Opinión

Caracas no necesita ni quiere un himno chavista

Un nuevo despropósito para distraer a un pueblo ahogado en pesares planifica el chavismo: cambiarle el himno a la capital. No se conformó con la bandera y escudo nacional, no. Ahora va contra un símbolo solo porque el comandante, el muerto, el que nunca tuvo glorias, no aparece

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Confieso que hasta el día de hoy no había leído con detenimiento la letra del Himno de Caracas. Lo hice por la reciente convocatoria que ha hecho la Cámara Municipal llamando a concurso a todas las orquestas sinfónicas, escuelas de música, poetas y escritores del país para que escriban la letra y compongan la música de un nuevo himno. ¿Qué tiene de malo el que tenemos? Pues que no sale nombrado Hugo Chávez, tan sencillo como eso.

El afán revolucionario por destrozar la simbología e iconografía de Venezuela ya ha conquistado la bandera, el escudo de armas y la imagen de Bolívar. Los ojos de Chávez brillan cristalizados en mosaicos sobre las escalinatas de El Calvario y, de aprobarse el Proyecto de Reforma de la Ordenanza de los Símbolos del Municipio Libertador, tanto sus ojos como su boina estarán plasmados en un nuevo escudo para Caracas. Fuera Santiago de León, bienvenido el omnipresente Comandante nacido bajo el signo Leo.

Ahora es el himno. Este cambio ya lo había asomado Jorge Rodríguez durante su juramentación en 2013 como Alcalde del Municipio Libertador. Entonces habló de su enemistad rotunda con el conquistador Diego de Losada por lo que hizo a los caraqueños. Está bien, pues, la gente puede estar brava con el personaje histórico que le plazca. A mí Juan Vicente Gómez me molesta, por ejemplo, pero tampoco ando por ahí en 2015 culpándolo por el desastre del país.

Sin embargo, esa idea permaneció engavetada hasta que el Presidente de la Cámara Municipal de Caracas, Nahúm Fernández, convocó el concurso argumentando, al igual que Rodríguez, que el actual himno “integra en prosa el encuentro entre Diego de Losada y nuestros aborígenes como si ‘fuera sido’ [sic.] un encuentro satisfactorio”.

El himno de Caracas fue escrito por José “Chelique” Sarabia, compositor de la famosa canción “Ansiedad” y “Chinita de Maracaibo”. Como él mismo explicó en una entrevista que concedió al extinto programa de televisión Aló Ciudadano, la canción de Caracas era el “Gloria al Bravo Pueblo” que fue  adjudicada en 1881, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, a todo el país como el Himno Nacional de Venezuela.

Como la ciudad capital no tenía himno se llamó a concurso durante décadas sin dar con un ganador. En 1960, el Cabildo de Caracas escogió la música compuesta por el compositor italo-venezolano Tiero Pezzuti y en 1984, en un concurso presidido por el Maestro José Antonio Abreu como jurado calificador, se escogió la letra de Sarabia.

“Es uno de los más grandes honores que me llevaré a la tumba”, declaró Sarabia en esa entrevista. Un honor que el chavismo no le perdona por la sencilla razón de que también compuso la letra de “Ese hombre sí camina”.

¿Para qué hacer una fanfarria mediática con el cambio de un himno que no necesita ni refrescamiento, ni actualización, ni correcciones históricas? Porque el chavismo necesita que los venezolanos hablen de otra cosa que no sea el desabastecimiento, la criminalidad o que el PSUV ocupa el tercer lugar de preferencia entre los electores para las venideras elecciones parlamentarias según la última encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos.

¿Quieren borrar algo simbólico en beneficio de no solo a los caraqueños sino a todos los venezolanos? Comiencen por su control cambiario. Eso sí necesita un cambio urgente.

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