Venezuela

En una bolsa y en urna sellada llegó el cuerpo de Lisbeth Ramírez a Táchira

Luego de más de seis horas de espera en el cementerio jardín metropolitano El Mirador en San Cristóbal, se le informó a la familia que el cadáver de Lisbeth Ramírez, asesinada en la acción contra Óscar Pérez, el lunes 15 en El Junquito, será llevado al camposanto ubicado en la autopista San Cristobal-La Fria, sector Caneyes.

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LIsbeth Ramírez en el féretro
Foto: Rosalinda Hernández

A las 8:00 de la noche una caravana con mas de 60 vehículos partió desde el jardín metropolitano hacia Caneyes, donde será sepultada Ramírez.

El cuerpo llegó en una bolsa gris dentro de una urna sellada. Solo tenía descubierto un ojo y la frente, donde se podía apreciar una herida. Los presentes entonaron el himno nacional al momento en que se disponían ya a las 9:00 de la noche a enterrar el cadáver.

Con corneteos y luces intermitentes, los tachirenses se dispusieron a acompañar a familiares de Ramírez Mantilla hasta el lugar donde se reencontrarían por ultima vez con la hija menor de la familia.

Incertidumbre, desespero e indignación han marcado la entrega del cuerpo de Lisbeth Andreína. Entre llamadas telefónicas y anuncios sin confirmación a las 6:00 de la tarde se dio a conocer que la sepultura se llevaría a cabo el cementerio alterno de la capital tachirense.

Entre los presentes se comentaba con indignación las circunstancias que han envuelto el traslado de la tachirense, desde la morgue de Bello Monte, en Caracas, a su última morada.

«No les basta con lo que le hicieron. La crueldad continúa. Ni siquiera después de muerta la dejan descansar en paz», dijo José Roa, en el cementerio.

Un avión militar trasladó el cuerpo de Lisbeth Ramírez junto a los de los hermanos Lugo Ramos y Daniel Soto, quienes fueron llevado al Zulia, donde fueron inhumanos y luego siguió rumbo a Táchira.

Más temprano, los familiares de Lisbeth Ramírez pedían ayuda desde el cementerio metropolitano para difundir «la intención del gobierno de enterrar a mi hermana sin que nosotros la podemos ver”, dijo a El Estímulo, desconsolada y con voz entrecortada, Shirley Ramírez, hermana de la joven asesinada.

De acuerdo con lo informado por su familiar, sería sepultada sin ningún rito religioso. “Ni siquiera nos van a dejar verla por última vez. Al menos abrazar la urna donde la traen. Nosotros somos cristianos y tenemos a un pastor que ha preparado una celebración para nuestra hermana, cómo es posible que no lo permitan”, dijo bastante afectada.

Ramírez era la pareja de Jairo Lugo, uno de los integrantes del grupo Equilibrio GV33 de Óscar Pérez, que respaldaron a Pérez tras rebelarse contra el gobierno el pasado 27 de junio al lanzar granadas sonoras al Tribunal Supremo de Justicia y disparar a la sede del Ministerio Público.

Ramírez acompañaba a Lugo al momento del operativo policial donde murieron siete personas, mientras otras cinco fueron detenidas, según ha informado el gobierno.

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