Entrevista

Chucho Avellanet se afincó en Venezuela con “Jamás te olvidaré”

El tema más famoso de su extenso repertorio de éxitos se mantuvo durante 17 semanas en el primer lugar en nuestro país en 1963, todo un récord que hoy celebra y recuerda el cantante puertorriqueño a sus 80 años, al cumplirse seis décadas de una carrera de la cual aún no piensa retirarse

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Cuando una canción permanece durante diecisiete semanas en el primer lugar, sin lugar a dudas debe ser considerada todo un récord de popularidad, muy pocas veces repetido. Así fue la entrada a Venezuela de Chucho Avellanet, quien apenas iniciando su carrera de cantante logró alcanzar ese sitial. Osvaldo Yepes, creador del Hit Parade de Venezuela, y Clemente Vargas Junior, el primer discjockey de rango surgido en nuestro país, ambos fallecidos y emblemas históricos por excelencia de la radiodifusión, se referían a menudo a esta hazaña cuando hablaban de los grandes éxitos de la música de todos los tiempos en las carteleras nacionales.

La canción en cuestión es Jamás te olvidaré, la misma que durante poco más de cuatro meses sonó incesantemente a lo largo y ancho de una Venezuela que no tardaría en convertir en ídolo al vocalista puertorriqueño, que en aquel 1963, cuando irrumpió con su tema entre nosotros, contaba apenas con 22 años de edad. De esta manera, se abrió un mercado que, desde entonces y para siempre, le sería fiel. 

Así lo reconoce el mismo artista, en entrevista exclusiva para El Estímulo, al estar celebrando, desde octubre pasado, seis décadas de una carrera, de la cual, a sus 80 años de edad, cumplidos el pasado 13 de agosto, recuerda con lúcida precisión los que considera sus grandes momentos. Entre ellos, su indiscutible arrase en Venezuela, “un país que quiero mucho y que siempre ha estado muy vinculado a mi carrera”.

“Venezuela nunca ha dejado de estar vinculada a mi carrera”, dice el vocalista boricua

Una canción con historia

Jamás te olvidaré es una versión de la canción estadounidense I Can’t Stop Loving You, que su autor, Don Wilson, pegó en 1957, pero que al ser desempolvada y retomada en 1962 por Ray Charles, en una muy particular y vibrante adaptación revestida de un poderoso sonido de rhythm and blues, la reposicionó cinco años después a la cabeza de la cartelera discográfica norteamericana, convirtiéndola desde entonces en una de sus cartas de presentación.

El mismo impacto ocurrió en Latinoamérica con la adaptación al español hecha por Armando Hipólito Avellanet González, que así es el verdadero nombre de este intérprete, nacido en Mayagüez el 13 de agosto de 1941, descendiente de emigrantes italianos y catalanes. Fue el tercer éxito en Puerto Rico y el primero en Venezuela de quien, antes de incursionar profesionalmente en el canto, integró como aficionado,  en su ciudad natal, un trío de música romántica 

– Cantábamos lo que cantaban otros tríos -cuenta vía telefónica desde San Juan de Puerto Rico-. No teníamos nada de originales. Un día me fui con unos amigos a un restaurant en Cabo Rojo, un pueblito cerca de Mayagüez, y en un rincón había unos muchachos con una guitarra y nosotros empezamos a cantar con ellos. Entonces llega a almorzar Gaspar Pumarejo, un productor cubano muy famoso en Puerto Rico. El dueño del restaurante, que me conocía, insistió en que cantara ante Pumarejo y prácticamente me levantó en vilo para llevarme a su mesa. Me dio la guitarra y le canté tres canciones. Entonces Pumarejo me preguntó si antes había cantado solo y le dije que no. Y acto seguido me dio una fecha, el 22 de mayo de 1961, para que debutara en su programa de televisión como solista.

-Para mí fue una experiencia diferente, pues yo estaba acostumbrado al trío de guitarras y esa vez lo hice acompañado de piano, bajo y batería, además de mi guitarra. Era un programa nocturno de mucha variedad, empezaba a las 8 de la noche y terminaba a las 11. Comenzaba con una sección de media hora, en la que yo cantaba entre tres y cuatro canciones. Estuve un año trabajando allí, aunque no todas las semanas, sino cuando me llamaban.

Cazatalentos al acecho

Esas primeras presentaciones en televisión le sirvieron para llamar la atención de un productor y presentador de televisión, Alfred D. Heger, quien tenía un sintonizado programa de bailes y música juvenil, que se llamaba Teen Ager Matinée, donde ponía discos de moda y los muchachos bailaban. Era un fanático del rock y la música norteamericana, que en aquella época cantantes latinos como Enrique Guzmán y César Costa, en México, versionaban al español y las pegaban en todo el continente.

