Además de ofrecer un catering de comida tradicional venezolana para darle sabor a cualquier reunión, se dedica a hacer que la alimentación sana y balanceada sea igualmente sabrosa.
Su viaje a través de la cocina light comenzó cuando perdió 35 kilos en un año. Su habilidad en los fogones le permitió convertir platos poco calóricos en divertidas y suculentas comidas. “La cuestión está en aprender a comer los grupos nutricionales correctos, las cantidades adecuadas y aprender a leer las etiquetas nutricionales”, comenta.
Entre los platos poco calóricos que prepara y enseña a preparar están el tres leches, el quesillo y el dulce de leche. Sus cursos son anunciados a través de las redes sociales y su blog. COORDENADAS:
El restaurante La Sibilla del Hotel Cayena organizará todos los jueves noches de saxofón y los domingos un brunch. Además, se fortalece como aliado del talento venezolano
