En medio de los años de la pandemia, el territorio venezolano también vivió un duro golpe a su ecosistema por los constantes y enormes derrames petrolero que el Gobierno de Maduro intentó minimizar al no reportar informaciones oficiales. La Academia de Ciencias quiere colocar luz sobre estos casos y emite un informe revelador
Aunque el Gobierno de Maduro ha intentado pasarlo por debajo de la mesa, los derrames petroleros que sufrió Venezuela en los últimos dos años son alarmantes. En medio de la carrera de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por reactivar una producción que venía en picada tras largos años de desinversión, ocurrieron nueve derrames en distintos puntos del país que encendieron las alarmas de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman). Un informe lo deja claro: Las consecuencias son desastrosas para un ecosistema tan vulnerable como el venezolano.
El informe Efecto de los derrames de hidrocarburos en el ambiente Recomendaciones para su mitigación a disposición del público publicado el 17 de febrero por la Academia de Ciencias venezolana expone de forma detallada los problemas de Venezuela en torno a los derrames petroleros.
La opacidad en las cifras oficiales sobre cada uno de los derrames petroleros es la norma. Solo en dos de ellos se conoce la cantidad de barriles derramados: 26.700 barriles en uno, 22.600 barriles en otro. Extrapolando esta información a los demás derrames, en caso que la cantidad derramada en cada uno sea similar, entonces estaríamos hablando de más de 200 mil barriles de petróleo vertidos en aguas y suelo venezolano entre 2020 y 2021.
Los números son alarmantes. Un derrame petrolero de más de 20 mil barriles de petróleo es impresionante y supera incluso con creces los derrames que más escándalos mediáticos han causado en los últimos años. El derrame petrolero en Perú a inicios de 2022 causó estrago en sus costas y encendió las alarmas ambientales de toda la nación. En ese caso se derramaron cerca de 12 mil barriles de crudo (la mitad de un solo derrame en Venezuela) y se estima que se tardará 10 años en recuperar lo perdido.
Desde 2020 hasta 2021, los derrames petrolero han ido en aumento y la opacidad sobre ellos también. «El mayor número de los eventos de los derrames, ocurrió durante la cuarentena restringida, cuando instituciones como Intevep y las universidades estaban cerradas (esto se mantiene en la actualidad), por lo cual es poco probable que algunos de los estudios y análisis se hayan podido realizar».
“Solo en algunos casos se instalaron barreras y mantas oleofílicas y se realizaron labores de limpieza manual de las playas (sin uso de maquinarias) por parte del Ministerio del Ecosocialismo, PDVSA, Inparques y ONGs, empresarios y prestadores de servicios. Nótese que el plan de contingencias establecido por PDVSA en el año 1986, que promueve el uso de embarcaciones para el despliegue de barreras de contención y uso de desnatadores destinados a la recolección del hidrocarburo derramado, entre otras acciones, no se ha aplicado en una forma eficiente en los últimos 20 años”, se lee en el informe.
La desinformación alrededor de estos derrames, así como de las medidas que se tomaron es la regla. Sin embargo, la Academia de Ciencias lanza algunas luces al respecto.
El derrame ocurrió por el rearranque de la Unidad de Craqueo Catalítico (FCC) de la Refinería El Palito (REP), en el estado Carabobo. Sin embargo, la versión oficial responsabilizaba a un buque carguero que había zarpado de La Guaira.
En este accidente se derramaron 26.730 barriles y se afectó la zona de Golfo Triste, línea de costas entre Boca de Aroa y Tucacas, y Parque Nacional Morrocoy. Tuvo un impacto directo en la pesca y actividad turística.
Otra vez, el rearranque de la Unidad de Craqueo Catalítico (FCC) de la Refinería El Palito (REP), en el estado
Carabobo produjo el derrame. En esta ocasión no hubo información oficial sobre la cantidad de barriles derramados.
«Las imágenes del 10 al 12 de agosto evidencian una mancha en Golfo Triste y acumulación de lo que pudiese ser HC en la zona marina aledaña a la REP. Estas manchas comparadas con la primera (julio, 2020) eran mucho más heterogéneas y dispersas, con dirección hacia las playas de Boca de Aroa y Tucacas, sin afectar el Parque Nacional Morrocoy», señala el informe.
Se produjo por una Rotura/fisura de oleoducto en la ciudad de Cabimas, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo en el estado Zulia. La fuga de crudo se extendió por la avenida Intercomunal y la carretera K de Cabimas, a la altura del sector Las Cinco Bocas, según reportes de las comunidades afectadas.