– Un día Alfred D. Herger se me acercó y me preguntó: “¿Tú no eres Chucho, el que canta con Pumarejo?”. Porque tengo una idea para ti. A mí me gustaban los boleros, pero me empieza a explicar que lo que quiere es que yo haga rock. Al principio no me agradó la idea, pero me dijo que pensaba convertirme en un ídolo en Puerto Rico, que hiciera lo mismo que Enrique Guzmán y César Costa en México. Me convenció diciéndome que si pegaba después yo podía hacer lo que quisiera, incluyendo los boleros. Y así mismo fue. 

-De ese disco pegué Fugitiva, que era la versión al español de Runaway, del cantante estadounidense de rock Del Shannon. A partir de allí, D. Herger se convirtió en  mi representante y seguimos grabando. Primero hicimos Magia blanca”, adaptación al castellano de Devil Woman, de Marty Robbins, otro norteamericano, y luego Jamás te olvidaré, en 1963, que fue cuando pegué en Venezuela. Después de Puerto Rico, el segundo país donde pegué fue en República Dominicana, con Fugitiva y Magia blanca. Más tarde vinieron Perú, Guatemala, Venezuela y Argentina, en ese orden. Y por ahí seguimos.

-¿Cómo llega Jamás te olvidaré a convertirse en un suceso radial en Venezuela?

-Ernesto Aue, propietario del sello disquero Palacio de la Música, la editó allá, pues antes habíamos tratado de hacerlo con Velvet, pero no se pudo. Seguimos luego editando nuestros discos para Venezuela con Palacio, donde nos fue tan bien que cuando en Puerto Rico nos cambiamos de sello para empezar a grabar en Estados Unidos con la rama latina de la disquera United Artists (UA), Ernesto Aue, para asegurarse de continuar editando y distribuyendo mis grabaciones, adquirió la franquicia para Venezuela y seguimos con éxito allí.

“No te muerdas los labios”: Éxito con sabor venezolano

-¿Cómo fue tu primer viaje a Venezuela? ¿Dónde te presentaste?

-Me presenté en un sitio que se llamaba El Duende, que quedaba en el edificio donde estaba el cine Altamira. Canté también en El Show de Renny. Allí conocí a Chelique Sarabia, quien me hizo la canción No te muerdas los labios y otra que ya tenía hecha pero que me la dio también: Hoy he vuelto a llorar. Chelique tiene la anécdota de que él estaba en el hotel y él tenía un tic nervioso, pues se pasaba mordiéndose los labios, y que yo le dije: “No te muerdas más los labios, que te los vas a romper” y él pensó que era un buen tema para hacer una canción.  

-Grabé esas dos canciones para un elepé que hice en Caracas, acompañadas por el grupo de arpa, cuatro y maracas de Chelique, junto a otras de Luis Cruz, respaldado por una orquesta con Eduardo Cabrera como arreglista y director musical. No te muerdas los labios resultó un éxito tan rotundo en Venezuela que se convirtió en una canción de mi repertorio obligado desde entonces.

-Cuando tiempo después Alfred D. Herger deja de ser mi representante y termino de hacer discos en Estados Unidos con United Artists, en donde permanecí 12 años, los del sello Velvet me grabaron un álbum en homenaje a Tito Rodríguez y otro llamado Serenata a Venezuela, donde interpreté gaitas, malagueñas y golpes tocuyanos, acompañado por los grupos Araya y Rincón Morales. Venezuela nunca ha dejado de estar vinculada a mi carrera, es un país que quiero mucho. 

Popular hombre de TV

Paralelamente a su actividad como cantante, Avellanet ha destacado igualmente en otras dos facetas: las de animador de sus propios shows de televisión y actor, tanto en la pequeña pantalla como en el teatro, especialmente en comedias.

– En Puerto Rico, desde 1965 en adelante, comenzaron con una serie de programas de televisión, casi todos por el Canal 2 de Telemundo, y siempre yo estaba fijo en alguno. Primero fue El Show de las 12, al mediodía, después en otros espacios, esta vez de noche, con segmentos de media hora con cantantes de lo que se llamaba la Nueva Ola, como Señoras y señores y El Show Ford. Luego hice, durante seis años y en el primer lugar de sintonía, mi propio show en Telemundo, casi hasta el final de la década de los 70. 

– Actualmente sigo con mi show de televisión, ahora en el Canal 6, para el que acabo de grabar 13 programas de la nueva temporada. Y estoy celebrando mis 60 años artísticos con diversas presentaciones en concierto, que empecé en el teatro Bellas Artes de Puerto Rico en octubre pasado, bajo el título de La magia de Chucho, un espectáculo de dos horas solo con mis éxitos, con una orquesta dirigida por Quique Talavera, un gran músico y arreglista que ha estado conmigo por muchos años.

