Entrevista

La Venezuela sin escasez de Agustín Otxotorena

El empresario vasco Agustín Otxotorena se convirtió en baluarte internacional del chavismo. Por unas fotos de su Facebook está en boca del mundo. Su propósito es demostrar que en Venezuela no hay hambre ni escasez, desmontar "matrices mediáticas". ¿Será otro personaje usado para ocultar realidades por mentiras? Saque usted sus propias conclusiones

Texto: Dulce María Ramos
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Agustín Otxotorena es un empresario y consultor vasco. Es militante del Partido Nacionalista Vasco. Viajaba mucho por negocios a Francia, China y Rusia hasta que un diputado de la oposición, cuyo nombre nunca reveló, lo trajo a Venezuela hace diecisiete años. Además tiene una relación muy estrecha con Pepe Mujica, expresidente de Uruguay. Otxotorena hace unos días era un desconocido hasta que publicó en su Facebook unas fotos donde indicaba que es mentira que los supermercados estén vacíos en el país y que exista una hambruna. Estas fotos se hicieron virales y de inmediato apareció en medios españoles y extrañamente en medios venezolanos complacientes al Gobierno como VTV, RT, Telesur -hasta tres veces en un día-, Aporrea, AlbaCiudad, La Iguana, Ciudad CCSCorreo del Orinoco, entre otros.

A este empresario, que considera El Rosal como el centro de Caracas y afirma que en el Fresh Fish Market de Altamira no entran los pobres, lo contactó Clímax. Se le invitó a un supermercado para conocer esa realidad que pregona en sus redes, pero se negó. Alegó que ha sufrido amenazas de gente de la oposición y que no puede andar libremente. Así que la entrevista transcurrió en el Hotel Meliá Caracas, lugar que curiosamente visita con frecuencia según consta las fotos publicada en su perfil de Facebook.

Aunque Otxotorena niega su vinculación directa con el Gobierno, acepta su simpatía con el proceso revolucionario. Maneja un discurso utilizando los mismos argumentos del chavismo. El mismo disco rayado que hace rato trina con impudicia: “guerra económica”, “odio profeso a los líderes de la oposición”, “todo es culpa de la Cuarta República”. Sin embargo, su verborrea, nada intelectual ni innovadora, se torna contradictoria —galimatías oscuras— cuando acusa al gobierno de Maduro de regalar la comida a los pobres y de ser el culpable de la delincuencia.

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¿Será Agustín Otxotorena otro personaje más usado por el chavismo para sustentar sus mentiras? Saque usted, estimado lector, sus propias conclusiones.

¿Es cierto que Ud. hizo negocios con el Gobierno para la importación de cerdos a Venezuela?

—Yo no importo nada, yo hago consultoría. Eso es mentira, hemos hecho el protocolo entre España y Venezuela. Logré retomar un convenio que estaba muerto hace quince años, no se podía traer un kilo de cerdo al país. En dos años lo logramos, firmó la embajada española y el Gobierno. Nos invitaron a la firma en reconocimiento a nuestro trabajo, yo no firmé nada  Yo no saco dinero del gobierno de Venezuela.

Cuando se recorren las calles del país uno escucha a la gente quejarse de la crisis, su descontento y usted muestra al mundo unas fotos posando con productos que no son de primera necesidad, ¿por qué negar la realidad de Venezuela?

—Yo no niego la crisis en Venezuela, sé que la gran mayoría de los venezolanos la están pasando mal, porque la clase baja y la clase media, que es la gran mayoría, está sufriendo. Durante años el chavismo ha regalado la comida, así como está regalando la gasolina, la electricidad, el agua; en cualquier otro país de América Latina o del mundo la gente no puede pagar los servicios. Además la comida en el mercado internacional cuesta lo que cuesta. El Gobierno ha estado comprando la comida en dólares y vendiendo en bolívares a precios muy baratos, regalando la comida porque había que alimentar al pueblo  A las empresas privadas no les interesa vender productos de la canasta básica, por eso cogen el arroz, lo saborizan y lo venden al precio que ellos quieren; así con muchos productos, a unos precios prohibitivos.

