Salud

Cómo romper la adicción de nuestros niños a videojuegos y pantallas

Educar al aire libre a través de la comprensión y no de la obediencia, sería el camino ideal para motivar a nuestros niños y jóvenes a realizar actividades no vinculadas con dispositivos electrónicos. Suena fácil y puede resultarlo si trazamos una hoja de ruta en la que se sientan integrados, escuchados y apoyados.

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Niños adictos y como ayudarlos

¿Cuánto tiempo es demasiado? Esta pregunta la hemos formulado los padres más de una vez cuando vemos a nuestros hijos frente a algún dispositivo electrónico. Conscientes somos de que estas actividades que les resultan tan divertidas como incluso adaptativas a su entorno, también se convierten en adicciones que derivan en problemas psicológicos y físicos en los niños.

Cada vez más son las alertas sobre el impacto de los dispositivos en nuestros niños y sobre su creciente uso y demanda. En promedio los niños se mantienen conectados a algún dispositivo, o varios de éstos, unas 6 horas por día, cifra que ha ido en aumento con las medidas de confinamiento por la pandemia.

La educadora venezolana María Auxiliadora Arévalo y el Dr. Simón Sambrano Perret-Gentil miembros de Iguanas Educación al Aire Libre, coinciden en señalar en que no que hay demonizar el uso de los dispositivos sino establecer acuerdos y límites de forma negociada.

Internet como herramienta

Para estos especialistas en educación es necesario tratar a los niños y jóvenes como iguales sin hacer imposiciones. No debemos olvidar claro está que siempre seremos los padres, pero recomiendan invitar a los niños a proponer un número de horas al día de uso de los dispositivos y negociar sobre esto.

Es importante tener claro que no solo existe un “lado oscuro” en en el mundo en línea, contamos también con contenidos educativos y recreativos. Los miembros de Iguanas recomiendan ver a la internet como un medio para fomentar vocaciones, encontrar talleres, cursos, actividades virtuales o presenciales que apoyen a los niños en sus intereses.

“Hay que dedicar tiempo a estar con los chamos, a veces sin hablar, solo observando. Es necesario establecer límites y utilizar controles parentales antes de que la situación se escape de las manos”, expresan los miembros de Iguanas.

Educación al aire libre

Conocidos en redes como @IguanasCamp este equipo promueve desde hace años la educación al aire libre. Tal y como explican María Auxiliadora Arévalo y Simón Sambrano, este tipo de educación permite fomentar el desarrollo socioemocional mientras se practica un estilo de vida saludable y se estimula el bienestar personal.

Explican que mientras armamos una carpa, estamos activos físicamente, trabajamos en equipo y obtenemos los beneficios de exponernos al medioambiente. Destacan como aspecto fundamental que la educación al aire libre ayuda a descubrir vocaciones al permitir que se integren diversos elementos como las artes, el deporte y las ciencias. Este es además una forma para en nuestros niños intereses no vinculados a los dispositivos.

Para estos especialistas es necesario exponer a los niños a diferentes estímulos, ver cómo responden y estar presentes para comprender si les gusta o no. También delegar en profesionales que los apoyen más allá de solamente realizar la actividad sino que ofrezcan opciones o capacitación a los padres y madres.

Estudiar y aprender

La educación al aire libre es una alternativa que puede ser utilizada de forma individual o como herramienta transcurricular para impulsar otras materias o áreas. Al aire libre se puede estudiar historia, aprender geografía, estudiar ciencias como biología o física de una manera diferente.

Por ejemplo al lanzar un cohete de propulsión a chorro (algo que no podemos hacer en un salón de clases, pero sí en una cancha o patio), podemos conocer sobre las leyes de Newton, mientras nos impresionamos por la altura, nos reímos porque se estrelló muy rápido o damos rienda suelta a nuestra creatividad al diseñar y pintar el cohete.

Más comprensión y adaptación

Promover la comprensión y no solo la obediencia es una de las recomendaciones principales que el equipo de Iguanas ofrece a los padres. Explican que esto lo alcanzamos al darle mayor relevancia a la conexión que al contenido.

“Nos interesa más lograr integración, que los niños y niñas sientan que son escuchados y que cuentan con adultos y compañeros que los apoyan, a que se alcancen los resultados o se logren los indicadores de gestión. Por ejemplo, preferimos que al escalar una niña sienta que ponerse el arnés e intentarlo es más importante que llegar hasta la cima de la pared. Este punto es clave, para entender por qué buscamos construir colaboración y empatía individual y grupal”, expresan los educadores.

Por otro lado mencionan la importancia de ir adaptando los contenidos y las experiencias a las expectativas y normas sociales. “No queremos que perciban a los videojuegos o las pantallas/dispositivos electrónicos como algo negativo, sino que comprendan que son elementos que forman parte de nuestro día a día y serán cada vez más prevalentes en la vida futura”.

El mismo mundo diferente

La educadora María Auxiliadora Arévalo destaca que los niños deben desarrollar herramientas para auto regularse y que puedan sacarle el mayor provecho a esos recursos que tienen.

“Vamos integrando metodologías educativas innovadoras como el micro y nano aprendizaje con elementos atractivos que estimulan la curiosidad y buscamos invitarlos/retarlos a ver el mundo de una manera diferente”, señala.

