Vida sana

Las mamás también comemos

madres, alimentación
Foto: pressfoto / Freepik
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“Las madres son el centro de una familia”. Suena extraño que una mamá lo diga pero es así. Y si somos el núcleo, debemos cuidarnos muy bien, aunque la mayoría de las veces no suceda porque atendemos a los niños, al esposo, la casa y el trabajo y por eso, sin darnos cuenta, podemos vernos afectadas
Cuántas veces has dicho “Como más tarde para terminar de organizar a los niños en las actividades”, pero al final sales corriendo de casa y a mitad de camino dices “upps se me olvido desayunar” o “Me hago mi chequeo médico después, esta semana estoy muy complicada; Sofi tiene recital de ballet, Juan tiene fútbol y ambos tiene exámenes en el cole”.

Son frases recurrentes en las madres donde muchas veces nos saltamos comidas, chequeos médicos, hacer ejercicio e incluso dormir. Por eso, no solo escribo a las madres sino esos esposos o familiares que quizás ni cuenta se dan de lo que sucede pero que pueden ser de gran ayuda.

La verdad es que debemos ser claras y entender que jamás podemos ayudar a otras personas si nosotras no estamos bien. Por eso, te pido te tomes unos minutos y realmente seas sincera contigo misma. De esa manera descubrirás que te sacrificas para atender a los demás y con base a eso te invito a comenzar a trabajar.

Entre frutas, verduras y carnes
Una de los principales errores que comentemos las madres es dejar de comer o desordenarnos a la hora de alimentarnos. Resulta que todo eso es la gasolina del carro para hacer las actividades diarias.

¡No te compliques! es muy sencillo organizarse:

1. Crea un plan de comidas semanales para la familia, en el que te incluyas. Recuerda: tú no vas a comer lo mismo que tus hijos pero sí debes planificar entre cinco a seis comidas entre desayuno, almuerzo, cenas y meriendas.

2. Después de tener el plan, haz loncheras. Así como dejas todo preparado la noche anterior para la merienda de tus hijos, nada te cuesta incluir la tuya. Yo a diario hago desayuno y meriendas para el colegio y para mí también. Los dejo pre armados la noche anterior, en la mesa coloco los potes que voy usar, los termos, las loncheras, mi bolsa ecológica donde meto mi comida y la taza con la bolsita de té verde –porque sin él mi cabeza no se despierta. Además, dejo en un potecito las vitaminas diarias que debemos tomarnos.

3. En cuanto a qué comer, es un dilema, porque considero que como madres debemos alimentarnos como atletas porque no paramos en todo el día y necesitamos energía. La realidad es que lo más recomendable sea tomarse el tiempo de visitar un nutricionista que te diga qué es lo que realmente debes comer según tu salud.

Es muy importante comer sano, al punto de adoptar un plan alimenticio correcto donde te alejes de hacer dietas locas. Te lo digo porque hace algún tiempo me estuve mareando y me preocupé mucho, pues me daba nervios que me fuera a desmayar mientras manejaba con mis hijos.

Visité a una nutricionista con mis exámenes de sangre y me comentó que estaba bien que comiera sano, que lo hiciera seis veces al día, pero que me faltaba ingerir más proteínas y por eso me cansaba y estaba mareada. Al día siguiente agregué lo indicado y me sentí mucho mejor.

Mientras investigo recetas, me topé con un estudio que realizó la Universidad de New York en 2015 donde publicaron los alimentos que debemos comer según nuestra edad y el tipo de ejercicio que debemos hacer. Aquí comparto:

De los 20 a los 35 años

  • Alimentos estrella: fruta, verdura, pescado azul y jamón ibérico.
  • Suplementos: Vitamina C y vitaminas del Grupo B.
  • Actividad física: cuatro sesiones a la semana de 45 minutos de aeróbico moderado como zumba, aerobox o running.

De los 35 a los 45 años

  • Alimentos estrella: fibra, proteína de alto valor biológico y chocolate negro (anti estrés).
  • Suplementos: Griffonia y Omega 3.
  • Actividad física: a la semana, dos sesiones de 45 minutos de musculación o tonificación y dos sesiones de 45 minutos de aeróbico moderado.

Entre recetas
En el camino he conseguido recetas increíbles que me han funcionado y forman parte de mi alimentación. Muchas veces me ayuda con la nivelación de la dieta de mis hijos, como por ejemplo:

Ingredientes secretos: a la harina de las arepitas les agrego un huevo y así me ayuda a comer proteínas. También les agrego avena, ajonjolí y afrecho. Esta mezcla la hago para mis hijos en menos proporciones para que no se noten tanto las pepitas y se la coman sin problema, para que ingieran fibra sin darse cuenta.

En ayunas: lo primero que me tomo al llegar a la cocina es una taza de agua con limón caliente (sin azúcar) eso me da vitamina c y además me nivela el cuerpo. Otros días dejo en remojo la avena en hojuela y al día siguiente me tomo esa agua. También se la doy mi hijo mayor para que limpie el cuerpo de toxinas.

La nutricionista, Lismar Fernández de Nutriwhite me comentó en una entrevista que le hice para saber cómo debemos comer y ser productivos en el trabajo, que hay alimentos que digerimos mejor, lo que nos hace que evitemos ese proceso de pesadez luego de comer y por eso, debemos consumirlos como los tubérculos, plátanos y yuca. Así que suelo hacer arepitas con yuca. A mis hijos no les gusta mucho, pero las hago para mí.

No olvides comer frutas, yogurt, gelatinas sin azúcar. Mis favoritas, cuando quiero comerme un dulce, y frutos secos que me quitan la ansiedad. Recuerda que no hay alimentos buenos o malos sino la forma en que los comas te afecta de una u otra forma.

Si la alimentación la combinas con ejercicio tendrás el doble de energía que tienes ahora. De hecho podrás dormir mejor y ser más productiva.

En ti está colocarte de primera en la lista para estar bien. Es importante que disfrutes lo que haces y lo que comes; de esa manera podrás ser la súper mamá que eres, pero con una dosis de energía y motivación extra. Sin miedo, sal con tu lonchera y no olvides comer.

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