Vida sana

Retención de líquido y cómo combatirla

La retención de líquidos es la consecuencia de la acumulación de líquido en los tejidos de nuestro cuerpo. Se produce cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona a otra. Si el paso de agua es abundante del espacio intravascular al intersticial, se produce la retención de líquidos

retención de liquidos
Foto: VLADIMIRFLOYD/ISTOCK/THINKSTOCK
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Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, ajusta constantemente los niveles de líquidos para que se mantengan de forma constante. Por eso, si se bebe más agua de la cuenta no sucede nada ya que es eliminada por los riñones en forma de orina o a través de las glándulas sudoríparas.

El problema se origina cuando, por algún motivo, el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener este equilibrio por lo que se produce la llamada retención de líquidos mejor conocida como “hinchazón”.

retención de líquidos, agua

A continuación se exponen varios tips para combatir esta retención:

  • Eliminar todos los carbohidratos simples de la alimentación diaria, y consumirlos solo en ocasiones especiales una vez por semana si es necesario (azúcar blanca, harinas refinadas, dulces, tortas, etc).
  • Eliminar o controlar el consumo de alcohol en general, ya que nos deshidrata y provoca la retención de líquidos (aparte de ser azúcar y no tener ningún valor nutricional).
  • Evitar cualquier tipo de comida procesada o empaquetada (todo lo que venga de una lata o una bolsa).
  • Eliminar todo tipo de frituras y grasas saturadas, salsa de soya y salsa inglesa.
  • Disminuir el consumo de sodio, es decir, menos de 1500 miligramos al día. Esto se logra: no añadiendo sal a las comidas, evitando los enlatados y bebidas Light (refrescos, jugos pasteurizados, Nestea y aguas saborizadas).
  • De frutas preferir: patilla, melón, lechosa y piña. Son las más diuréticas.
  • De vegetales preferir los de menos cantidad de carbohidrato (por ejemplo: espinaca, lechuga, espárragos, pepino o pimentón).
  • Consumir alimentos ricos en potasio, como por ejemplo el agua de coco.
  • Disminuir los alimentos que aumentan la producción de gases (lácteos, brócoli, coliflor, chicle, manzana, pera, cereal, granos y refrescos).
  • Con respecto a los lácteos, regular su frecuencia y cantidad, y consumir solo los descremados o deslactosados (en caso de ser intolerante).
  • Realizar ejercicio cardiovasculares durante 45 minutos por cinco días a la semana (caminata, trote, bicicleta, natación). Y combinar con ejercicios de fuerza tres días a la semana (pesas, maquinas, clases de TRX y ejercicios funcionales, etc).
  • Beber hasta tres litros de agua bien repartidos en el día.
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