Entonces, ¿por qué en su perfil de Facebook no pone las fotos de las colas?

—Yo no tengo que poner las fotos, las colas le han dado la vuelta al mundo. Reto a cualquiera a revisar los periódicos y vamos a ver todo lo negativo de Venezuela, muchas veces distorsionado. No me dedico hacer fotos de las colas porque es público y notorio. Lo que no recoge los medios internacionales es la otra parte, la parte normal que vive, respira, va al cine, a la universidad, que tienen problemas pero come. Están mostrando una imagen de Venezuela como si aquí hubiese una hambruna como la de Etiopía y muriesen todos los días niños de hambre, cuando eso pasa en Colombia y otros países de América Latina. Eso no sale en los medios internacionales. Se juntan 50 personas en Venezuela y hacen un zaperoco el otro día y callan cuando miles de personas en París son reprimidas salvajemente, callan que hay 40 o 50 disturbios en España, magnifican y llevan a las portadas de todo el mundo las protestas que hay en Venezuela por pequeñas que sean. Yo en mi Facebook publico la Venezuela bonita, la que va al teatro, la que disfruta de un domingo con su familia, la Venezuela popular. Vemos los cines llenos, abarrotados. Evidentemente, habrá mucha gente que no podrá hacer eso, pero no es muy diferente a la realidad de cualquier país latinoamericano. ¿En Argentina todo el mundo vive estupendamente? ¿En Guatemala, Colombia, México, Brasil, no hay indigentes, no hay gente muriéndose de hambre, no hay problemas? Yo no niego la realidad de Venezuela.

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¿Por qué sus fotos se hicieron virales y precisamente en España?

—Mis fotos se hicieron virales porque en España a la gente la están engañando. Va la Lilian Tintori con su discurso de libertad y de presos políticos, no se habla de la otra Venezuela. En los periódicos españoles se ha publicado que aquí la gente come perros, gatos y palomas. Hay una Venezuela rica y no es la Venezuela boliburguesa. Yo no niego que hay boliburgueses pero serán el 1%. Podemos ir tú y yo ahora a la Lagunita Country Club, a El Peñón a cualquier sitio del Este de Caracas y contemos cuántos boliburgueses hay y cuántos militantes de la cuarta república como Machado, Capriles, López, que son verdaderamente riquísimos.

Y ahora que mencionó a Lilian Tintori, ¿usted no considera a Leopoldo López un preso político?

—Leopoldo que yo sepa, aparte de dar un golpe de estado en el año 2002, de mostrarse en la televisión suspendiendo todas las garantías institucionales de Venezuela, atacando una embajada extranjera, linchando a un ministro. Además Leopoldo ha sido financiado, como sale en los papeles de WikiLeaks y Panamá Papers, por la embajada de Estados Unidos. Además desconoce las elecciones, que al chavismo había que sacarlo con una revuelta violenta, donde murieron 43 personas, gente que murió por las guayas. En cualquier país del mundo estaría en la cárcel toda su vida. ¿Cómo llamar preso político a una persona que ha llamado a la violencia?  Leopoldo tiene que estar en la cárcel y pagar por sus crímenes.

¿Está de acuerdo con la revolución bolivariana?

—Qué venga Leopoldo López, Capriles o Machado a decirme que se quieren ocupar de las clases excluidas de este país. ¿La gente no se acuerda quiénes son? ¿Les importa la gente de Catia? ¿Se van a preocupar por los derechos humanos, de los derechos sociales y laborales, de la alimentación? Me considero socialdemócrata, como empresario el modelo de Dinamarca, Suecia y Finlandia es el que más me gusta. Soy progresista, estoy a favor de la justicia social. Tengo más simpatía por Chávez, Pepe Mujica, Cristina Kirchner.

En el caso de España, ¿apoya a Podemos?

