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María Isoliett Iglesias: “Atrapada siempre va a ser el consentido”

Una historia de superación y éxito, a pesar de las discapacidades mentales, seduce a una de las periodistas de sucesos más reconocidas del país. Con Atrapada (2016), María Isoliett Iglesias se separa de las balas y se involucra en el mundo del autismo para contar, en primera persona,  la vida de Beatriz Lemus

Fotografía: Andrea Tosta
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La vida de Beatriz Lemus atrapó a la periodista María Isoliett Iglesias hasta llevarla a escribir Atrapada (2016). Fue diagnosticada con autismo clásico, de nivel moderado y de alto nivel de funcionamiento, con la ñapa de la hipersensibilidad en los cinco sentidos: el chirrido de una silla puede llevarla al llanto, el olor fuerte de un perfume a las arcadas, los abrazos le duelen, igual el color amarillo, entre mil y un sensaciones experimentadas al máximo. Sin embargo, el autismo no fue impedimento para que Lemus se graduara en Medicina Física y Rehabilitación, se convirtiera en un prodigio de la música desde los tres años y representara en un ejemplo de éxito entre quienes padecen el trastorno.

El interés periodístico de Iglesias despertó cuando la conoció en la presentación de Capítulo final (2015), su tercera publicación, en Televen. Conversaciones vía mensajes directos en Twitter y WhatsApp florecieron la amistad que hoy en día agradece y de la que nació la necesidad de narrar su historia de éxito. “Había demasiados elementos que contar y diez mil caracteres no iban a ser suficientes. Tener la libertad de escribir un libro me permitía acercar a la gente a una condición que para muchos, a menos que tengas un familiar con la condición, es muy desconocida”, explica la autora.

La dualidad que domina a la protagonista, fruto de su condición, empapa al lector desde las primeras páginas, donde la frustración y el desespero la azotan luego de perder una pequeña figura de lego que bautizó Pancracio Federico y que poseyó por más de veinte años. “Tuve que utilizar todos los artilugios que sé y que uso para contar una historia de sucesos. Traté de tener el mismo respeto en el acercamiento, de buscar el gancho de la historia así como lo hago cuando cuento esos casos”, indica.

La investigación fue exhaustiva, de la mano de la protagonista de su historia. Las incontables charlas sobre el autismo con Lemus, su psicóloga, la psiquiatra de la Fundación Asperger de Venezuela (Fundasperve) –de la que Lemus es parte- le esclarecieron el camino para contar lo mejor posible el relato de vida de “Bea”, como cariñosamente la llama.

A pesar de que la protagonista habla de sí misma en tercera persona, Iglesias sintió la necesidad de contar su relato de vida desde su visión. “Para involucrar a la gente en el mundo de Bea, tenía que hablar ella”, explica quien optó por el relato personal por primera vez. Así, empleó más de un año y medio en investigaciones “tratando de entender a Bea, entrar en el mundo de Bea y ver el mundo como lo ve Bea”. Parte de su proceso narrativo consistió en recorrer los caminos más frecuentes que Lemus tomaba y así empaparse de esa realidad afectada por su hipersensibilidad en los cinco sentidos.

Además, los capítulos de su libro no estaban listos sin la corrección y aprobación de Lemus. Su inmersión fue casi tan completa como la de Iglesias en el proceso narrativo. “Quería que estuviera contenta y que no se frustrara con nada que, a lo mejor, yo había entendido mal”. La periodista recuerda que hasta el último día antes de entregar el manuscrito a la editorial Ediciones B –con la que ha publicado todas sus obras- corrigió detalles con su protagonista para evitar cualquier brote de frustración.

“Quiero felicitarla porque ha sido la única persona que ha entrado al mundo de Bea y lo ha logrado conocer y plasmar cómo es”, le dijo Lemus a la autora una vez terminado el libro. Su historia contada por Iglesias ha generado comentarios positivos en las redes sociales desde su bautizo en la Sala Cabrujas del espacio de Cultura Chacao el pasado 27 de abril, en el marco del Festival de la Lectura de este año. “Creo que va cumpliendo su cometido: calmar a esos papás que recién reciben el diagnóstico, que si bien se ha ido conociendo, es aún muy abrumador. Si ven a una persona como Bea, tienen ahí una esperanza bien bonita”, apunta la periodista.

Reconocida dentro del gremio por su cobertura de la fuente de sucesos, María Isoliett Iglesias sale de su zona de confort con Atrapada, su cuarta y más reciente publicación. La autora de Me tiraste la hembra pa’l piso (2012), Y nos comimos la luz (2014) y Capítulo Final -en conjunto con el también periodista de sucesos Deivis Ramírez- se aparta momentáneamente de los asesinatos para indagar en el autismo a través de la vida de Lemus.

Si bien inició su carrera tocando temas de salud mientras hacía pasantías en la revista Primicias, lo suyo es narrar las atrocidades que se viven en el país más violento del mundo. Así lo hizo en El Nacional y El Universal durante la mayor parte de su carrera y sigue haciéndolo en la Revista Clímax y El Estímulo. Sin embargo, los medios de comunicación le quedaron cortos para contar la vida de Lemus, con quien confiesa haber hecho “click” a pesar de sus limitaciones psicosociales.

Me tiraste la hembra pa’l piso lo quiero muchísimo de verdad, porque fue el primero y se me hizo mi sueño de publicar un libro, pero este va a ser mi consentido para toda la vida”. Atrapada se convirtió en la creación favorita de su autora, con aprendizajes que sobrepasan los profesionales. La tolerancia fue el valor que Iglesias reforzó en su proceso narrativo, abogando por un punto de encuentro entre la sociedad y las personas con discapacidades mentales.

Con cuatro obras publicadas, Iglesias se considera una “escritora en formación. Todavía me falta mucho para llamarme escritora”, comenta entre risas. “Espero dentro de diez años ya haber logrado ese libro con el que yo diga ‘ya soy una escritora’ aunque Atrapada siempre va a ser el consentido”. Actualmente, la periodista se dedica a darles voz a personajes de series de televisión y telenovelas con proyectos que se reserva. La ficción la seduce al punto de querer narrar sus propias historias de telenovelas y series en un futuro próximo. Sin embargo, no deja de lado la profesión a la que le ha dedicado casi la mitad de su vida. “El periodismo siempre está presente y no lo voy a abandonar nunca. A lo mejor no haga de reportera de diarismo, que hace mucho que no lo hago, pero sí quiero seguir colaborando porque me apasiona mucho el tema de escribir periodismo”, explica la autora. Los medios impresos y digitales la esperan.

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