Conversación con

El velorio de una casualidad

Cuando las casualidades se cruzan y un supuesto se hace real es imposible no sorprenderse. Pero a veces esas causalidades conllevan a lamentos, problemas o investigaciones judiciales inverosímiles que, como la espada de Damocles, amenazan contra los protagonistas del asombro. Otros pagan las consecuencias de decir cosas en el momento o lugar incorrectos

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Luego de los ataques a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, más de 45 películas en fase de postproducción tuvieron que ser re-editadas o pospuestas para no mostrar escenas en las que apareciera la recién desaparecida estructura. El caso más infame fue el de la película El Hombre Araña. Su trailer, lanzado días antes de los ataques, mostraba al súper héroe tejiendo una red entre las dos torres para capturar a un helicóptero. El mundo está lleno de casualidades sobre las que no tenemos control. “Qué se me quemen las manos si, para mi propio peculio, he tocado las arcas del Tesoro Nacional”, diría Rómulo Betancourt en 1960. Días después se dirigía a los venezolanos para hablarles sobre un atentado en su contra. Una bomba explotó cerca del carro presidencial, tenía las dos manos vendadas por las quemaduras. Las casualidades son imprevisibles porque necesitan del cumplimiento posterior del hecho predicho para que se les califique como tal. Son circunstancias que asombran y que hacen que Porfirio Torres tenga más material para narrar en su programa “Nuestro insólito Universo”. Lo lamentable es cuando estos hechos circunstanciales son manipulados para hacerse ver como una coincidencia tan fantástica, que podría llegar a pasar por parte de un plan conspirativo.

El vil y terrorífico asesinato del diputado Robert Serra ha sido objeto de este tipo de manipulación circunstancial. Más allá de resolverse, el caso ha sido objeto de acusaciones poco profundas basadas en meras casualidades. El diputado Freddy Bernal ha solicitado una investigación en contra de su homónimo Carlos Berrizbeitia, por decir en un debate en la Asamblea Nacional, horas antes del asesinato que: “ustedes [el Gobierno] tienen los días contados”. Para fundamentar su acusación, Bernal declaró lo siguiente: “¿Fue una orden a través de la televisión que se dio? ¿Fue una inducción a cometer delito?” La lógica de todos, con la excepción de Bernal, reconoce que no es una inducción al delito. Es común en todas partes del mundo que un diputado emplee una frase como la dicha por Berrizbeitia para referirse a quienes detentan el poder. De prosperar esa investigación, habría que hacer una revisión histórica de todos los debates en la Asamblea Nacional para comprobar si ocurrió un asesinato cada vez que esa frase ha sido pronunciada. Por coincidencia también cayó en el tapete de las casualidades la caricatura de Roberto Weil para la revista Dominical, encartado del Diario Últimas Noticias. La misma satirizaba en tono jocoso un velorio donde una rata yacía en un ataúd, mientras otra pronunciaba un panegírico de la siguiente forma: “Nuestro querido Miguel que honesto, colaborador y solidario… lo recordaremos siempre como una tremenda rata”. descarga Tras considerar la conmoción nacional por el impactante hecho, Últimas Noticias decidió, con el consentimiento de Weil, retirar la publicación de la sátira. Vale acotar, según declaró el caricaturista en Twitter, que dicho archivo, fue entregado al diario dos semanas antes de su publicación y como consecuencia dos semanas antes del asesinato del diputado Serra. Sin embargo, la foto logró colarse en las redes sociales e inexplicablemente se vinculó al diputado fallecido con el contenido de la caricatura en cuestión. Prueba de ello son las duras críticas que el caricaturista recibió desde las más altas esferas del Gobierno. “Eres un miserable hijo de puta”, le escribió en Twitter el Gobernador del Estado Aragua, Tareck El Aissami. En otro tuit le colocó: “Basura es lo que eres. FASCISTA. Respeta al pueblo”. El Vicepresidente de Agitación, Propaganda y Comunicación del PSUV, Ernesto Villegas fue más comedido en sus palabras al decir: “Conviene recordar cómo se coló el ejemplar fotografiado y qué ‘inspiró’ al autor para dibujar esto 15 días atrás”. Coincidimos con Villegas, sería bueno conocer quién circuló la foto del ejemplar con la caricatura que se retiró con el consentimiento expreso de Weil. Pero si el Gobierno cree que este velorio de ratas está relacionado con un lamentable asesinato en específico, y que Weil tuvo una inspiración a futuro como si fuese Nostradamus, conviene también recordar que en septiembre hubo más de 400 decesos por muertes violentas. Mucho antes del sentido fallecimiento de Serra, ya había decenas de asesinatos que lamentar. Por ello, si es cuestión de contar días, tan solo en los dos últimos fines de semana entraron 108 cadáveres a la morgue de Bello Monte. Fueron los dos fines de semana más violentos en Caracas en todo el 2014. ¿Es esto una caricatura? No. Como tampoco lo es una casualidad. Y esa es la pura y única realidad.

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