Crónica

Buscando visa para un sueño, en Perú

El Gobierno de Perú informó que los venezolanos que quisieran pisar suelo peruano a partir del 15 de junio debían solicitar una visa en la sede diplomática. La medida desató confusión, preocupación, caos. Cientos de ciudadanos se acercaron al consulado en busca de una oportunidad, pero se chocaron de frente con la desorganización. Aunque algunos fueron afortunados al obtener el permiso para ingresar a territrio inca y la activación de las citas online calmó la euforia, el tormento todavía no termina para otros

FOTOGRAFÍAS: DANIEL HERNÁNDEZ
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Sashenka García y su esposo Luis Marciales lo tenían todo listo para viajar a Perú y visitar a su hijastra Isabella. Tras casi un año de separación, luego de que la pequeña de 10 años emigrara con su mamá a Cusco en septiembre de 2018, la promesa era verse otra vez en las próximas vacaciones. Ese era el plan, así que empezaron a sacar cuentas. En marzo de 2019 les entregaron las prórrogas del pasaporte venezolano, se aseguraron de que el descanso escolar de la pequeña coincidiera con el de ellos y el 27 de mayo compraron dos pasajes en la aerolínea Avior Airlines con fecha de salida para el 28 de julio. El reencuentro ya se había marcado en el calendario, solo faltaba hacer las maletas. Pero una decisión tomada al otro lado de la frontera casi estropeó el abrazo prometido.

El 6 de junio de 2019, el presidente de la República de Perú Martín Vizcarra anunció que los ciudadanos venezolanos que quisieran ingresar a la nación inca a partir del 15 de junio debían hacerlo con “pasaporte correspondiente” y solicitar visa humanitaria, de negocios o turista en el Consulado General del Perú, con sedes en Caracas y Puerto Ordaz. Los consulados peruanos en Colombia y Ecuador también estarían habilitados para los interesados en realizar el trámite.

VisaPeruana-cita5No importó el reconocimiento que hiciera el gobierno de Perú a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, la condena a las prácticas autoritarias de Nicolás Maduro que han generado una Emergencia Humanitaria Compleja ni la “flexibilización” de la entrada de los venezolanos. “Queremos asegurar una migración ordenada y segura. La migración ordenada es a través de un mejor control del ingreso de ciudadanos de Venezuela”, dijo el mandatario peruano durante la expulsión de 50 venezolanos que habían violado leyes migratorias y después de que el ministro Carlos Morán afirmara que las cifras de delincuencia se dispararon en Lima por la presencia de venezolanos.

Más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), convirtiéndose en el éxodo más grande en la historia reciente de Latinoamérica y una de las más grandes del mundo. Perú es el segundo destino escogido por quienes emprenden la huida para empezar una nueva vida con 859.659 ciudadanos, cifras de la administración del presidente peruano Martín Vizcarra. Aunque solo 486 mil han gestionado el Permiso Temporal de Permanencia. La nación peruana no es la única en regular el tránsito de venezolanos en sus territorios por medio de una visa puesto que Chile utiliza este mecanismo; Ecuador lo activó a partir de este 26 de agosto y Colombia estudia su implementación.

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Para Sashenka y tantos otros, la noticia de la implementación de la visa fue un balde de agua fría. Y las indicaciones para solicitar el visado, publicadas en la página web del consulado peruano, lo que hacían era aumentar el enredo. “Cuando ellos arrancaron pedían unas cosas, después dejaron de pedirlas, aumentaron la tarifa para pagar. Cambiaban un poco los trámites. Nosotros armamos nuestra carpeta a tientas, con el criterio Cadivi, porque realmente no fueron muy específicos en el portal”, expresa la mujer a Clímax. El único requisito que nunca se modificó fue la entrega de los antecedentes penales. “Fue lo que realmente a mí me asustó porque si eres venezolano y vives en Venezuela, ya sabes que cualquier trámite para uno es un estrés. Y resulta que tardó los días que legalmente dicen que tarda”. Armaron las carpetas y, esperanzados e ingenuos, se acercaron el jueves 4 de julio al consulado peruano, al este de la capital.

Una solución improvisada

VisaPeruana-cita4Caos, desorganización, confusión, cientos de personas con preguntas sin respuestas. Eso fue lo que vieron Sashenka y su esposo al llegar a la sede consular peruana, ubicada en la urbanización Altamira del municipio Chacao. “Al principio llego pensando que esa gente estaba pidiendo una visa humanitaria, que yo iba a pedir visa de turista y que debían atendernos en otra fila, en otro orden y no era toda la misma cola”. Pero la realidad era otra: cuenta que la calle residencial estaba a reventar, llena de más de 700 personas en busca de información y sin saber, a ciencia cierta, cómo proceder. No existía separación de trámites, entre visa humanitaria y turista, además de que solo atendían a 30 personas por día. “Ni siquiera te abrían la puerta, no te respondían las preguntas. Fue muy traumático”. Resalta que “muy pocos venezolanos” estaban ahí para gestionar la visa de turista; la mayoría iba en busca del permiso humanitario.

