Su sueño fue alcanzar la fama y lo logró. A pesar de los obstáculos, supo explotar su chispeante personalidad en una portada de Playboy. Su exuberante belleza le dio el título de "Playmate" del año en 1993, algo que no combinaba con su multimillonario esposo de 89 años
Victoria Lynn Hogan, mejor conocida como Anna Nicole Smith vio la luz en Mexia, Texas el 28 de noviembre de 1967. Ahí se crió sin su padre, quien abandonó a su familia cuando era solo una bebé. Su infancia fue tortuosa y complicada y ni hablar de su adolescencia. Desertora escolar en su máxima expresión, encontró trabajar en un restaurante de pollo frito donde conoció a su primer amor verdadero, Billy Smith, con quien contrajo matrimonio a sus 17 años.
Su amor rindió frutos con la llegada de Daniel, su hijo. La unión fue fugaz. Poco después de su nacimiento, la pareja decidió tomar caminos distintos. Anna aspiraba llegar a la fama, al lujo y al glamour. Tres características que decantaban en una sola persona, la joya de Hollywood, su ídolo y ejemplo a seguir, Marilyn Monroe.
Su deseo de grandeza apartó la apartó de Daniel. En 1991, la madre de Anna Nicole, quedó encargada de la crianza de su nieto mientras que la despampanante rubia bailaba sobre la tarima de un bar de mala muerte. Entre tangas, tubos y tacones, el destino hizo de las suyas. Con astucia, logró enfocar su mirada en el magnate petrolero J. Howard Marshall II, quien quedó perplejo con su belleza. Sin mucho que discutir, le quitó los trapos de encima para invertir su fortuna en ropa más costosa.
Años de oro
Desesperada por surgir y sacando provecho de su escultural figura, envió imágenes indecorosas a la afamada revista para adultos Playboy. Hugh Hefner, al ver las fotografías, supo que había conseguido oro puro y que ella era la indicada para adornar la portada de la publicación de marzo de 1992. La voluptuosa tejana alcanzó un hito en su carrera un año después. Las primicias se quedaron cortas y las páginas también, razón por la que fue elegida como «Playmate» del año en 1993, asegurando su puesto entre las mujeres más bellas del país.
Con su imagen sexy, Smith atrajo el interés de los tabloides. El público insaciable deseaba con ansias husmear entre los altibajos de su vida. Aun así, Smith no se vio afectada por ello.
«Yo amo a los paparazzi. Me toman fotos, y yo solo sonrío. Siempre me ha gustado la atención. Durante mi niñez no la tuve, y yo siempre la he deseado, ustedes lo saben, se han dado cuenta”, dijo a The Washington Post.
Una batalla millonaria
Ella de 26 y él de 89. Decidieron casarse en 1994. Los años de diferencia causaron cientos de confusiones e interrogantes, además de negativas alegaciones al respecto. ¿Realmente estaba enamorada de J. Howard Marshall II o solo quería su fortuna? Según la revista People, la recién casada incluso emprendió un viaje a Grecia sin su esposo justo después de la boda. Para más colmo, se dice que tampoco pasó sus últimos días junto a él. La inusual unión terminó en 1995 con la muerte del magnate.
Smith exigió durante años su respectiva herencia ante la corte, la cual rechazó su petición en defensa del hijo de su difunto esposo. Años después, la Corte Suprema de los Estados Unidos tomó una decisión concreta. La corte afirmó su postura y dejó sin un centavo a la viuda.
Sus últimos años
Problemas de peso y un reality show, que mostraba las peripecias de la modelo y los medios, mantuvieron a Anna Nicole como una figura popular en la prensa estadounidense. En 2006, tuvo la dicha de tener una hija, Dannielyn. Lamentablemente no todo puede ser perfecto. A los tres días de su nacimiento, su otro hijo, Daniel de 20 años, murió de una sobredosis. Smith jamás pudo superar su pérdida. La prensa se volvió loca. Mil y un comentarios y reportajes salieron a la luz.
Un año después, el 8 de febrero de 2007, a sus 39 años, la rubia dorada fue encontrada inconsciente en su habitación del Seminole Hard Rock Hotel and Casino en Florida. En la vida como en la muerte, Anna Nicole Smith fue noticia en todo el mundo. Como homenaje, el fundador de Playboy, Hugh Hefner, dijo a la prensa de entonces: «Ella era una muy querida amiga y significó mucho para la revista y para mí personalmente.»
Las autoridades anunciaron varias semanas después que la causa de la muerte fue una sobredosis accidental de fármacos. Smith había estado tomando nueve tipos diferentes de medicamentos en los días antes de su muerte.
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