Milito en el Partido Nacionalista Vasco. Si me pones a elegir entre Podemos y el Partido Popular, pues elijo Podemos Aunque no sea mi partido y no esté de acuerdo con ellos en muchas cosas. Yo estoy con la gente, con las personas de abajo, que tengan para comer, que tengan un Estado que les cuide. Hay un libro que a mí me gusta mucho de John Rawls: Teoría de la justicia, ese es mi ideario, una verdadera biblia, conseguir la justicia social independientemente de las izquierdas o derechas.

Habla mucho de los pobres, ¿usted qué hace por ellos?

—No soy una ONG ni soy San Francisco de Asís, ni lo pretendo. He invertido en Venezuela, doy trabajo. Si puedo hacer algo por los pobres lo haré, si puedo alzar para denunciar las condiciones en las que están, también.

En relación a la situación económica del país, ¿apoya la teoría de Maduro sobre la guerra económica?

—Yo he ido a empresas que se niegan a vender a Venezuela aunque les pagues el doble. A mí eso no me lo tiene que explicar Maduro, yo mismo lo vivo.

¿Cuánto gasta mensualmente para mantener la canasta básica?

—No te voy a responder, son temas privados.

Ahora mucha gente, por sus fotos, lo odian.

—Me odian porque les pongo el espejo delante de su cara. Los artistas y mucha gente dicen que en Venezuela no se puede vivir y tienen mansiones, cinco personas para atender la casa, Toyotas, seguridad privada, casas en Miami y Madrid, sus hijos estudian en Europa y Estados Unidos. Me parece estupendo, los conozco, son amigos míos, pero esas personas son las que más chillan y salen a la calle a protestar por la escasez. Al Fresh Fish no va un pobre porque no lo dejan entrar, esos sitios son para los ricos.

Las hijas de Chávez viven afuera y tienen privilegios de ricos.

—Si la gente piensa que las hijas de Chávez iban a ser unas patas en el suelo, pues no lo son. María Gabriela es la representante de Venezuela en la ONU, tendrá un sueldo, unas comodidades y bienes acordes.

Pero el sueldo y los gastos de María Gabriela salen del presupuesto del Gobierno, hasta le pagan un estilista privado.

—María Gabriela tendrá las cuestiones que ella tenga. Yo le reto a cualquiera que se pare el sábado en la mañana al Fresh Fish y vaya contando cuántos boliburgueses  y cuántos de la cuarta república entran.

Ya que a mí no me dejarían entrar al Fresh Fish, según usted,  ¿iría conmigo a Catia para hacer mercado y sacar fotos?

—Evidentemente, para ir a Catia u otro sitio de Venezuela el problema es la inseguridad. Si en algo ha fallado y fracasado este Gobierno es en ese tema, que ya venía desde antes. Cuando llegué en el año 1999, los periódicos publicaban que Caracas era la ciudad más peligrosa del mundo. Es más, la gente de la oposición trajo a un comisario de Nueva York para endurecer a la policía y combatir la inseguridad.

¿Usted sí consigue los productos básicos? ¿Cómo hace?

—Tengo amigos que me traen desodorantes, pasta de dientes de España o Uruguay. Lo demás del día a día, pues evidentemente me faltan las marcas que a mí me gustaban.

¿Ud. le compra a los bachaqueros?

—Eso no te lo voy a contestar. Las cosas que me pueden faltar me las consiguen mis socios. Puedo vivir sin ciertas cosas o comodidades.

Y si estuviera viviendo en España, ¿viviría igual?

—Yo me puedo ir a España mañana, si me quedo en Venezuela es porque me gusta Caracas. Venezuela me ha tratado muy bien, estoy agradecido.

¿Venezuela saldrá de esta crisis?

—El precio del barril del petróleo subirá a 60 o 70 dólares en dos meses. Estoy esperanzado, al subir el petróleo el país sale adelante tranquilamente.

¿Ha conversado con alguien de la embajada de España sobre lo ocurrido con Ud. estos días?

-Conozco al embajador. No he hablado con ellos y tampoco me han dicho nada.

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