-¿Cuándo fue tu transición desde la música más rockera hasta lo romántico, estilo en el cual te consolidaste?

-Estaba cantando en Nueva York en 1965 cuando Tito Rodríguez renuncia a la compañía United Artists, que es donde luego entré a grabar. Leroy Holmes era el director de la orquesta de violines de allí y comenzó a buscar un reemplazo para Tito, que era el que más le vendía discos a la sección latina de la compañía. Holmes fue a verme al sitio donde yo actuaba en Nueva York y cuatro meses después estaba grabando el disco Amor y violines, del que pegó Mil violines. Es el disco mío que más se ha vendido. De allí salieron también otros éxitos, como Pequeña, Aquella risa loca, Vanidad, Juguete y Somos diferentes. En mis 12 años con UA vinieron otros éxitos, como Júrame y Por si no te vuelvo a ver, entre los que más se oyeron. 

-¿Cuáles consideras tus canciones más emblemáticas?

Jamás te olvidaré y Mil violines, sin ninguna duda.

Memorables duetos

Chucho siente especial inclinación por interpretar canciones a dúo, tanto para discos como en espectáculos en vivo. La lista de quienes le han acompañado es larga e incluye a artistas de la estatura de Alberto Cortez, Danny Rivera, Marco Antonio Muñiz, Lissette, Lucecita Benítez, Ana Isabelle, Nidia Caro, Tania Libertad, Yolandita Monge, Andy Montañez y Silvana Di Lorenzo, entre muchos otros. Los más recientes que ha hecho han sido con José Luis Rodríguez y Gilberto Santa Rosa. Inclusive, Alberto Cortez le produjo en España un disco de tangos en onda de baladas y rock, para el cual hizo dos duetos con él en los temas El amor desolado y Pregonera.

-Alberto Cortez y yo nos hicimos muy amigos desde la primera vez que vino a Puerto Rico. Hasta que un día, en mi casa, me propuso la idea de hacer ese disco. Entonces me fui para España y lo hicimos bajo el título de Desde el alma. Ha sido uno de los compositores que más he interpretado, junto al fallecido Roberto Livi, autor de las canciones de uno de los más recientes álbumes que hice.

Con Gilberto Santa Rosa grabando recientemente un dueto

-¿Cómo ha estado tu salud desde que superaste el cáncer en 2011? 

-Muy bien, gracias a Dios. Todo muy bien. Eso forma parte del pasado. Cada año voy a hacerme el chequeo y todo sale bien, Así que estamos listos para seguir.

Tres matrimonios y una vida 

Cuando estaba en pleno apogeo de la fama en sus primeros años artísticos, integró una celebrada pareja televisiva con la cantautora cubana Lissette Álvarez, con quien conducía el programa diario de televisión El Show de Lissette y Chucho. Se casaron en 1967 y pese a que el matrimonio solo duró dos años, han mantenido hasta nuestros días una relación de estrecha amistad e intensa colaboración artística en grabaciones y conciertos.

Su segundo matrimonio fue con la actriz venezolana Marisela Berti, unión que se mantuvo durante diez años, producto de la cual nació su hijo Luis Armando, padre de Sofía, la única nieta de ambos. Actualmente está casado con la empresaria puertorriqueña Marisel García Padilla, hermana de Alejandro García Padilla, gobernador de Puerto Rico entre 2013 y 2017.

Chucho Avellanet y su ex esposa, la actriz venezolana Marisela Berti, con su nieta Sofía

Con sus dos ex esposas, Avellanet mantiene las mejores relaciones:

“Cada vez que estoy en Puerto Rico vamos a cenar. Adoro a Marisel, es divina, los dos son maravillosos y cantar junto a Chucho es un placer”, declaró Lissette para el medio on line Primera Hora. “Me siento muy cómoda al lado de Chucho. La gente me dice ‘qué civilizados son’, pero cuando uno ha querido a una persona tiene que seguirla queriendo toda la vida, a menos que haya habido traumas espantosos”, reflexiona la cantante cubana.

En cuanto a Marisela Berti, el intérprete expresó recientemente en el programa Día a Día, de Telemundo, la preocupación que existe entre la familia y allegados para continuar costeando el tratamiento de la actriz, quien se encuentra ingresada desde el pasado 22 de enero en un hospital mexicano, como consecuencia de un accidente cerebro vascular (ACV). 

Avellanet destacó el legado de Berti. “Marisela es una persona muy especial que ha contribuido y ha ayudado a mucha gente, porque yo eso lo sé”, enfatizó. “Lo que estamos pidiendo es una contribución a ella”, afirmó. “Tú sabes que enfermarse es un lujo y los gastos son bien grandes”, lamentó.

Balance de una carrera

-¿Cuáles consideras los momentos más importantes de tu trayectoria?

