El chef Tomás Fernández y Perfect Plate se asociaron para crear un menú para el Día de la Madre, que llega a la casa y está casi listo para terminar de cocinar, con todo medido y explicado
¿Es posible cocinar como un chef Tenedor de Oro, sin tener mucha idea de recetas ni fogones? Sorprendentemente, la respuesta es sí.
Tomás Fernández, chef Tenedor de Oro y quien fue chef ejecutivo de restaurantes como Le Gourmet, Bar Sí y Viva Vino, se asoció con Perfect Plate para meter todo su talento en una caja y permitir que cualquiera agasaje a su mamá como si fuera un chef. Se trata de un formato de platos pre-hechos, con todos los ingredientes en porciones perfectamente medidas y recetas muy bien explicadas, para terminar de ensamblar fácilmente en casa.
Para esta edición especial por el Día de la Madre, Tomás diseñó un menú con un abreboca, dos entradas y un plato principal que diseñó durante su carrera como chef de grandes restaurantes y que se convirtieron en platos emblemáticos.
Uno de ellos es el buñuelo de plátano relleno de pescado guisado sobre blanco de ají dulce y cilantro. Se podría decir que es la creación más icónica del chef Fernández. “Llegó un momento en que me pasó como a Quino con Mafalda: tuve que desaparecerlo para que la gente probara otras cosas”, dice. En la caja de Perfect Plate ya llegan listos, sólo para freír. La idea es que sea un abreboca, para ir picando, si se quiere, mientras se termina de armar el resto de la comida.
El mar es el conductor de los sabores del menú especial para este día. El chef explica que siempre busca que sus menús sean conceptuales, y que esta vez escogió el mar pues es el principio de todo, igual que la madre. Así que la primera entrada es un tartar de atùn rojo con centro cremoso de yogur y eneldo, bañado con un perlado de soya y ajonjolí. En la caja viene listo sólo para montar. El relleno ya está listo y el perlado también. Todo viene con sus instrucciones. Ese tartar lo creó Tomás para la carta de Viva Vino, y trae influencias del Bar Sí, donde también estuvo frente a los fogones.
La entrada caliente son camarones en brocheta (se puede sustituir por pollo a petición del cliente) sobre cama de mantequilla cítrica. Fue pensado como un plato de mariscos capaz de armonizar con vinos tintos. Tomás lo diseñó para Viva Vino y luego lo llevó al menú de Le Gourmet. “La mantequlla crea una capa que permite armonizar los dos sabores, sin que la fuerza del vino tinto arrope a los mariscos”, dice. En la caja, vienen dos camarones por persona.
El plato principal son tiritas de lomo de cerdo, estilo tailandés, en curry verde, leche de coco, malojillo y pimentón. Es un plato de sabores fuertes, en el que primero se siente el dulce y luego el picante, que logra el equilibrio con el arroz blanco que lo acompaña.
De postre, en la caja de Perfect Plate va un dulce que continúa con el sabor asiático que trae el menú. Son unos ponquecitos, creados por Marta Morante, chef de Perfect Plate, de jengibre, coco y piña.
La presentación del menú de Tomás Fernández y Perfect Plate fue armonizada con dos vinos de Importadora Iregua, que dirige Mikel Aramburù. El rosado fue un Tarón de origen Rioja, conformado 50% por cepa Viura y 50% garnacha. El blanco, un Tobelos con guarda en barrica (algo raro y apreciado en los blancos disponibles en el país). Antes de iniciar el menú, se ofreció cerveza artesanal Norte del Sur y tequeños Las Tías.
Para quien prefiera preparar un desayuno en vez de un almuerzo, Perfect Plate ofrece opciones matutinas que, al igual que con el menú de Fernández, viene en porciones ya medidas y empacadas por separado y con su receta fácil para terminar de armar. Se puede escoger entre waffles de frutas y ricotta, huevos benedictinos, croque monsieur, hash brown y el muy venezolano patacón con cazón, todos ellos acompañados con una presentación especial del café Carbone Espresso.
La oferta de Perfect Plate se puede encontrar en su página web http://www.perfectplate.com.ve
(Todas las fotos de esta nota fueron cedidas por Gustavo Aristeguieta: garisteguieta@gmail.com y @gariste)