Cultura

Los viajes lisérgicos de Eric Colón guían sus Crónicas psicotrópicas

El periodista venezolano publica un libro de crónicas urbanas llenas de paraísos artificiales y de realidad pura y dura por igual. En él figura una Caracas que se ha desdibujado y otros relatos de parajes exteriores. Crónicas psicotrópicas compila seis historias reunidas en lo que ya es Best Seller en Amazon, gracias a la combinación de desfachatez, ironía, sarcasmo y buen humor

Eric Colón UB in memoriam
TEXTO: Andrés González Camino | Fotos: Marco A. Guerrero (Buenos Aires)
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Las Crónicas psicotrópicas de Eric Colón Moleiro parten de una experiencia particular del periodismo caraqueño que circunda las drogas y los estados alterados en pleno ejercicio. Son casi cuentos detrás de la cobertura que se pronuncian invaluables para el corresponsal. Sobre todo en esos estados mentales.

Hablar sobre una incursión literaria que provenga del hecho periodístico es una gran “noticia”. Y tremenda notaza que destapa, ya exiliado en Buenos Aires, Argentina, Eric Colón Moleiro, periodista, escritor y músico venezolano. Pionero de esta casa, la de El Estímulo como editor de UB, nos adelanta estas Crónicas psicotrópicas. Un compendio de historias reales, capitalinas y foráneas –pero siempre caraqueñas– que despunta actualmente en el mercado literario en español de Amazon.com.

Para no reseñar el libro, es mejor decir que hay un hecho satisfactorio de relatar experiencias de este tipo. El autor maneja periplos bastante exclusivos para hacer remembranzas psicodélicas, de manera controlada, con una agudeza muy particular. Es como el momento exacto en el lugar exacto. Los escenarios –Caracas, República Dominicana, Isla de Pascua y Choroní– le bastan dentro de una trama óptima tras la búsqueda de verosimilitudes guiadas al buen reporte. Porque el oficio lo es todo. A pesar de lo que se lleve encima.

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–Por lo que describes, lo psicotrópico puede ser más real de lo que parece.
–Dentro de la irrealidad, es bastante real. A lo largo de las seis crónicas del libro me apego a describir los hechos tal cual ocurrieron o al menos los tengo en mi memoria, e intento hacer un reporte auténtico como observador en primera fila. Pero más allá de los hechos, subyacen otras reflexiones, a veces personales, a veces históricas y en su mayoría inexplicables.

–Apunta mucho el libro sobre referencialidades locales caraqueñas que no pasan desapercibidas para los conocedores (Chino Cano, María Conchita, Urbe). Están bien personalizadas y descritas, por tu bagaje y experiencia como periodista. Puede ser cultura general vista desde tu manera subjetiva de desempolvar situaciones varias que quizá todo el mundo conoce, pero que tu solo viste. ¿Ese ese el objetivo? ¿Un lente y una voz alterados que nos recuenta las cosas pero a partir de un hecho «psicotrópico»?
–El único objetivo es hacer un manjar delicioso de narrativa y que el lector pueda disfrutarlo al máximo. A pesar de lo introspectivo que pueda parecer a primera vista el libro, se trata, como siempre, de complacer al lector y no a mí. Es por eso que, quizás, a pesar de lo densas, escabrosas e incómodas que puedan resultar algunas de estas historias, en ellas siempre es protagonista la ironía, el sarcasmo y el buen humor, lo cual creo es parte de mi marca personal cuando escribo. Por supuesto, hay muchas referencias a Caracas, a personajes y situaciones, pero solo entran en el entorno donde ocurren los hechos más no son ellos los protagonistas, sino el narrador, que en este caso, por supuesto, soy yo.

–¿Estás tratando de relacionar las cosas importantes que has visto con los estimulantes que tomaste, o es sólo una coincidencia?
–Es la pregunta que todos nos hacemos. ¿Los estados alterados traen como consecuencia situaciones extrañas o insólitas o estas situaciones extrañas terminan por alterar nuestros estados mentales? Es como en la película Leaving Las Vegas, ¿comencé a beber porque mi esposa me dejó o mi esposa me dejó por alcohólico? He ahí el dilema. Es solo algo que puedes descubrir leyendo el libro.

