Cine

Mi comedia romántica favorita

El cine también sirve para celebrar el Día de los enamorados. Aquí, directores, intérpretes, críticos, guionistas y distribuidores venezolanos eligen la película del género que más les gusta. Como para pasar el 14 de febrero pegado a una pantalla.

Publicidad

Luis Carlos Hueck (cineasta)

Aunque suene cursi, una película que he visto miles de veces y cada vez que paso por la tele y la están dando la dejo es Titanic (James Cameron, 1997). Es mi preferida no sólo por la historia de amor entre dos personas de diferentes clases sociales sino también por la música y lo magistral de los efectos especiales. En ese momento existía en mi vida una chica que me gustaba pero no me paraba ni media pelota. Ella vivía en Margarita, así que cada vez que regresaba de visitarla esperaba encontrarme al amor de mi vida en el ferri. Nunca pasó. La experiencia más cercana a Titanic fue cuando fui a la punta de un peñero y grite “I’m the king of Chichirivichi” para luego caerme al agua con el celular en el bolsillo del traje de baño.

José Pisano (distribuidor)

La dama y el vagabundo (Clyde Geronimi, Hamilton Luske, Wilfred Jackson, 1955). La vi de niño y aún evoco con afecto esta historia de amor entre Lady, una cocker spaniel de vida acomodada, y Tramp, un travieso y callejero can. ¿Quién no recuerda el hilo de espagueti que cuelga entre sus hocicos al compartir ambos un suculento plato de pasta con albóndigas? De vivir juntos esos pequeños placeres, va esa aventura que significa amar.

Mariaca Semprum (actriz)

Mi comedia romántica favorita es Mujer bonita (Garry Marshall, 1990). Me marcó cuando la vi y se convirtió en esas películas que puedo volver a ver muchas veces y nunca me aburre. A pesar de tener todos los códigos de telenovela rosa tradicional, el encanto que tenían como pareja Julia Roberts y Richard Gere juntos era maravilloso. Quizás se debía a la edad que tenía cuando la estrenaron porque solo tenía 10 años y esa afición natural por historias románticas. El soundtrack de la película es otra cosa que me encantó. Escuchar Pretty woman es visualizar de inmediato a Julia Roberts caminando en el Boulevard con sus bolsas de ropa nueva de marca así como el tema de Roxette, It Must Have Been Love, se convirtió luego en un tema que me acompañó en toda mi adolescencia y en mi primera historia de amor.

Daniela Bascopé (actriz)

Mi película romántica favorita es Antes del amanecer (Richard Linklater, 1995). Protagonizada por Julie Delpy y Ethan Hawke, es parte de una trilogía maravillosa que sale de los parámetros de una típica cinta de amor. Los diálogos son reales y goza de unos planos secuencias que te enamoran. Desde Antes del amanecer (la primera entrega) hasta Antes del anochecer (la última) puedes ver el paso real del tiempo de los actores/personajes.

Carlos Malavé (cineasta)

Mi comedia romántica favorita es Cuando Harry conoció a Sally (Rob Reiner, 1989) con Billy Cristal y Meg Ryan. En ese momento rompió con el molde del género y pocas, hasta ahora, han podido superarla. Viví una relación muy parecida con una amiga. Ambos nos identificábamos con los personajes, con la diferencia que era la novia de mi mejor amigo. Ella terminó con él, pero no hubo final feliz. Me tomo 15 años encontrar a mi Sally.

Miguel Ferrari (director, actor)

Mi comedia romántica favorita es Mujer bonita (Garry Marshall, 1990). Forma parte de mi colección de películas preferidas. Las inolvidables actuaciones de Julia Roberts y Richard Gere, y su excelente guión, la convierten en una de las mejores cintas de su género. Es un claro ejemplo de que lo comercial no tiene por qué estar reñido con los valores artísticos de un film.

Sergio Monsalve (crítico)

La comedia romántica es el equivalente del cine al prozac. En tiempos de crisis, las fabrican en serie y las personas las consume para aliviar sus penas, como píldoras de la felicidad. Cuando Venezuela copia la patente, le sale una pastilla de poca potencia, casi un placebo. Por ello uno acaba por preferir la fórmula original, el producto importado. En consecuencia, vivan los grandes hitos del género, diseñados por el doctor Woody Allen: Rosa púrpura del Cairo (1985), Manhattan (1979) y Annie Hall (1977). Delante o detrás de ellas, sólo guardaría un espacio para la obra maestra de Harold Ramis, Atrapado en el tiempo (1993). Si me permiten la cursilería, las llevaré en mi corazón por siempre.

César Oropeza (cineasta)

Mi comedia romántica favorita es Cuando Harry conoció a Sally (Rob Reiner, 1989), con Billy Crystal y Meg Ryan. El guión de Nora Ephron es maravilloso, inteligente, divertido e innovador en el género para la época. Trata sobre la amistad entre el hombre y la mujer y sobre como a las estrellas les cuesta alinearse para que dos personas que se ya quieren terminen por amarse. El director logra con recursos narrativos muy simples meterte dentro del mundo de los personajes. La banda sonora es increíble, con varias canciones de George Gershwin que le dan vida a la otra protagonista: la ciudad de New York. Un palo de película que muestra como la atmósfera de un film debe ser creada y pulida para que un siempre brillante (pero no tan galán) Billy y la novia de América, Meg, se enamoren el uno del otro.

Armando Coll (guionista)

Mi comedia romántica favorita es Matrimonio de conveniencia (Peter Weir, 1990) protagonizada por Andie McDowell y Gerard Depardieu. El plot, sencillo y perfecto: un inmigrante francés en Estados Unidos conviene casarse con una estadounidense para obtener la codiciada green card que permite la residencia y trabajar legalmente. La simulación de un matrimonio conlleva a una serie de peripecias muy divertidas que contrastan con la vaporosa banda electrónica de Enya. Previsiblemente, lo que empieza por mero interés termina en amor verdadero. Hay una secuencia memorable, cuando el protagonista George (Depardieu), que se hace pasar por compositor, ha de demostrarlo en una velada muy encopetada. Sentado ante el piano, sin saber nada de música, opta por golpear las teclas con gran pasión, lo que logra el efecto en la audiencia de estar ante un gran compositor de vanguardia: una burla al esnobismo musical de la segunda mitad del siglo XX. No enamoré a nadie mediando una película. Del cine me enamoré solo. Recuerdo que una vez llevé a una chama a ver una de Kurosawa. Más nunca me atendió el teléfono.

green-cardclímax

Publicidad
Publicidad