Paredes y mesas de madera, luz tenue, cervezas y una variedad de cortes de carne hacen de este local ubicado en la avenida principal de Alto Prado, un rincón argentino para trasladarse y disfrutar de la buena comida y atención exclusiva
En octubre de 2016 los hermanos Argibay, hijos de padre argentino y madre venezolana, se aventuraron al mundo gastronómico. Alberto es licenciado en Publicidad y Héctor, médico cirujano. Ambos atienden y están al frente de este negocio que, a pocos meses de su inauguración ha satisfecho el apetito y las necesidades de un público que no solo reside en la urbanización sino en otras zonas y que busca compartir en un ambiente agradable y a un precio adecuado, la calidad de sus productos y servicios.
Alberto hace seis años se adentró al mercado con un restaurante vecino llamado Arrecife y aprovechó el año sabático que Héctor tomó, alejado de su consultorio, para unir esfuerzos y ahora hasta se han confabulado para nuevos proyectos culinarios.
Con genes argentinos en la sangre y un hobbie compartido por comer y cocinar, cada propuesta del menú ha sido aprobada por sus dueños, de la mano de un equipo de cocina que trabaja y deleita a sus comensales.
Inspirados en las clásicas empanaditas de carne molida y papa así como los variados cortes de carne con la textura y el sabor típico de Argentina, los hermanos Argibay actualizaron el concepto de parrilla venezolana para fusionarlo con la cultura y estilo presente en Buenos Aires.
A la carne solo se le agrega sal y se acompaña con chimichurri. Aquí no hay guasacaca. Hemos probado muchos platos argentinos para ver la receptividad de la gente y desde que abrimos, los comentarios han sido positivos y las críticas han sido constructivas. La clave ha sido estar al frente del negocio y por eso, los clientes regresan porque les gustó la comida y se sintieron bien atendidos, comenta Héctor.
Bife, t-bone y churrasco a la parrilla son los cortes que más piden en este acogedor restaurante. Sin dejar a un lado el mixto de empanaditas de acelga y espinaca, capresa y carne molida con huevo. Acompañado por el jugo de fresa con yerbabuena.
Cervezas artesanales, 2×1 de mojitos, carta de vinos argentinos y un Dj para ambientar la noche es parte de los atractivos de Patagonia Bistró un negocio familiar que sirve de ejemplo y demuestra seguir apostando en el país.
Como parte del menú hay una sección de ensaladas que reciben el nombre de distintas zonas de Argentina, pizzas y pastas caseras que se preparan en la cocina y la selección de postres es para cerrar con broche de oro.
Coordenadas para comer en Patagonia:
Alejandro Álvarez y Elimar Coll crearon, tras 400 litros de pruebas, la malta +58 CCS. Cuatro años después la marca produce más de 30.000 litros mensuales, sumó una cerveza y una malta ligera y se distribuye a toda Argentina
Tres monos bar abrió sus puertas en 2019 en Palermo Soho. Sobreviviendo a la pandemia, entraron en la lista The World’s 50 Best Bars y en la edición 2023 alcanzaron el puesto 11
En un momento de mucha estrechez económica, el zuliano Néstor Briceño decidió vender tequeños: armado con un litro de aceite, sus tequeños crudos y una cacerola fue conquistando clientes. Hoy produce 20.000 unidades al día y los distribuye en toda Argentina, incluso en los cines
