Un Día de Mercado ya no es suficiente

Este fin de semana se realizó, por cuarto año consecutivo, el evento organizado por la Asociación Civil Venezuela Gastronómica, en los espacios de la terraza del Mercado de Chacao, en Caracas

El esperado acontecimiento contó con charlas sobre temas diversos, dirigidos por líderes de opinión en el área de la gastronomía, así como catas de distintos productos nacionales y una feria de propuestas culinarias elaboradas por un grupo de los cocineros más reconocidos del país.

Durante tres días los caraqueños asistieron desde temprano, cosa rara entre los que habitamos en Venezuela, para poder deleitarse con los sabores que ofrecía el mercado con vista al parque nacional El Ávila.

Para esta cuarta edición quedó más que claro que llegó el momento de dar un paso adelante y buscar un sitio más grande donde se puedan habilitar más cajas donde canjear el dinero, así como ofrecer un espacio donde la gente pueda caminar con calma, seguridad y sin tanto calor.

Este año, particularmente, fueron varias las quejas negativas de asistentes y participantes del evento. Temas como electricidad y seguridad con el gas estuvieron en la palestra. También los horarios. Si bien los asistentes estaban sedientos de actividades y experiencias, por lo que estuvieron puntuales, hubo algunos expositores que no estaban a tiempo para sus ponencias e incluso para empezar a vender sus productos.

Con esta alerta, se hace un llamado de atención a los organizadores para que estén atentos en corregir esos detalles y que no se pierda lo que durante cuatro años han logrado convertir en un clásico y en un punto de encuentro donde la gente no quiere ir un solo día sino el fin de semana completo.

Por otra parte, es menester felicitar a todos aquellos que de una u otra forma participaron de las actividades. Los cocineros, a pesar de los inconvenientes, disfrutaron con su oferta respectiva. El equipo del mercado, intentó aportar soluciones a las situaciones presentadas y la gente estaba ilusionada de encontrar platos tan exóticos como una domplina con caracol o una arepa con agüita de sapo, entre la amplia y apetitosa carta que hubo durante esos tres días.

Las charlas estuvieron llenas y muchos quedaron con ganas de entrar. Las catas estaban repletas y brindaron la oportunidad a la gente de aprender un poco más sobre la movida gastronómica que sucede en el país.

Ciertamente, hay un gran esfuerzo entre quienes organizan estas actividades, que sencillamente deben tomar en cuenta dichos errores para corregir a tiempo, y que los malos recuerdos sean borrados para que el 2015 sea el año del triunfo.