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El Consulado de Perú no garantizaba una organización para la gente que había llegado queriendo hacer la solicitud del trámite, por lo que los venezolanos buscaron un método para ordenarse. Crearon listas no oficiales y grupos de Whatsapp, cada uno con 30 personas, el número de venezolanos que aceptaban por jornada, y con un “líder” encargado de pasar la información y llevar el control. Sashenka recuerda que ese día sus posiciones en la lista pasaban del número 750.

El modus operandi empezó a ser otro: los interesados debían asistir diariamente al consulado para asegurar el puesto y que más nadie ocupara sus lugares. Incluso, varios venezolanos pernoctaban fuera de la sede diplomática para montar guardia, con miedo a perder la oportunidad de pasar. Todo, sin aval, autorización o aprobación de funcionarios peruanos. “Las listas sí funcionaban, aunque el consulado diga lo que diga. Hubo conflicto, sí. Pero la gente entraba y eso fue lo que hizo que bajara el ‘bululú’ afuera”, explica Sashenka. Agrega que, “por más bien que se portara la gente”, la gran cantidad de personas llamó la atención de las autoridades venezolanas quienes se acercaron al sitio para colaborar con el orden. “La policía iba y trataba de ayudar a que las listas se respetaran porque se dieron cuenta de que esa era la única forma de que medianamente estaba operando todo. Ellos iban, revisaban a quién le tocaba, veían las cédulas de las personas. Pero todo esto era venezolano, no tenía nada que ver con la gente del consulado. A ellos les sabe. Si alguien se coleó o no hizo la cola o llegó ese día y decidió ser macho y decir que entraba primero, podía hacerlo”. VisaPeruana-cita3Sashenka y Luis comenzaron a ir casi todos los días al consulado con la esperanza de que les dieran una respuesta, de que los atendieran. “Mi vida entró como en una cápsula. Vívía para saber qué pasaba en el consulado”, confiesa la mujer. Lo mismo hizo desde el martes 9 de julio Miriam Borges con su esposo. No le importaba su tercera edad ni los kilómetros que tiene que recorrer desde Maracay, estado Aragua, hasta Caracas ni la “roncha” con el transporte público. Ella igual se levantaba a las 2 de la madrugada para salir de su casa a las 4 y llegar lo más temprano posible al consulado peruano para ver si lograba ser atendida. Todo para conseguir el permiso que le permitirá ver nuevamente a sus hijas y a su nieto, quienes emigraron a Perú hace dos años.

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Aunque las listas se crearon con la finalidad de ordenar el caos, y la gente lo intentaba, la idea no fue del todo efectiva, considera Miriam. “Todo esto se presta a mafias porque está el que tiene dinero, está el que no y entonces tienes que cumplir tu orden como es. Pero vienen los vivos”. Detalla que el 8 de julio “armaron 24 listas. ¿Cómo vamos a tener chance de pasar los del día 9, si solo pasan 30 diarios? Ese gentío sigue y no han depurado las listas. Siempre es la ley del más vivo”, se queja la sexagenaria. Afirma que había personas ofreciendo “agilizar” el proceso, adelantar unos cuantos puestos en las listas, a cambio de 150 dólares.

Ganarse la lotería

La situación fuera del consulado, sumado al pasar de los días y acercarse la fecha del viaje, le provocó mucha angustia a Sashenka. Si posponían la ida a Perú, además, debían pagar mínimo 150 dólares de multas a la aerolínea, que nada tenía que ver con la decisión del consulado. Para ella, la implementación del trámite no era el problema, sino las formas de proceder. “Yo respeto las decisiones de cada país, es innegable que se está yendo mucha gente por la misma situación que vivimos en el país. Lo que no debe ser es que implementes un sistema mal y que sea un maltrato al otro”. Escribieron un correo electrónico al Consulado de Perú, pero no respondieron.

