Internacional

Nobel de la Paz como llamado a EEUU y Corea del Norte

La Academia sueca entregó el galardón a la Campaña internacional para Abolir las Armas Nucleares, mientras el régimen de Kim Jong Un ensaya detonaciones y Donald Trump responde amenazando con “destruir” Pyongyang

Fotografía: AP
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Un llamado a la concientización de los daños que ocasionan las naciones que poseen armas nucleares es lo que la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN por sus siglas en inglés) se ha encargado de hacer. A través de una campaña, la ONG que piden un alto a la elaboración de estos instrumentos.

Los organizadores de ICAN definen el proyecto como una “coalición global que trabaja para movilizar a las personas de todos los países para inspirar, persuadir y presionar a sus gobiernos y que estos inicien y apoyen las negociaciones y así conseguir la firma  de un tratado que prohíba las armas nucleares”. Su esfuerzo ante esta problemática les ha hecho merecedores del Nobel de la Paz 2017.

La Academia sueca ha declarado que el galardón es “por su trabajo para llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de cualquier uso de las armas nucleares y por sus esfuerzos innovadores para lograr una prohibición basada en tratados de tales armas”.

ICAN impulsó en 2005 el tratado de prohibición de armas nucleares. El pasado mes de julio, la ONU aprobó el convenio y hasta ahora son 122 países los que se han unido al mismo; mientras las potencias que cuentan con este tipo de armamento y sus aliados han hecho caso omiso al acuerdo. Estados Unidos y Francia declararon que no se unirían por los momentos debido a que la iniciativa representa «una prohibición que no soluciona los problemas de seguridad por los que una fuerza nuclear disuasoria sigue siendo necesaria no resultará en la eliminación de una sola arma atómica y no mejorará la seguridad de ningún país ni la paz internacional».

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La Organización

Aunque la iniciativa existe desde hace más de 10 años, la coalición fue fundada en 2007 en Viena, y desde entonces sus representantes se han encargado de promover diversos proyectos que estimulen y hagan un llamado de atención a las naciones sobre el peligro que corre la humanidad con respecto a la utilización de estas armas en conflictos bélicos. La campaña está constituida por “organizaciones humanitarias, medioambientales, de derechos humanos, de desarrollo y a favor de la paz, ubicadas en más de 70 países, con el fin de aprovechar la oportunidad histórica que existe para declarar ilegal y eliminar las armas nucleares”.

La presidenta de ICAN, Beatrice Fihn, agradeció el premio y aseguró, en una entrevista para Reuters, que el Nobel “es una gran noticia, un gran reconocimiento para el trabajo que los activistas a lo largo de los años y especialmente los Hibakusha (supervivientes de los bombardeos nucleares de EEUU en Japón en la Segunda Guerra Mundial)”.

De igual forma, Fihn hizo un llamado a la población mundial para que se unan al mensaje de ICAN. “Es un momento de gran tensión en el mundo, en el que las declaraciones exaltadas podrían llevarnos a todos muy fácilmente, inexorablemente, hacia un horror sin nombre. El espectro de un conflicto nuclear vuelve a planear. Si hay un momento para que las naciones declaren su firme oposición a las armas nucleares, ese momento es ahora”, declaró, a propósito de la confrontación entre la Casa Blanca y el régimen de Corea del Norte.

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