La vida del autor del libro más editado y vendido en la historia de la humanidad —después de la Biblia cristiana— estará en el Museo Casa Natal de Cervantes. Ilustraciones españolas, modernas y en trazos simples, buscan darle actualidad al hacedor de Don Quijote de la Mancha. Protagonismo merecido en el marco del cuarto centenario de su muerte en 2016
Ha estado en pantallas chicas, películas de 35 mm, infinitas referencias escritas y galardones de literatura. A partir de hoy, el escritor español Miguel de Cervantes se presentará como un cómic en el Museo Casa Natal de Cervantes, en Madrid. La exposición Miguel EN Cervantes. El retablo de las maravillas muestra al autor del Quijote cercano, casi olvidando las centurias que lo distancian de las preocupaciones y júbilos que lo inundaron en el siglo XVI.
En un afán por el redescubrimiento, el escritor más importante de la literatura española —y quizá del mundo— será plasmado en los trazos contemporáneos de los ilustradores David Rubín y Miguelanxo Prado. En 36 escenas, se encargaron de plasmar su andar por el mundo terrenal —para muchos desconocido. El recorrido por la trayectoria vital del escritor está conformado por dos niveles narrativos: el de la realidad, a través de la recreación de los escasos datos ciertos sobre su vida; y el de la ficción, representado por el entremés que le da el título a la muestra. Dichas líneas narrativas se entretejerán con la escogencia que los autores hicieron de sus vivencias más conocidas. Por ejemplo: el hecho de que fue espía de Felipe II, trabajó para la Iglesia, vivió un asalto pirata en alta mar y estuvo tras las rejas.
Para David Rubín es un “orgullo” para el gremio de los ilustradores el hecho de confiarles la posibilidad de representar la vida del “Príncipe de los ingenios” en la conmemoración del cuarto centenario de su muerte en 2016. El objetivo fue componer una imagen más clara del escritor, explica Miguelanxo Prado, ajusticiar su importancia dentro del mundo literario y darle luz propia más allá del ingenioso hidalgo y sus molinos.
«Tenemos una imagen más compuesta de Shakespeare que de Cervantes», reflexionó el dibujante durante su intervención, tras calificar de «reto» el trabajo de perfilar el físico del escritor y su peripecia vital. «Su rostro no se aleja del forjado en el imaginario colectivo: de un hombre delgado, con nariz aguileña, pero no es un retrato sacralizado, sino que he tratado de hacerlo desde su propia mirada, irónica y que rozada el cinismo», comentó.
La exposición podrá visitarse en el Museo Casa Natal de Cervantes hasta el 14 de febrero. Luego se presentará en un formato más sencillo y adaptable a algunos centros del Instituto Cervantes, como los de Nápoles, en Italia, o Túnez, lugares donde vivió el escritor.
Este narrador y diseñador gráfico confunde a simple vista. Cuando no escribe pasa por un caraqueño anodino que no pica pleitos. En cambio, cuando se sienta a redactar sus fábulas se convierte en un creador feroz, dueño de historias de golpe y sorpresa. Su universo es tan amplio que contempla el cómics lo mismo que la novela negra
