Ambiente

Japón usa muro de hielo para frenar filtración en Fukushima

Los japoneses esperan no tener más filtraciones nucleares en mares con la aprobación de una estructura de refrigeración instalada bajo la planta de Fukushima. Agua contra agua, aunque en distintas presentaciones

Fotografía: AP
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En un intento casi desesperado por aminorar el agua contagiada de la zona y con el tardío desmantelamiento de la planta de Fukushima a cuestas, la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) aprobó la nueva barrera nipona entre la sanidad y la contaminación: una estructura de refrigeración que cercará los edificios dañados de los reactores nucleares de Fukushima.

La estructura, cuya construcción culminó el mes pasado, es considerada la clave del éxito para resolver los problemas de agua de la planta. Las casi 800.000 toneladas de agua radioactiva que ya están almacenadas en 1.000 tanques industriales en la planta han impedido descontaminar y desmantelar la instalación nuclear, que fue destruida por el terremoto y tsunami de 2011.

El operador de la planta, Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), afirmó que planea encender el llamado muro de hielo este jueves e iniciará con la zona que está más cerca del mar para minimizar el riesgo de filtraciones al Pacífico. El sistema consta de tuberías diseñadas para congelar el suelo en torno a ellas como si fueran paletas gigantes, llegando a formar un muro de 1,5 kilómetros alrededor de los edificios de las turbinas y los reactores para contener el agua radioactiva y alejarla del agua subterránea.

“Esta operación supone un desafío, y es necesario llevarla a cabo con extrema atención y disponiendo de todos los datos necesarios (para su seguimiento)”, dijo al término de la junta celebrada hoy el presidente de la NRA, Shunichi Tanaka.

El regulador ha querido analizar con atención este proyecto, planteado originalmente en 2013, hasta certificar que TEPCO, que cuenta con un largo historial de negligencias, puede gestionar correctamente este sistema sin provocar fugas adicionales de agua radiactiva en las instalaciones.

El proyecto, propuesto por el gigante de la construcción Kajima Corp., lleva más de un año de retraso por incertidumbres técnicas. Algunos expertos aún están escépticos de la tecnología usada y de los futuros resultados, además de cuestionarse los 35.000 millones de yenes (312 millones de dólares) invertidos por el gobierno asiático.

Durante una reunión del miércoles en la agencia reguladora nuclear, su director Shunichi Tanaka advirtió a la población de las altas expectativas, pues el éxito del proyecto depende, en buena parte, de la naturaleza.

Métodos similares se han utilizado para bloquear agua en partes de túneles y subterráneos, pero aún no se ha probado una estructura tan grande para rodear cuatro edificios e instalaciones relacionadas. Un muro de menor tamaño fue utilizado para aislar desechos radioactivos en un laboratorio del Departamento de Energía estadounidense en Tennessee, aunque solo durante seis años.

Al preguntarle en una reunión si el muro vale su inversión, el funcionario de respuestas a accidentes de TEPCO, Toshihiro Imai, respondió que «su efecto aún es desconocido, porque el resultado esperado está basado en simulaciones».

La primera de las tres fases del procedimiento para crear el muro durará unos tres meses y se cree que los efectos del mismo empezarán a percibirse dentro de unos 40 días, aproximadamente.

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