Opinión

Actividades escolares para celebrar a Hugo Chávez

Las escuelas tienen el mandato ministerial de incluir homenajes al fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez, y a ningún otro. Pretender convertir en historia las fábulas de su gobierno forma parte del deseo convertido en norma, y abre la puerta a una lista de enseñanzas y proyectos pedagógicos que, en verdad, nadie quiere promover

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Según el Ministerio de Educación, Hugo Chávez Frías es el único Presidente que ha tenido Venezuela. Esto no es un gazapo histórico, es simplemente una verdad. De lo contrario no hubieran publicado en Gaceta Oficial que a partir del próximo año escolar todo estudiante de educación básica en el país deberá conmemorar el 28 de julio y el 5 de marzo como el día del nacimiento del Comandante Eterno y día de su muerte –o siembra-, respectivamente. Esto está incluido en la nueva lista de efemérides que también obliga a celebrar el aniversario del golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. “Día de la Dignidad Cívico-Militar”, lo llaman. “Día de la Democracia que Derrotó a un Golpista”, lo llamo yo.

Enseñar historia contemporánea de Venezuela debe ser un calvario para los profesores de educación básica. Napoleón Bonaparte decía que la historia no es más que una fábula acordada por la mayoría de los hombres. Ahora, con la obligación de celebrar al Eterno en las escuelas, todos deberemos estar atentos a que la fábula de Chávez que ha pretendido mitificar el gobierno no se convierta en una leyenda digna del Rey Arturo. Debemos enseñarles a nuestros hijos que hubo muchos presidentes en Venezuela antes que el teniente coronel Chávez Frías y vendrán muchos más después del conserje que dejó encargado. Le guste o no al Ministerio de Educación.

Según la Gaceta Oficial Número 40.739 del 4 de septiembre de 2015, donde sale publicada la lista, todos los colegios tanto públicos como privados deben elaborar proyectos pedagógicos sobre el personaje. Todo esto en aras de promover el desarrollo de la identidad nacional. En un país donde sus ciudadanos sufrimos una crisis actual de identidad nacional, ¿realmente queremos cantarle cumpleaños y “cumplemuerte” a Hugo Chávez? ¿Por qué no incluir a Simón Díaz dentro de la lista de efemérides? Yo prefiero cien veces ver a mi hijo como ternerito de la Vaca Mariposa en un acto de colegio que con un fusil al hombro intentando recrear la fallida subida de la tanqueta por las escaleras de Miraflores el día del golpe de Estado de 1992.

¿Qué actividades pedagógicas puede realizar a un niño sobre un Hugo Chávez que llegó al poder con 4.500 homicidios anuales y que lo dejó con casi 25.000 muertes anuales? ¿Qué utilizó cadenas nacionales para cantar canciones en vez de tomar decisiones para prevenir la crisis actual en la que se encuentra Venezuela por su torpeza? Se me ocurre quizás un dibujo comparativo sobre las cúpulas podridas que denunciaba a su llegada al poder con la putrefacción de los altos funcionarios gubernamentales de hoy en día. Eso es una actividad pedagógica, ¿no? O de repente funcione mejor que nuestros hijos elaboren una tapara con papel maché para celebrar la manera en la que el Comandante Supremo nos ordenaba a bañarnos para ahorrar agua. Quizás en Biología puedan emprender una actividad de identificación de iguanas imperialistas para determinar cuáles causaron los apagones golpistas, o capaz  un buen juego de memoria avanzado donde relacionen los nombres de la plétora de viceministerios con los funcionarios públicos que han ocupado el cargo desde que Hugo Chávez se montó en el poder hasta nuestros tiempos.

Bien bonito se van a ver nuestros niños pidiéndonos que le hagamos una maqueta de los planetas del Sistema Solar para indicar cómo el capitalismo acabó con la vida en Marte. O que en sus clases de inglés utilicen los días reservados a Chávez para vociferar: “¡Go home, Yankees de mierda!” De ser así, también hay que comenzar a pagar al profesor particular de matemáticas para cuando la actividad escolar sea una exposición sencilla sobre la historia del control cambiario venezolano.

No, no soy de los que creo que Hugo Chávez y su revolución merecen tres días de celebración en los colegios de Venezuela. Sobre todo porque ningún otro presidente tiene tal honor. De querer el Ministerio de Educación rectificar, estaría de acuerdo con la celebración de un Día de los Presidentes para homenajear en conjunto a todos aquellos hombres y, Dios quiera en un futuro, mujeres que se ocuparon seriamente de gerenciar a Venezuela. Porque de aceptar los homenajes a Hugo Chávez también debo asumir que un hijo mío podría llegar a la cantina de su colegio, tomar la chuchería que se le antoje y decirle a la cajera: “Exprópiese”. Y yo tengo como filosofía enseñarles a mis descendientes la diferencia entre un hombre honesto y uno ladrón.

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