Crónica

Venezolanos hacen de República Dominicana su hogar

República Dominicana se afianza como lugar de llegada para venezolanos que huyen de la crisis de su país. Las condiciones climáticas, las similitudes sociales y una economía pequeña pero pujante -con un crecimiento sostenido de 7% del Producto Interior Bruto, según el Banco Mundial-, han convertido a la isla en objetivo de la emigración. Una deuda sigue pendiente: lograr facilidades migratorias para regularizar a los que están, y los que seguirán llegando

Texto: Zinnia Martínez y Víctor Amaya | Portada: Gabriela Policarpio
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En septiembre de 2017, en República Dominicana hubo abastecimiento, refugio y salvamento del paso de dos huracanes: Irma y María, que bordearon la isla, provocando muy pocas pérdidas y confirmando la creencia popular de que es un territorio bendecido. Los dominicanos parecen estar muy acostumbrados a la temporada de huracanes y ni siquiera en alerta roja con un huracán categoría 5 a la vuelta de la esquina perdieron la calma y el buen humor.

A lo que aún no se acostumbran es a la ola de inmigrantes venezolanos que han llegado a ese pequeño país caribeño en los últimos años. No existen cifras exactas de la cantidad de venezolanos radicados actualmente en República Dominicana. Según el informe de flujo migratorio del Banco Central dominicano, en el apartado de Llejada de Extranjeros No Residentes, en 2014 entraron a Dominicana 37.972 venezolanos. Al año siguiente, subió a 55.494 y en 2016 la cifra alcazó un impresionante 170.713, de los cuales 161.636 personas abandonaron el territorio. Más del 5% no volvió.

En 2017, hasta septiembre, 81.750 venezolanos llegaron hasta los aeropuertos del país caribeño, y 78.818 salieron. El 3,59% decidió quedarse. «Muchos de estos ciudadanos llegan para adquirir bienes que escasean en su país. Otros lo hacen con la finalidad de explorar y fijar residencia definitiva en la República Dominicana», admite el Banco Central.

Las estadísticas de la Dirección General de Migración indican que, durante todo el año pasado, 749 venezolanos obtuvieron residencia legal en esa nación. Y hasta julio 2017 se emitieron 994 documentos más, un aumento de 32% en la mitad del tiempo. La nacionalidad de Venezuela es, además, de las que más obtuvo residencias en el primer semestre del año, junto a Estados Unidos, España, China y Haití. Así, poquito a poquito, se va construyendo una comunidad.

cita5El Banco Mundial estima en un documento reciente, que 19 mil venezolanos han hecho de República Dominicana su hogar, legalmente, la segunda comunidad migrante más grande después de la haitiana. Y “los chamos” se hacen notar. En julio, por ejemplo, se constituyó la Asociación de Venezolanos en la República Dominicana (Asoverd) que, declararon sus directivos durante su acto de instalación, «nace con la intención de favorecer las relaciones de negocios, comerciales, culturales y personales de los venezolanos y su adecuada interacción e integración con la cultura dominicana». El grupo estima que en la isla hay más de 270 mil venezolanos haciendo vida, aunque la minoría estaría con estatus legal. El asunto es tema de conversación en los medios locales, con opiniones diversas pero brazos abiertos gracias a la disposición al trabajo, así como su preparación y por ser «echaos pa’lante».

Buscarse la vida

Los venezolanos están por todos lados. La mayoría como parte de la economía informal: conduciendo para Uber (el servicio de taxi no pide estatus legal y acepta licencia internacional), sirviendo mesas, atendiendo negocios, dando clases o vendiendo arepas y limonadas en las esquinas de Santo Domingo. El grueso de los que se radicaron en República Dominicana es bastante joven (entre 20 y 35 años), estudiantes universitarios o recién graduados, y hasta padres de familia, profesionales o no, que dejan a sus mujeres y niños en Venezuela a la espera de una remesa y un pasaje que los reúna. Para la mayoría, aclimatarse a la isla resulta bastante sencillo: se comparte el mismo idioma, el clima es similar, e incluso la idiosincrasia del criollo tiene puntos en común.

Miguel Galindo llegó hace 9 meses, tiene 31 años, es biólogo marino, buzo certificado y profesor de yudo. Por su profesión pensó que la isla podía ser el destino adecuado para buscarse un futuro. Ha trabajado como taxista, pintor e instructor de buceo. “Creo que hasta ahora todo es ganancia. Ganas experiencias, ganas nuevas amistades, ganas confianza en ti mismo, ganas fuerza y hasta ganas dinero para poder mandarle a tu familia en Venezuela”, dice Miguel, quien asegura que adaptarse es cuestión de actitud.

