Íconos

Feliz cumpleaños Katy (Moss)

Además de la edición de diciembre de la revista Vogue de Reino Unido, Kate Moss ha brillado y hecho brillar la portada de esta renombrada publicación en 36 oportunidades. Con este abultado número par, la espigada y controversial modelo rompe récords

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Una marca jamás alcanzada por ninguna otra figura pública: un promedio de 1.5 portadas por año, si se divide la cantidad de números en los que apareció, entre los 25 años de carrera sobre las pasarelas y bajo la luz de los flashes. Kate es una de las caras más famosas del mundo, aunque la opinión pública sepa claramente sus devaneos con las drogas duras ─no en vano es la creadora, junto a la fotógrafa Corinne Day, del Heroin Chic Look─ y su larga lista de romances.

Siempre cuidadosa en las entrevistas, dejando entrever sus opiniones, pero sin hablar mucho. Sus apariciones en diversos programas de comedia británicos, como Ab Fab o Little Britain, estuvieron atadas a guiones estrictamente escritos y cuidados. Ahora, que coquetea con los míticos 40, Moss luce un poco más rechoncha y el proceso de envejecimiento es evidente. Es hora de que se trague su única frase célebre: “Nada sabe tan bien como sentirse delgada”.

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La Moss tomó riendas en el asunto y ha comenzado a dejar claro su punto de vista. Este año trabajó como editora asociada para Vogue. Su primera tarea fue organizar una editorial en la que utilizó a su amigo John Galliano como modelo, a pesar de su estatus de escoria en el mundo del fashion. Hecho que quizás dio riendas a la reintegración y aceptación del vetado diseñador en los círculos más respingados de la couture. También ha aparecido en diversos eventos caritativos y un reality show inglés con fines benéficos, que aportan a la lucha contra el cáncer infantil. En uno de ellos declaró que no puede vivir sin chocolate y que además siente debilidad por las papas fritas y por el programa The X-Factor.

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¿Estará esperando Kate convertirse en la próxima Nigella?

Los amoríos con Johnny Depp en los noventa, la tortuosa y casi masoquista relación con Pete Doherty o el escándalo levantado por sus fotos consumiendo cocaína hicieron que su carrera se tambaleara por 3 segundos. Sin embargo, y a pesar de todo, la querida y detestada súper modelo sigue tan vigente como hace 25 años atrás cuando fue reclutada mientras esperaba su vuelo en el aeropuerto JFK de Nueva York. Más que modelo es una musa que continúa inspirando al mundo de las pasarelas.

El closet de Kate

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Son muchas y muchos los que sueñan con entrar al closet de Kate. Su amistad con reconocidos diseñadores la hace acreedora de unos modelitos dignos de envidiar. Su estilo único fue adoptado por la tienda Topshop cuando en 2007 le ofreciera diseñar su propia línea de ropa. Una muy bien editada selección de los clásicos de su guardarropa que, aunque criticada ─pues muchas de las piezas eran replicas exactas de ropa de diseñador─ fue un enorme éxito comercial. Nuevas opciones salieron a la venta en el 2010 y una tercera entrega se lanzó este año, logrando el mismo furor comercial que en la primera.

Bañada en oro

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En el 2006, Marc Quinn, uno de los integrantes del irreverente grupo de jóvenes artistas británicos de los años noventas y conocido por su escultura-autorretrato Self, hecha con litros de su propia sangre congelada, comenzó a hacer estudios sobre Kate Moss a quien considera la mejor representación de la belleza contemporánea. La mayoría de las esculturas mostraba a la modelo en diferentes posiciones de yoga.

En el 2008, se reveló en el British Museum Siren una figura de Kate hecha en oro sólido de 18 quilates y que se promovió como la escultura más grande en oro desde el antiguo Egipto. Finalmente, en el 2011, una versión de uno de los primeros modelos, llamada Microcosmos, fue vendida en Sotheby’s por casi un millón de dólares.

Al ritmo de Moss

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Además de desfilar, Kate también ha cantado, bailado y tocado instrumentos para las bandas de rock más importantes de las últimas décadas. Desde juguetear con el tamborín para Oasis, hacer las voces para los sencillos de Primal Scream o co-componer algunas canciones de los Babyshambles. Quizás ella no figurará en la lista de nominados para un Mercury Prize, pero las bandas con las que ha colaborado sí.

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