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Fue cuando decidió crear el hashtag #UnaVisaParaVerAIsa en Twitter, para ver si lograba llamar la atención de los funcionarios de la Cancillería de Perú. “Todo el mundo trató de apoyarme porque sabían que esto era un viaje, que así sea de turismo, uno tiene sus derechos, pero encima tenía un componente afectivo que fue lo que a mí más me disparó”, expresa.   Pocos días antes de la fecha del viaje, aunque parecía imposible, las buenas noticias empezaron a llegar. La primera, la solidaridad: el “líder” del grupo de Whatsapp que llevaba la lista donde estaban los nombres de Sashenka y Luis les avisó que se habían rodado unos puestos por personas que no tenían todos los documentos, y que les cedían la oportunidad. “Aunque a mi esposo y a mí no nos tocaba, el mismo grupo decidió que nosotros pasaramos primero para que pudiéramos ver a Isa. Creo que es algo que yo voy a agradecer toda la vida. No tenían porqué hacerlo”. VisaPeruana-cita2La segunda: la diligencia tardía. El día que les tocaba dormir fuera del consulado para entrar a la mañana siguiente, fueron contactados por una funcionaria del Consulado de Perú. “Me escribió primero porque sabes que nadie llama primero, se identificó y me dijo que habían leído todo, que lamentaban la situación y que fuéramos al día siguiente a una hora específica para poder hacer el trámite y así lo hicimos”. Les recibieron los documentos, cancelaron el arancel de 30 dólares en tasa oficial del BCV y ese mismo día en la tarde fueron a buscar los pasaportes con los permisos. El viernes 26 de julio, dos días antes de montarse en el avión rumbo a Perú, les entregaron la visa para ver a Isa. “Finalmente el cuento tuvo un final feliz, afortunadamente, pero sí fue muy estresante, mucho”. Consuladoperufoto3

Si no es lo uno, es lo otro

En un comunicado oficial del Consulado General del Perú en su sede de Caracas, se informaba que a partir del 26 de julio la plataforma estaría operativa para que los venezolanos pudieran solicitar la visa de manera electrónica. Indicaban que a partir del 19 de agosto las citas atendidas serían las que se hubieran consignado en la página web. “Por lo tanto, no se atenderán solicitudes de citas presentadas en ventanilla”, decía el papel pegado en una pared del organismo.

Pero el 26 de julio llegó, pasó y la opción para tramitar las visas por Internet seguía sin aparecer. Eso era lo que Gloribet Cuicas seguía esperando el 30 de julio frente al consulado peruano: una solución más organizada que las “dichosas listas”. Aunque vive en Los Valles del Tuy, se trasladaba casi todos los días desde el martes 9 de julio, pero la cantidad de personas que asistía con la misma intención que ella y la desorganización hizo que la oportunidad de pasar y obtener su visa humanitaria se convirtiera en una opción lejana. “La gente se está coleando y no están siendo sinceros. Ayer nos reunimos y no había ni 200 personas y por delante tengo 480 personas. Quedé en una lista opcional, puede que pase el 16 o puede ser que no. Si sacan a las personas que no han venido, yo creo que sí pasamos”.

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La joven docente de 24 años desea emigrar a Perú en busca de mejores opciones laborales. “No me alcanza el dinero para establecerme, independizarme. Perú sería esa puente para ir más allá y ver qué otras oportunidades encuentro”, expresa. “Si no paso antes de que salgan las citas, después tengo ese chance”. Otra posibilidad es viajar hasta Colombia para tramitar la visa desde allá. “Mucha gente se está yendo a Bogotá, supuestamente el trámite es un poco más factible”. El 9 de agosto fue habilitado el sistema de citas por Internet, según información consular oficial. Ángel Alvarado, quien esperaba poder ingresar al consulado desde el 12 de julio por medio del método de las listas, fue de los primeros en meterse en la página y pedir la cita para la visa humanitaria, que le fue otorgada para el 19 de agosto. “Sale un funcionario del consulado con la lista de las personas de ese día, los ordena afuera y pasan. Te revisan los papeles y te dicen que te informarán por correo en 10 días hábiles si te la aprueban o no. Es un proceso rápido”, dice el joven oriundo de Barquisimeto, estado Lara.VisaPeruana-cita1 “Las listas de desecharon”, agrega. Al parecer, la organización peruana se impuso. Ahora el problema es otro. “Una chama del grupo de Whatsapp de las listas se metió ese mismo día en la noche y la cita le salía para octubre”. “Hoy una muchacha se logró meter y se le daban para febrero”, agrega su amigo José Ordoñez, quien también está a la espera de la aprobación del visado humanitario.

Mariana Guanipa no llegó a tiempo, no pudo pasar al consulado con el sistema de las listas implementadas por los propios venezolanos para tener algo más de orden. Su plan de emigrar a Perú ya no le parece tan buena idea como hace tres meses cuando decidió que ese sería su destino. “A un amigo le dieron la cita para enero, no vale la pena esperar tanto”, suelta. Luis Eduardo García piensa lo mismo. Es por eso que su objetivo ahora es otro: “El 25 de agosto abren las citas en el consulado de Ecuador. Hay que estar pendiente”.

A un mes de la implementación de la medida de la visa peruana, los números hablan: los índices de migrantes venezolanos que han ingresado a ese territorio han disminuido. La Superintendencia Nacional de Migraciones detalla que, mientras en junio entraron 44.756 personas, en julio la cifra bajó a 3.815, una diferencia de más del 90%. Incluso, la nueva política migratoria peruana ha ocasionado que bajara el número de ingresos y salidas de venezolanos: en junio entraron 88.114 y en julio tan solo ingresaron 18.944 venezolanos a Perú.

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