Vida Gaviria, comunicadora y creadora de @modomama, ya tiene cuatro años viviendo en República Dominicana y asegura que su principal provecho ha sido tiempo. “Para mi, que me he dedicado a estudiar, para mi familia que hoy tenemos más momentos para compartir con calma y para mis hijos que pueden explorar nuevas oportunidades. Perdí sentir que pertenecía y eso es una gran pérdida para el ser humano. Estoy todos los días construyendo esa pertenencia desde una nueva experiencia”.

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También empiezan a proliferar los negocios con inversionistas venezolanos, emprendedores creando franquicias y aportando novedades al mercado dominicano. “Yo al principio quería llamarlo diferente pero le puse La Arepería para que se entienda que es de cocina venezolana… y sí, las arepas gustan mucho, pero creo que el éxito ha sido el plátano, todo lo que tengo con plátano les encanta”, asegura Néstor Colina, cocinero marabino que ya tiene año y medio con su restaurante de cocina venezolana en la ciudad de Santiago de Los Caballeros.

Su clientela es, en 95%, dominicana, apunta. Pero su oferta ha tenido que ir midiendo la temperatura de esa clientela y sus costumbres. “Los dominicanos cuidan mucho su bolsillo, cuidan mucho la calidad y la cantidad, les gusta la comida copiosa y en La Arepería tratamos de adaptarnos a eso”.

También, las palabras con «tumbao» criollo comienzan a colarse en la jerga de la isla. Especialmente, porque estrellas de televisión local han migrado a las pantallas dominicanas. Es el caso de la reconocida actriz y animadora Reimarvy “La Beba” Rojas, quien actualmente labora en los programas Sábado Extraordinario y Opción de la Noche. “La receptividad fue inmediata, muchos me conocían por las telenovelas o por Bienvenidos, e incluso por mi participación en comerciales, en películas; y los que no, poco a poco me han ido conociendo y no me puedo quejar, aquí me han recibido con los brazos abiertos”.

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La periodista Elianta Quintero, durante tantos años figura de Venevisión en Caracas, desde 2016 aparece en las transmisiones de Noticias Telemicro, el canal 5. «Son muchas las personas que se me acercan en situaciones muy difíciles, que han venido buscando un sueño y se encuentra con la realidad de esos países, que también tienen sus dificultades. Nos ha tocado apoyar hasta donde nuestro alcance nos lo ha permitido. Aparte del cambio social, una de las cosas más difíciles que me ha tocado afrontar es la realidad de mi gente», confesó la comunicadora a Listín Diario, a punto de estallar en llanto, según reporta la publicación.

Allá, la maracucha Quintero, que comenzó su carrera en la primera mitad de los años 90, llevó su rostro pero también su experiencia en la producción audiovisual. «Creo que la parte de la tecnología que usamos en Venezuela aún aquí no la utilizamos en materia de software. Allá usamos programas específicos que ayudan a que todas las actividades del noticiero estén entrelazadas con otras, los coordinadores pueden ver lo que hacen los redactores, los jefes pueden estar conectados en varias partes. Eso acá no lo tiene ningún canal de televisión», comentó al medio dominicano.

Menos diálogo y más papeles

Pero el asunto del estatus legal es una deuda. Desde el Movimiento de Venezolanos en República Dominicana (Moverd), José Alberto Pérez solicitó ayuda a las autoridades locales para que otorgue a los llegados facilidades para regular su estatus migratorio. “Estamos excluidos del sistema. No podemos tener participación ni en salud, ni en educación, ni contamos con la parte laboral. Estamos invisibles”, dijo Pérez en rueda de prensa el 26 de octubre junto al coordinador la Mesa Nacional de Migraciones y Refugiados (Menamird), William Charpentier, quien pidió prestar atención a dicha solicitud. Pérez pidió al presidente dominicano, Danilo Medina -muy activo con el «diálogo» entre el gobierno de Maduro y la Mesa de la Unidad-, que tome una decisión sobre “qué va a pasar con los venezolanos” en este país caribeño.

cita2La solicitud había sido ya hecha en agosto por Raniero Cassoni, representante del grupo Diáspora Venezolana en República Dominicana, cuando enumeró las opciones que ellos recomiendan: un permiso temporal, el estatus de refugiados y la opción de ventanilla única, con la cual los venezolanos residentes de forma ilegal puedan arreglar sus papeles situación sin la necesidad de ir a su país.

En República Dominicana, los venezolanos aprovechan que el clima «se parece» al de suelo criollo. Las brisas del caribe, y la propia arquitectura de las calles de Santo Domingo, invita a quedarse. Es lo conocido, lo que se hace cercano. Y mientras algunos buscan estabilizarse y reiniciar una vida que no sea de penurias, denostan que haya quien exporte malas mañas.

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