-Las primeras veces. Por ejemplo, esa primera vez que canté sin saber qué hacer con las manos, sin saber qué hacer con un micrófono y sin saber qué hacer con dos coristas al lado. La primera vez que me oí por radio en el carro en compañía de unos amigos. Y cosas como, por ejemplo, la primera vez que salí de Puerto Rico a enfrentarme a un público que no conocía, que fue en la República Dominicana. Y cuando me dijeron que durante 17 semanas estuvo en primer lugar Jamás te olvidaré en Venezuela. No lo podía creer y fue indudablemente uno de mis momentos más grandes fuera de Puerto Rico. De Venezuela echo de menos La Boite del Hotel Tamanaco, pues los últimos años actuando en Caracas fueron allí.

Con Gilberto Correa recibiendo uno de los muchos premios que le han dado en Venezuela

-¿Cuánto tiempo tienes sin ir a Caracas?

-Hace bastante tiempo, cuatro o cinco años. No tengo que explicarte mucho las razones ni contarte porqué.

-¿Otros países donde tuviste impacto artísticamente?

-Muy fuertes para mí fueron Perú, Guatemala, Argentina, Chile, Colombia, El Salvador y Panamá. Brasil y Bolivia son los únicos países donde no he ido.

-¿No existe el retiro para ti?

-No. Cuando no pueda más entonces pensaré en eso. 

-¿Algo que no hayas hecho en tu carrera que te gustaría hacer?

-He trabajado en obras de teatro y en cine. Quizás hacer una película en Hollywood. Voy a ver si algún día me la dan, aunque no he hecho nada para lograrlo. 

-¿Qué recuerdas especialmente de tu actividad teatral?

-Lo primero que hice en teatro fue La verdadera historia de Pedro Navaja y después actué en Los cuentos del Decamerón y otras muchas obras de grata recordación. La más reciente fue Los pelos de punta, una comedia estilo Agatha Christie, que transcurre en un salón de belleza donde se comete un crimen y todos los que estamos ahí somos sospechosos. En un momento determinado el público tiene que decidir quién fue el asesino. Hay tres sospechosos: el peluquero, la dueña del salón de belleza y un anticuario, que es el personaje que yo encarno. Como actor he trabajado básicamente en comedias y en películas de esas que se hacían en mis comienzos: de rock, de gente joven y esas cosas.

Como actor de teatro formó parte del elenco de la comedia ‘Con los pelos de punta’

De Marisela para Chucho

En agosto de 2021 pasado, con motivo del cumpleaños número 80 de Chucho Avellanet, Marisela Berti escribió una reflexión en torno a su ex esposo, que fue publicada por el diario puertorriqueño El Nuevo Día. Un elocuente texto que reproducimos a continuación: 

“Cuando  yo era adolescente oíamos en Venezuela un jovencito cantante que todos admirábamos. Ese joven era Chucho Avellanet, una de las voces más dulces y bellas que hay, incluso hoy.

Nunca pensé que un día me casaría con ese gran artista, y mucho menos hubiese pensado que ese hombre tan talentoso y exitoso sería, como luego descubrí, un bello ser humano.

Lo que más admiro de él y no deja de sorprenderme es su generosidad cuando de alabar y reconocer el talento de otros artistas se trata. Él identifica el talento y no tiene reparos en compartir su experimentada opinión.

Chucho no sabe de mezquindad, esto es una cualidad muy escasa entre los artistas, ya que se trabaja con el ego, ego que él nunca dejó que sobrepasara su humildad y su gran respeto por la música y sus seguidores.

Por 10 años, el tiempo que estuvimos casados, lo vi demostrar repetidas veces en su famoso Show de Chucho esa pasión por el trabajo y ese cuidado de ser genuino. Creo que lo que más le hace feliz en la vida es cantar y mucho más aun cuando lo hace a dúo con alguien que admira, eso lo disfruta mucho más.

Chucho me dio dos regalos invalorables que me hicieron muy feliz y me transformaron en una mejor persona. El primero de esos regalos es nuestro adorado hijo Luis Armando, el otro es haberme entregado un país entero: Puerto Rico.

Siento a Puerto Rico como mi segunda patria, porque el tiempo que viví en esta isla fui muy feliz, pero hacerlo de la mano de Chucho fue un plus.

Verlo bien, haciendo música y celebrando toda una interesante trayectoria llena de éxitos y de insuperables experiencias, es motivo de celebración. Sin duda, motivos para celebrar esta vida hay de sobra, pero especialmente, yo me siento muy feliz de sus logros y de haber tenido la oportunidad de compartir por unos años su andar por este mundo.

Chucho, que cumplas muchos años más conservando tu bella voz, que no nos cansaremos de oir y aplaudir. Salud por tu vida y por todo lo que nos diste y nos sigues dando.

Tampoco yo, “Jamás de olvidaré”.

Marisela Berti

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