Menciona una de las actividades en los campamentos de Iguanas: la Cacería Fotográfica en la que usan cámaras o dispositivos electrónicos para “capturar” imágenes y mostrarnos su visión del mundo.

También desarrollan actividades donde usan TikTok, Instagram u otras aplicaciones para crear, integrando el mundo digital con el mundo “real”. Así construyen experiencias positivas que los estimulen a seguir creando conexiones con otras personas, el medio y la naturaleza.

“Los padres, madres, representantes, responsables o familiares, pueden lograr este efecto en casa al demostrar empatía, al sentarse un rato a jugar o ver los intereses que sus hijos e hijas tienen y conectar con los mismos. Si conocen el nombre del grupo de música o de la aplicación que les gusta o está de moda, van obteniendo puntos y van demostrando esa empatía que los niños quieren tener de los adultos. Es necesario sentarse intencionalmente y dedicarle un par de horas a conocer qué tipo de intereses tienen. A veces la realidad es muy diferente a nuestra interpretación”, reitera la educadora venezolana.

Niños viciados en videojuegos
Desde temprana edad los niños son entregados a las pantallas electrónicas para que se entretengan. El contacto con la naturaleza es una alternativa para ayudarlos a disfrutar mientras se educan.

Más cercanía y menos digitalización

El doctor  Simón Sambrano Perret-Gentil, Director General de Iguanas Educación al Aire, expone una serie de recomendaciones que los adultos pueden implementar en sus hogares para mantener el interés de los niños y jóvenes. La primera de ellas es ser divertidos y no tan acartonados, reírnos y soltarnos un poco.

Identificar qué cosas pueden ser emocionantes y probarlas una o dos veces al mes. No invertir en algo que no estemos seguros si le gustará, por ejemplo una bicicleta costosa y resulta que luego no les llama la atención.

Enumera entre las recomendaciones el involucrar la competencia y pequeños premios, sin que estos sean el único motivo, documentarse en YouTube o Internet de lo que otros padres o profesionales están haciendo para hacer un tema atractivo.

Sambrano expresa que no hay que imponer sino negociar, preguntar ¿si no te gusta esto, qué podemos hacer? o ¿qué te gustaría intentar?, invitar a amigos/as o familiares con regularidad a compartir. Si no tienen un grupo de amigos, inscribirles en un campamento o en clases donde pueda socializar y construir esa red personal de amistades.

Establecer horarios con juegos de mesa y otras actividades sin pantallas, leer libros y cuentos, son otras de las sugerencias.

“Lo más importante es el ejemplo, no podemos pedirles que no se conecten si nosotros como adultos estamos 24 horas conectados al cordón umbilical digital”, dijo Sambrano.

Recomendaciones para un inicio escolar seguro

Como promotores del bienestar integral de los niños desde Iguanas, comparten una serie de recomendaciones para el inicio del año escolar de los niños y jóvenes.

1) Lo primero es comprender que va a tomar tiempo y planificación.

2) Cada situación familiar es diferente. Algunas familias han perdido su forma de ingreso, otras a algunos miembros y una serie de matices en el medio. Es importante no compararse y entender que cada realidad es única.

3) No deposites a los niños en las instituciones educativas, es decir, se corresponsable del proceso y continúa estando presente cotidianamente como lo has venido haciendo durante los últimos 18 meses. Los niños se han acostumbrado a tener a sus padres cerca, por lo que va a tomar algunos días o semanas adaptarse.

4) Mantenerse  atentos a la ansiedad de separación primordialmente en la población entre los seis meses y tres años. Pero debido a la pandemia podrían verse casos en niños más grandes.

5) Consulta todas las medidas de bioseguridad que la institución está tomando y explícaselas a tus hijos o representados.

Bioseguridad

6) Explica muy bien las medidas de bioseguridad, sin inspirar miedo, pero tampoco desgano por ellas. Refuerza diariamente y preguntarles: ¿por cuánto tiempo es necesario lavarse las manos? ¿Llevas tu tapabocas de repuesto? ¿Cuándo debes aplicarte gel?.

Es necesario reforzar estas medidas en el hogar y desinfectar útiles y morrales diariamente.

7) Garantiza que tus hijos tengan los elementos necesarios para ir a estudiar, no solo sus útiles y ropa, sino sus elementos de protección personal (tapabocas, gel o alcohol, etc.)

8) Escucha a los niños. Tomar sus preocupaciones en serio y no decirles simplemente que todo va a estar bien, sino preparar un plan con ellos. Pueden dibujar un plan con los pasos de la nueva rutina que incluya la hora en la que los pasarán buscando o hacer un video juntos.

9) Pregúntales cómo se sienten al regresar y monitorea durante los primeros días los cambios de humor y actitudes.

10) Trata de adherirte a las rutinas y de no cambiar los planes establecidos (por ejemplo: evalúa bien antes de ir a buscarlos a mitad de mañana porque están inquietos, preocupados o simplemente no quieren estar en el colegio).

11) Déjales saber que está bien si un día quieren faltar pero que expliquen por qué. Recuerda que se pueden cansar muy rápido, luego de tanto tiempo en casa.

12) Es crucial ser empáticos y pacientes. Conversa y negocia de manera cariñosa pero firme.

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