Investigación

Banco del Alba: hundido en el fracaso

Desde sus inicios en 2008, esta entidad, creada para apoyar la integración socioeconómica de cinco países de la región, ha destinado 334 millones de dólares a proyectos transnacionales de los que no se conocen resultados. Nicolás Maduro fue uno de sus presidentes

Texto: Lisseth Boon
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Frente a la sede del Banco del Alba en Caracas, unas diez personas forman una fila a media mañana. No esperan entrar a la entidad sino sacar dinero de un telecajero del estatal Banco del Tesoro, situado en el mismo edificio de la avenida Solano, cerca del boulevard de Sabana Grande. Tampoco pretenden realizar un depósito o cobrar un cheque en esta institución, fundada en Venezuela el 26 de enero de 2008 por los presidentes de la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América, Alba.

A diferencia de otras entidades bancarias, el Banco del Alba (Balba) no es una agencia con taquillas abierta al público. Su sede se asemeja más a una oficina gubernamental, en cuya entrada cuelgan fotos de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Simón Bolívar. El personal de seguridad franquea el acceso a las oficinas por torniquetes. Se trata de un organismo financiero transnacional creado en ocasión de la sexta cumbre de la alianza bolivariana, para financiar grandes proyectos de integración socioeconómica de los países miembros: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, San Vicente y Las Granadinas —que se adhirió en 2011— y Dominica, en 2012.

Este viejo sueño de Chávez de escasa promoción ha destinado 334 millones de dólares para la “ejecución de 46 proyectos socioproductivos de la región”, aseguró Gustavo Hernández Jiménez, el 16 de enero de 2014 en VTV, quien es presidente del Banco del Alba por decreto presidencial N° 426, publicado en Gaceta Oficial 40.260. Pero seis años después de su apertura, no existen balances que demuestren los resultados de esta inversión.

En abril de 2014, Hernández también dio otros números. Durante la primera Reunión de Petrocaribe y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en Caracas, aseguró que la institución maneja el Fondo Alba Alimentos por un monto de unos 49 millones de dólares, del cual “se ha ejecutado más de 45% en proyectos reembolsables y no reembolsables”.

En la web de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario, Sudeban, no existen balances financieros de este organismo. Tampoco en la web del Balba se menciona el estatus de esos 46 proyectos. No son identificados por sus nombres y/o países donde estarían siendo desarrollados. Luego de una consulta entre economistas venezolanos se deduce que en el sector se maneja muy poca información sobre la entidad.

El monto de los financiamientos no ha permanecido estático a lo largo de seis años. Hasta octubre de 2013, el Balba había otorgado 298 millones de dólares en préstamos y tenía un capital suscrito de 836 millones de dólares, según declaró Hernández a Noticias 24 en esa fecha. En enero de 2014, tres meses después, había aumentado $36 millones más.

En aquella declaración, su presidente lo definió como un “instrumento financiero para la integración y avance social de todas las naciones que lo conforman”. Agregó que el organismo estaba abierto al empresariado público y privado venezolano así como de los países miembros. Financian exportaciones empresarias y que de esta herramienta de cooperación “nadie estaba excluido”.

El Balba nace como una respuesta al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), promovido por EEUU en los años 90 para suscitar la integración comercial en el continente, excepto Cuba. “El esquema inicial era convertirse en un ente de financiamiento internacional que contribuyera al desarrollo de la región como el Banco Interamericano de Desarrollo o la Corporación Andina de Fomento”, afirma Gustavo Márquez, ex ministro de Integración y Comercio Exterior, pionero junto a Chávez de la primera etapa del Alba.

“Este banco fue creado como un instrumento del Alba. Cada país miembro aporta parte del capital y parte de los principios de cooperación y solidaridad, no de la lógica del capital”, explica Márquez. “Apoya proyectos orientados a atender necesidades de las naciones, como infraestructura y telecomunicaciones, por ejemplo”, agregó, aunque no pudo dar detalle sobre alguno financiado por el Balba.

Aparte de su sede principal en Caracas, el Balba tiene una sucursal desde el año de su creación en la calle 40 de La Habana, Cuba, otro de los países socios. Entre los planes iniciales, estaba la apertura de una tercera oficina en Managua, para otorgar crédito a los productores locales con tasas de interés bajas, pero hasta la fecha no se ha concretado.
El anuncio de la sucursal en Managua lo hizo el propio Hernández en abril de 2008 a Reuters en Miami, cuando fungía de viceministro de Financiación y Desarrollo. En esa ocasión negó que el Balba competiera con el Banco del Sur, otra iniciativa de Chávez que pretendía convertirla en alternativa a instituciones multilaterales como el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, con mayor financiamiento de Brasil y Venezuela.

Otra distinción de este organismo es que las transacciones electrónicas se realizan con el Sistema único de compensación regional (Sucre), moneda oficial del banco que pretende sustituir la hegemonía en la utilización del dólar estadounidense para así “aliviar las asimetrías económicas y acrecentar el comercio entre los países miembros del Alba”, según el convenio constitutivo suscrito en 2010.

Según el informe de gestión 2013, Venezuela es el país de la zona sucre que más recibe fondos: 330 millones de sucres (XSU), es decir, 80% del total de XSU 414,8 millones asignados (Consejo Monetario Internacional Sucre). Al cierre del año pasado, se cotizó en 1,24 dólar por sucre.

