Íconos

Constanza Oquendo, hilvanando su futuro

Los esbozos de un proyecto universitario, que se armó con afables zurcidos y materiales reciclables, devinieron pasarelas y alta costura. Constanza Oquendo es una diseñadora venezolana que da sus pinitos en el mundo de la moda, y a pesar de que la carrera para ella apenas comienza, su travesía promete un buen kilometraje

Anastasia Camargo
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Además de conocer brocados y lentejuelas, Constanza es Comunicadora Social, egresada de la Universidad Monteávila, licenciatura con la que se aventuró, dejando de lado patrones de costura, su verdadera pasión. Lo que nunca imaginó, sería que la propia carrera la acercaría al mundo del dedal: “en segundo año hicimos una revista como proyecto para la materia de Publicidad y Mercadeo. Yo hice unos vestidos con materiales reciclables. Cuando mi papá vio el resultado se sintió muy orgulloso y decidió regalarme un curso básico en el Brivil: Instituto de Diseño Ambiental y Moda Ambiental”, recuerda.

El tiempo no pasa en vano y los conocimientos buscaron su evolución natural. Así se comenzó a tejer la historia de aquella joven universitaria que salía a la calle a engalanar sus propias piezas. Sus amigas, no tardaron en adoptar el estilo y como buenas clientes desencadenaron el furor del boca a boca. En febrero de 2012 se comenzó a gestar la primera colección homónima, que se lanzó en julio del mismo año: Constanza Oquendo Ready To Wear 2012.

Desde entonces, el resto es historia y notoriedad. No en vano el entrevistador de CNN en Español, Ismael Cala, la seleccionó como parte de su combo de entrevistados venezolanos, en su más reciente visita a Caracas. “Cuando nos llegó el correo informándonos de la entrevista, nos emocionamos muchísimo. Estaba nerviosa porque es una persona súper influyente, de trayectoria internacional y además alguien que personalmente admiro”.

Su última colección Fête Galante, se presentó al público en noviembre 2013. “Es la compilación que más trabajo previo ha tenido. El proceso siempre es diferente. Con mi colección Plancton —diciembre 2012— no tenía nada planeado y fue una tela la que me regaló la inspiración. En el caso de Britannia Bay, quería buscar algo más fresco, veraniego y muy diferente a la anterior donde el look era más fuerte y como de guerrera apocalíptica”, afirma entre risas.

Acerca de la moda en Venezuela concluye que la industria está en crecimiento: “tuvimos una época de auge que nuestra generación no pudo disfrutar. Espero que lleguemos a un punto en el que podamos tener semanas de la moda en Caracas”. La fórmula se siente visible: impulsar el consumo de los productos manufacturados en casa. “Yo estaba clara de que me estaba lanzando a un mercado duro, que consume mercancía importada renegando la nuestra. Hay que poner mucho esfuerzo para que la gente confíe en ti, por ofrecer un producto de calidad, una pieza que sea única y con un diseño innovador. Lo que no se consigue en una tienda por departamento”.
Quedan por cumplir sueños e internacionalización. Fantasías de envolver en vaporosas organzas a íconos de la elegancia como Rania de Jordania o hasta explorar los recovecos de la moda experimental y ataviar a la excéntrica Lady Gaga. Un futuro que se aclara con el afianzamiento del presente. Todo indica que el camino es acertado.

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Video: Andrés Cupello

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