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Senosalud iluminó Caracas para crear conciencia

En varias ciudades alrededor de todo el mundo, monumentos se encendieron de rosado para conmemorar a las mujeres que perdieron la batalla así como para recordar que el diagnóstico precoz es la cura del cáncer de mama

Composición: Sara Rada
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Una vez más, Senosalud vistió a Caracas de rosado para hacer un llamado de atención sobre la principal causa de muerte en las mujeres: el cáncer de mama. En torno a la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, el pasado jueves 19, se llevó a cabo el encendido del obelisco en la Plaza Altamira.

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En esta décima edición, se rifaron mamografías, se escucharon admirables testimonios y se pintaron sonrisas de la mano de la Fundación Dr. Sonrisa. Además, se realizó la bendición para conmemorar aquellas luchadoras que perdieron la batalla, pero cuya historia sigue presente en los corazones de sus familiares y allegados.

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La Dra. Luzmila Calvo, sobreviviente y presidenta de Senosalud, nos comentó que el encendido es un evento que se realiza a escala internacional y que Venezuela no se iba a quedar por fuera. La idea es llamar la atención y concienciar sobre la prevención porque cuando hay un diagnóstico precoz el cáncer tiene cura.

Asimismo, hizo referencia a la situación de Venezuela y al esfuerzo que debe hacerse para brindar el apoyo necesario a los pacientes oncológicos. En el país, no hay suificientes mamógrafos para abarcar la población venezolana ni políticas públicas relacionadas a la principal causa de muerte en las mujeres:

“Las organizaciones tenemos que buscar  soluciones. Nosotros tenemos un mamógrafo donado por Fundación Polar, así como un equipo de mastólogos, oncólogos y psicólogos para atender a la mujer de forma integral. Sin embargo, la situación se ha vuelto casi insostenible”.

Los hombres también se haccen la mamografía

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Valentín López  fue diagnosticado con cáncer de mama en el año 2009. Luego de golpearse una tetilla, le salió una “pelotica” y una deformación el pezón. Su esposa, que es enfermera, se dio cuenta de lo que pasaba y predijo fácilmente los resultados.

El diagnóstico arrojó un tumor avanzado grado 3B. Valentín se realizó una cirugía de mama y las sesiones de quimioterapia y radioterapia correspendientes. Posteriormente, le encontraron un tumor en la garganta.

A sus 66 años, Valentín no ha perdido el entusiasmo por la vida. Definitivamente su día a día ha cambiado pero, gracias al apoyo de su familia, ha podido vencer esta batalla.

Al igual que otros pacientes oncológicos, Valentín no encuentra tamoximeno, un medicamento que se utiliza como complementario para tratar el cáncer de mama. Sin embargo, esta situación no le ha quitado una sonrisa de su cara.

“Hay que decirle a los hombres que esta enfermedad existe, no es un mito. Hay que autoexaminarse, hacerse la mamografía. Eso no les quita masculinidad. Venezuela necesita hombres responsables”. 

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