Entre presidentes

Hernández, economista de la Universidad Santa María y doctor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, fue nombrado presidente del Balba vía decreto presidencial en agosto de 2013. No es el primer cargo que el también campeón de ajedrez ostenta en el gobierno chavista. De octubre de 2006 a enero de 2008, ocupó el puesto de Viceministro de Promoción de Inversiones del Ministerio para las Industrias Básicas y Minería. Entre 2008 y 2010, fue viceministro de Financiamiento para el Desarrollo Endógeno del Ministerio de Finanzas y director de la Oficina de Nacional de Presupuesto. En 2006 ocupó el puesto de viceministerio de Promoción de Inversiones.

Cuando asumió encabezar el directorio del Balba, quien fuera investigador del Banco Central de Venezuela entre 1994 y 1999, también sustituyó a Temir Porras en la presidencia del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) en septiembre de 2013. Aparte, el 6 de febrero de 2014, fue nombrado nuevo superintendente nacional de valores, al salir del cargo Gustavo Hernández Behrens. Desde 2010 hasta la fecha, es Viceministro de Hacienda del Ministerio de Planificación y Finanzas.

Hernández no sólo tiene funciones en Venezuela. También desde 2011 es miembro de la junta de vigilancia y primer vicepresidente ejecutivo de Evrofinance Mosnarbank, un banco ruso con sede en Moscú y oficinas en Pekín y Caracas, cuyo principal accionista es el Estado venezolano a través del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).
La cantidad de cargos que presume en la actualidad es inversamente proporcional a su exposición en los medios. Su bajo perfil lo distancia de su predecesor, Rafael Isea Romero, quien ocupó la presidencia del Balba apenas tres meses, de abril a julio de 2013.

Como breve presidente del Balba, Isea tuvo tiempo suficiente para viajar a Nicaragua y Bolivia, donde se reunió con funcionarios locales; presentó propuestas millonarias y ofreció préstamos cuantiosos. En julio de 2013, el ex gobernador de Aragua abandonó el cargo cuando el mandatario regional entrante, Tarek El Aissami, abrió una investigación por presunta corrupción. Desde septiembre de 2013, se encuentra en Estados Unidos, país desde el que envía mensajes vía Twitter, como sus opiniones en contra de las críticas hacia la polémica carta del ex ministro de Planificación Jorge Giordani. En su cuenta de la red social indica que es estudiante de posgrado de Johns Hopkins University.

En julio de 2013, el también ex ministro de Finanzas dio algunas luces sobre los proyectos que financiaba el banco: Alba educación —aplicación de un método educativo creado por pedagogos cubanos, que se ejecuta en Bolivia, Nicaragua y Dominica, beneficiando a un millón 300 mil personas—; Alba Cultura —que promueve al menos 4 premios regionales de narrativa y discográficos— y Alba Investigación Cultural, que incluyó becas y la impresión de 5 mil ejemplares de Un grano de maíz y del texto Estado y revolución, entre otros. No indicó los montos de cada programa financiado.

Acueducto a Nicaragua

Cuando Isea llegó a Managua en junio de 2013 declaró que le solicitaría al presidente Daniel Ortega participar en la construcción del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua: un megaproyecto con gran impacto regional, que uniría el océano Pacífico con el Atlántico.

La prensa nicaragüense recogió pasos de la visita y promesas del ex presidente del Banco del Alba en el país centroamericano. En ese mismo viaje, se reunió con ganaderos y productores de café, a quienes anunció el financiamiento de la construcción de una planta procesadora de leche, un matadero industrial en Managua, mejoramiento de unas 5 mil hectáreas de café —con una inversión de $7 millones— y el establecimiento de un mecanismo de financiamiento IntraAlba (comercio justo).

Hasta 2013, Nicaragua debería aportar unos 28 millones de dólares en cinco años al capital semilla de 2 mil millones de dólares. En octubre de 2012, ya un diputado de la Bancada Democrática Nicaraguense (BDN), Eliseo Nuñez Morales, calificaba como una “mala inversión y un engaño del gobierno la cuota millonaria que el país debía pagar para capitalizar el Banco del Alba”, sin que ningún sector productivo del país recibiera algún tipo de financiamiento. Ni siquiera se ha abierto la prometida oficina en Managua.

Textiles en Bolivia

Isea también tuvo la oportunidad de viajar a Bolivia, en junio de 2013. Anunció el aumento del fondo de financiamiento en $27 millones de dólares para fortalecer el aparato productivo boliviano. De ese total, $2 millones estarían destinados a la textilera boliviana empresa nacional estratégica de textiles (Enatex). El crédito que serviría para incrementar su capacidad de producción y atender el intercambio comercial con Venezuela.

Después que aquellos últimos viajes de Isea, como presidente del Balba, tanto a Nicaragua como a Bolivia, no se ha informado sobre el destino de estas promesas.
Justo un año después, la embajadora de Venezuela en Bolivia, Crisbeyle González, reconoció: “algo en lo que la Alba ‘cojea’ es justo en los intercambios comerciales”. Lo dijo en ocasión de la Feria de Complementaridad del Alba-TCP celebrada en La Paz, en la que el propio vicepresidente de la nación andina deploró la irregularidad de las relaciones comerciales entre empresarios de Bolivia y otros países del Alba, según un artículo del diario Los Tiempos.

Clímax solicitó entrevista el 2 de julio vía correo electrónico a través de la oficina de Relaciones Institucionales. También envió una solicitud en físico cuya recepción en despacho fue el 3 de julio. Llamadas telefónicas no fueron contestadas. Hasta el cierre de la edición, no se obtuvo la versión oficial del Banco del Alba.

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