este mismo principio ha sido el eje de la empresa Cook Chill que con su marca DeMiCasa ofrece comidas venezolanas ya listas solo para calentar en agua hirviendo o microondas y servir. El asado negro, pernil rebanado, carne mechada, pollo mechado, guiso de hallaca, carne guisada y las caraotas vienen en empaques herméticos divididos en porciones dentro de una caja que los protege.
Otra de sus líneas son las salsas, en empaques sellados con dispensador. La más vendida es la de cebolla dulce con vinagre de vino y una nota de whisky en su elaboración. Otra favorita es la de barbacoa.
A ellas se les suman las salsas de tocineta ahumada, con decidido sabor a parrilla; mayo picante, elaborada con ají venezolano; mostaza con miel; ranch y césar, cuya base es una mayonesa elaborada por ellos mismos en la planta, salsa zesty (algo especiada) y teriyaki.
La creadora del concepto fue hace 30 años Anabella Polanco, quien adquirió la tecnología de envasado en empaques de grado alimenticio. Hace unos años le traspasó el mando de la empresa a Carlos Lomeña, inmerso en el negocio de las comidas, pero quedó de asesora para garantizar el respeto de las recetas.
Los alimentos se elaboran en la planta de Mariches, bajo supervisión de los departamentos de Desarrollo y de Control de Calidad. Allí también se procesar las preparaciones con las que atienden otra rama del negocio de Cook Chill, el servicio de comedores corporativos que se realiza con la marca All Services. «El hecho de haber atendido a tantos venezolanos durante tantos años nos da mucho conocimiento sobre el gusto del consumidor», dicen Carlos y Anabella, acompañados de Liana Guijarro, parte del personal gerencial de la planta.
Para Anabella y Carlos, estos productos ofrecen una gran seguridad alimentaria, especialmente en estos días de escasez de agua, que impide cocinar y manipular correctamente los alimentos pues vienen completamente empacados al vacío, lo que garantiza su inocuidad.
«Tenemos clientes que hasta los han calentado en agua de mar y no pasa nada porque a la comida no le entra ninguna partícula extraña», asegura Anabella.
Aseguran que las fortalezas de sus comidas son «su sabor criollo, que facilita el trabajo en el hogar, que la proteína no se disfraza con salsas en exceso, que es baja en grasas, sin aditivos quimicos y con poca sal para que se le agregue al gusto. Es apta para personas de cualquier edad», enumera Anabella.
Pronto presentarán una nueva preparación, su guiso de hallaca. Lo venderán todo el año porque es versátil y puede usarse en pasteles de polvorosa, como relleno de bollos pelones o en un pebre caraqueño.
Los productos de la marca DeMiCasa se venden en redes de supermercados a escala nacional pero en Caracas cuenta con una tienda propia, donde ofrecen sus comidas tradicionales y otras exclusivas para el local como carne a la jardinera y albóndigas a la napolitana.
Está ubicada en la Primera Avenida de Santa Eduvigis y complementa su oferta al consumidor con productos propios de un bodegón como aceites de oliva, casabes, mieles, postres y granolas, entre otros.
Las preparaciones de proteínas se presentan en empaques de 360, 240 y 180 gramos, mientras que las preparaciones exclusivas para la tienda se ofrecen en empaques de 500 gramos y un kilo.
Al hablar de precios, Carlos y Anabella asegura que tratan de ser competitivos, «que las personas se den cuenta que es casi lo mismo que comprar los ingredientes y dedicarse a cocinar», dice Anabella. Para el viernes 12 de abril, un paquete de 360 gramos de asado negro costaba 25 mil bolìvares; uno de pernil 26.500 y el de carne mechada 27 mil.
Coordenadas
Ubicación. La tienda queda en la Primera Avenida de Santa Eduvigis, al lado del estacionamiento de la pastelería Doris y frente a uno de los laterales del Excelsior Gama. En la puerta tiene estacionamiento para clientes. Los productos se venden en supermercados y bodegones de todo el país.
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