Este derrame se produjo en plena vía pública entre el Hospital El Rosario y la sede del Colegio de Médicos de esa ciudad. Al menos 500 familias de la zona denunciaron a través de las redes sociales que el derrame no solo afectó las calles de ese sector, sino también algunas viviendas.
Fuga de petróleo en la línea uno Ulé-Amuay y en el gasoducto sublacustre del mismo corredor, tuberías Zulia-Falcón hasta el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP) a la altura del Golfete de Coro en el estado Falcón.
«Al 17 de septiembre se podía apreciar, a través de imágenes satelitales, una mancha de petróleo de al menos 8 km de extensión en el Golfete de Coro. Con afectación a las costas y a la pesca en río Seco, Arajó y Maraguay», asegura la Academia.
Este era ya el tercer derrame en esta refinería. De acuerdo a testimonios de los trabajadores el derrame se trataba de fueloil.
Este nuevo derrame afecto las playas cercanas a la la Refinería El Palito e impactó en Golfo Triste.
Desborde de una de las lagunas de separación de hidrocarburos de la Refinería de Amuay, en el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP) en el estado Falcón.
«Para el 22 de octubre ya se había extendido unos 25 km, según las imágenes satelitales».
El derrame se produjo en el lago de Maracaibo en la Costa Occidental a la altura de Bajo Grande en el estado Zulia.
«Los pescadores del municipio San Francisco calcularon que había más de 15 km de derrames afectando a las costas del lago. Según los testimonios, la parroquia El Bajo es una de las más afectadas, siendo las zonas y comunidades aledañas a la Refinería de Bajo Grande las más impactadas. El petróleo cubre completamente la arena, rocas, plantas
y al aglutinarse en la costa mata las especies de la zona»
Se produjo en el kilómetro 90 del municipio Aragua, en el estado Anzoátegui. En este caso el derrame fue de crudo tipo Merey de 16 °API que fluyó por una quebrada con dirección a la localidad de Aragua de Barcelona.
Se produjo en la Refinería de Cardón en el CRP, fisura de la base/ fondo del tanque de almacenamiento de gasolina n.° 18.
En esta ocasión fueron 3.600.000 litros derramados, lo que es aproximadamente 22.641 barriles. Este derrame afectó las costas de Punta Cardón en la Península de Paraguaná, Falcón.
Expresa el documento que los derrames tienen efectos negativos en los ecosistemas al alterar sus componentes bióticos y abióticos, su funcionamiento y detrimento de los servicios ecosistémicos que proporcionan a la sociedad. Esta contaminación causada por los derrames produce daños al ambiente y a la salud humana, con consecuencias negativas desde el punto de vista económico. El efecto puede ser de mayor impacto cuando ocurre en zonas costeras donde existe una alta actividad turística y/o pesquera, con las consabidas consecuencias en las especies marinas al incorporar contaminantes en las redes alimentarias.
“Mitigar o disminuir los derrames de hidrocarburos es competencia, en primer lugar, de la industria petrolera, en cada uno de los sistemas de trabajo dentro de la cadena de producción (exploración, producción, transporte, refinación, almacenamiento, distribución) y de la contaminación por los derivados producidos, tanto desechos industriales como domésticos, que ocurren generalmente, en magnitud y tiempo muy variables”.
Los expertos sostienen que cuando los derrames suceden en la costa, se extienden por la acción de corrientes y mareas y alcanzan, además de los manglares, a las playas arenosas, los arrecifes, las macroalgas, las praderas de fanerógamas, las planicies intermareales y los herbazales halófilos, donde el agua es vehículo de transporte de los contaminantes, producto de la meteorización de los hidrocarburos.
Tras realizar el análisis de cada uno de los aspectos que tienen que ver con los derrames de hidrocarburos, el documento expone las recomendaciones de los expertos, entre las que se encuentran:
El Ministerio Público indicó que el coronel Marino Lugo presuntamente murió por ahorcamiento mientras estaba en custodia del chavismo. Un día antes asistió a un interrogatorio por su implicación en la trama de corrupción Pdvsa-Cripto
Con la excusa de las sanciones y el bloqueo, El Aissami a través de sus hombres de confianza, Joselit Ramírez y Hugbel Roa, asignaba directamente buques de crudo, para luego movilizar lo obtenido por su comercialización sin dejar rastro
La Casa Blanca envía un ultimátum y dice que gobierno de Maduro tiene hasta abril para dar señales positivas, pero de una vez devuelve sanciones al oro de Minerven. Mientras, chavismo insiste en que no tolera injerencias y María Corina y sus aliados de la Plataforma Unitaria ratifican que ella es la candidata única opositora escogida por los votantes en la Primaria.