­–Haces señalamientos importantes a personas de manera muy directa, puede ser Federico Vegas o Carlos Lizarralde (publisher de Urbe a finales de los 90). Gente señalada por ti. Quizá son riesgos que no te importan si es que hay derecho a réplica.
–No hay ningún tipo de intención de denuncia o señalamiento hacia nadie. En todo caso a mí mismo, ya que ciertas narraciones, como bien describo son bastante ilícitas. Esos personajes son, en todo caso, “accidentes” que aparecen a lo largo de cada una de las crónicas, pero éstas no existen gracias a ellos ni a partir de ellos.

–¿Todo esto es una etapa finalizada o crees que las cosas continúen?
–Creo que es difícil que se repitan historias estrambóticas como las que describo en el libro. Simplemente, porque, quizá la vida misma no alcanza para tanto. Sin embargo, uno nunca sabe lo que le espera a la vuelta de la esquina. Ahora, ciertamente, ya no soy tan joven como hace diez años, dos años o un minuto. Creo que la juventud se trata de tomar riesgos y este libro, de alguna manera, implicaba tomar ciertos riesgos. Así que creo que mi espíritu sigue intacto.

–¿Estás “más tranquilo”, como dice Charly García?
–Bastante más que en el libro. La única manera de poder abordar estas historias es tomando distancia, tanto en el tiempo pero también en la experiencia de vida de aquellos hechos. Para poder entenderlos es obligatorio cambiar. Life is change.

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–¿Es esto una apología a estar “bajo los efectos” o es más bien un completo ejercicio de describir la percepción?
–No es una apología a nada. Es un completo ejercicio de narrativa y de hiperpercepción.

–¿Crees que Buenos Aires lea esto con familiaridad?
–Mi editor (Ale Luna) es argentino y, aunque conoce muy bien Venezuela, no conoce a esos personajes ni episodios, sin embargo le pareció perfectamente universal. Estas crónicas pueden ocurrir en cualquier parte del mundo y de hecho en el libro no transcurren solo en la ciudad de Caracas. Hablamos de Nueva York, Isla de Pascua, Chile, República Dominicana. Si algo tienen es que son bien internacionales, si se quiere. Y es también notorio que se han vendido ebooks en cuatro continentes, cosa que nos ha llevado a preparar una edición en inglés también. Para una ciudad de auténticos urbanitas como lo es Buenos Aires, todo lo que describo en el libro es muy familiar. Se trata de las ciudades y lo dinámicas y cambiantes que son. La presentación oficial del libro –la edición impresa– será dentro de un par de semanas en Buenos Aires.

–¿Cómo fue la situación con Amazon?
–Ha sido muy positiva. De todo se ha encargado mi casa editorial acá en Argentina (Asuntos Editoriales) y Amazon nos ha calificado como Top 100 porque durante la primera semana de ventas llegamos al número siete de los libros más vendidos (Literatura y Ficción) en habla hispana. Estuvimos por encima de Harry Potter y de Paulo Coelho, lo que nos calificó como Best Sellers casi automáticamente. Esto ha permitido que ahora la plataforma Amazon nos da la opción, por las buenas ventas, de vender el libro en formato impreso a cualquier parte del mundo. A partir de la segunda semana de mayo puedes pedir el libro por correo y te llegará a la puerta de tu casa en cualquier país. Amazon nos permitió además tener el alcance que queríamos un poco en función de la estrategia de mercadeo que diseñamos, nada convencional para un libro ya que sabíamos que muchos de nuestros potenciales lectores estaban regados en los cinco continentes, debido, obviamente al fenómeno migratorio que atraviesa Venezuela desde hace varios años. Todo fue orquestado estratégicamente y ha resultado mucho mejor de lo que pensábamos.

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