Bajo el lema “descubre hoy los fotógrafos del mañana”, la venezolana Marienna García-Gallo fue seleccionada como una de las diez finalistas de los premios Unionwep 2016, portal que presenta fotografías de matrimonios desde ópticas que rompen moldes.
García-Gallo zigzaguea entre los blancos y negros fuertemente contrastados y la sutileza de los colores pasteles al documentar fotográficamente las uniones. Con ángulos captados en el detrás de cámaras, fuera y dentro de la Iglesia, consigue posicionarse como una de las promesas de la fotografía de bodas en el sur de Europa. “Para mí es un gran honor que, en tan poco tiempo, ya mi trabajo sea reconocido aquí en España. No ha sido fácil el proceso migratorio, pero siempre el esfuerzo que uno realiza da los frutos que uno siembra”, explica. Una vez en el viejo continente, estudió en la Escuela Black Paper de Madrid.
La abogado de profesión llegó a la fotografía desde la década pasada y a los centros de arte en 2009, con su contribución en la exposición colectiva Papel, presentada en la Galería Blasini de Caracas. En ese año, también participó en el 34º Salón Nacional de Arte Aragua, en el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu (MACMA). Desde entonces, ha sido parte de cinco exposiciones conjuntas en España y Venezuela. También ha presentado su trabajo de forma individual: 37 días (2009) en La Guayaba Verde, Caracas, y Línea Amarilla en Montaña Creativa, Caracas (2011) y Leka Leka, Madrid (2012).
Formada en los talleres de Roberto Mata y la Organización Nelson Garrido, García-Gallo tiene publicaciones en los medios impresos criollos: El Nacional, TalCual, El Universal y Revista MONO difundieron a las masas sus fotografías. En 2015, su trabajo fue seleccionado en el festival PHE2015, reconocido alrededor del mundo, así como en Slideluck Caracas y Slideluck Madrid.
Su voluntariado en las cárceles venezolanas fue su punto de partida. Tal como explica en su biografía de su página web “las problemáticas sociales, específicamente las que atraviesa su país, son el eje fundamental de gran parte de su obra. Estas situaciones la llevan a sumergirse en este mundo y a explorar para hacer que el espectador reflexione y se cuestione cosas”.
Actualmente residenciada en Madrid, maneja la empresa EMOTION & MOTION de la mano de su esposo Daniel Ruiz Hueck, un cineasta venezolano. Juntos se encargan de captar a las parejas en formato multimedia y buscan transmitir su esencia en cada imagen. “Nos gusta decir que somos más que una empresa de video y fotos de boda, somos artistas y nos entregamos a cada proyecto y a cada pareja como si fuese la única”, explican en la biografía de su sitio web. El dúo ha fotografiado nupcias en Miami, Nueva York, Suiza, Panamá, Dubai, Republica Dominicana, España y Venezuela.