Neurogastronomía: tips para que tu comida sepa mejor

1. Cubiertos pesados: mientras más pesado sea el cubierto, mayor intensidad de sabor tendrá la comida.
Sin embargo, donde te encuentres comiendo, si estás en la calle, el cubierto plástico y la experiencia en sí misma harán que todo sea más sabroso.
2. Las emociones influyen notablemente en los sabores: mientras más feliz, más sabor. Mientras más triste o molesto, menos sabor y mientras más estresado, menor percepción sensorial. Así que preocúpate porque tus comensales se sientan a gusto y relajados en casa.
3. Para no perder la línea hay dos trucos: come con la mano menos dominante y utiliza platos medianos para controlar las porciones que te sirvas.
4. Cómo hacer para que el yogurt sepa aún mejor: utiliza una cuchara pequeña. Esta genera la percepción de que el producto es más dulce.
5. Haz del ambiente un lugar más íntimo: si bajas la luz, consumirás menos calorías.
6. La forma del plato: si usas un plato redondo, se percibe más dulce que uno cuadrado.
7. Si quieres que tu postre sea más dulce sírvelo en uno blanco y no en uno negro.
8. El cerebro no visualiza la cantidad de porciones en platos de colores. Por eso, en las piñatas, es común ver que la gente repite varias porciones cuando comen en platos de colores. Cuando se sirve en platos blancos la percepción hace que se controle más el consumo.
9. Para resaltar los sabores étnicos o comidas tradicionales familiares es importante utilizar iconos o símbolos que refuercen el origen de donde provienen. La hallaca de la abuela va a saber más a familia si hay una foto de la abuela cerca de la mesa. Por supuesto, la experiencia es completa en navidad cuando se come rodeada de la familia, el arbolito, el nacimiento, etc.
Lo mismo sucede cuando comes pizza y alrededor hay algún elemento italiano de decoración o estás comiendo cocina francesa y escuchas la vie en rose. El cerebro rescata los recuerdos y complementa la experiencia del sabor.

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