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Chus Lampreave: la auténtica Chica Almodóvar

Ocho películas la convirtieron en la más consecuente intérprete a las órdenes del laureado director Pedro Almodóvar. Llegada al cine por carambola, enamorada de la pintura, cautivó al realizador que lamentó no haber podido acomodar un personaje para ella en apenas dos de sus cintas. Pero Chus Lampreave brilló frente  la cámara en más producciones. Ella es una de las actrices que le dio rostro al cine español 

Fotografía: Hoyesarte.com
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Chus Lampreave, siempre estelar en sus papeles secundarios, es hoy la protagonista de los portales de noticias y las redes sociales. María Jesús Lampreave -nombre de pila de la actriz española- falleció a sus 85 años en el Hospital Torrecárdenas en la provincia de Almería, al sur de España, por causas aún desconocidas.

Lampreave era de aquellas actrices que estremecía a su audiencia hasta hacerlos reír y llorar con sus más de 80 intervenciones en filmes. «Lo siento señorito, pero yo soy testiga de Jehová y mi religión me prohíbe mentir» –frase pronunciada cuando interpretó en Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)- marcaron un antes y un después en el cine ibérico. Su talento añejo y mejorado con los años, casi siempre ligado a roles de abuelita, la llevó a ser reconocida como una de las “Chicas Almodóvar”, a pesar de no haber sido “amor” a primera vista. A Pedro Almodóvar le dijo dos veces no, en Pepi, Luci, Boom… (1980) y en Laberinto de pasiones (1982). La tercera fue la vencida. Su sor Rata de Callejón de Entre tinieblas (1983) fue su primer personaje con el director.

La dupla se volvió inseparable desde entonces. Rodaron juntos ocho películas, entre la que destacan sus actuaciones en Matador (1986), Hable con ella (2002), Volver (2006), Los abrazos rotos (2009). Pero su carrera va mucho más allá, con más de 80 producciones de cine y televisión y una capacidad para seducir a los más grandes cineastas.

La madrileña nacida el 11 de diciembre de 1930 obtuvo su único Goya, como mejor actriz de reparto, gracias al papel de doña Asun de Belle Époque (1992), película que le valió el Óscar al director Fernando Trueba, con quien también rodó El año de las luces (1986) y El artista y la modelo (2012). Y con su homólogo José Luis Cuerda formó parte del equipo de una de las comedias de culto de la filmografía española, Amanece que no es poco (1989).

Todo esto a pesar de que siempre dijo que no era una actriz vocacional, lo suyo era la pintura: estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, hasta que Jaime de Armiñán la «descubrió» y la introdujo en la televisión.

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