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Detuvieron a la madre del bebé asesinado en Trinidad mientras lo sepultaban

Mientras Yermi Santoyo, padre del bebé asesinado en Trinidad, estaba sepultando el cadáver de su hijo, su pareja lo llamó para informar que le habían dado el alta y que la policía se la estaba llevando detenida. Todavía no se sabe si se trata de un procedimiento para investigarla o dejarla en la cárcel

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Durante la mañana de este viernes 18 de febrero se realizó el funeral de Yaelvis Santoyo Sarabia, el bebé de nueves meses que asesinó la Guardia Costera de Trinidad y Tobago el pasado 6 de febrero.

El velorio se hizo en la Iglesia del Nazareno de Arima, y al servicio asistió su padre, Yermi Santoyo, quien esperaba a su familia en ese país antes de que ocurriera la tragedia.

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Darielvis Sarabia y su bebé

El padre del niño estuvo acompañado de familiares, conocidos y periodistas locales. Los vídeos que se han compartido por redes sociales muestran un pequeño ataúd blanco rodeado de personas desconsoladas. De acuerdo con el diario Trinidad and Tobago Express, la misa se hizo en inglés y al terminar, trasladaron su cuerpo para sepultarlo en un cementerio local.

Mientras todo esto ocurría, la madre de niño, Darielvis Sarabia, se encontraba en el hospital. No obstante, horas más tarde su pareja informó que la dieron de alta y la policía de Trinidad y Tobago la detuvo.

«Mi esposa me llama al mismo momento en que estoy enterrando a mi hijo (para decirme) que la dan de alta. Entonces, fue detenida por la policía de acá. Aún no nos dan razón si es que la están investigando o la tienen presa. Para mí todo eso fue cuadrado porque estoy en el funeral de mi hijo, apenas lo voy a enterrar y me llama. Eso me tiene muy preocupado», dijo Yermi en un vídeo.

Las autoridades de Trinidad y Tobago no han dicho nada al respecto todavía.

La versión trinitaria

La Guardia Costera trinitense explicó que abrió fuego contra la embarcación en la que viajaban en un intento de detener a los migrantes y en “defensa propia”, alegando que habían intentado “embestirlos”.

Este hecho despertó numerosas críticas tanto de organizaciones humanitarias como del exilio venezolano, pero también dentro de Trinidad y Tobago, donde la líder de la oposición Kamla Persad-Bissessar reprendió a la Guardia Costera y calificó lo sucedido de asesinato.

Ante la controversia despertada, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, respondió ayer que la muerte del bebé fue “un accidente”, al tiempo que defendió el trabajo de los guardacostas.

La Policía y la Guardia Costera de Trinidad y Tobago han puesto en marcha dos investigaciones paralelas para aclarar las circunstancias de la muerte.

La ruta migratoria hacia las diferentes islas del Caribe, la menos utilizada por los 6 millones de venezolanos que han salido del país según la ONU como consecuencia de la crisis, saltó a la palestra tras el naufragio hace un año de una embarcación en la que viajaban 41 venezolanos hacia Trinidad y Tobago.

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