Salud

Diego Peralta: la historia de un niño que murió ante una enfermedad terminal

Cuando conocí a Diego los médicos del JM de los Ríos ya no le daban esperanza de vida. Su insuficiencia renal era muy grave. A pesar de eso, todos los días pedía a su madre que le diera una "colita" para entretenerse. Ella quería lograr que cada día fuera más tranquilo para él. Hoy finalmente sucedió lo que todos esperaban. Diego cerró sus ojos por última vez

Diego Peralta
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A Diego Peralta lo conocí durante mi seguimiento al proceso de salud del niño Daykeiner «Papucho» Da Costa en el JM de Los Ríos. Nuestra presentación fue de esos encuentros comunes: una mamá le dice a otra que soy periodista como sabiendo que, justo al lado, hay otra historia igual de emotiva y fuerte que la de ella.

El nombre de esa otra madre es Andribehtt Moreno, quien por años se dedicó a cuidar a su hijo, Diego, hasta este sábado.

La historia de Diego fue la de muchos niños más en estado terminal. Una madre abnegada, muchas ganas de vivir, y el reloj en contra.

Cuando lo conocí, Diego hablaba y le pedía a su mama que lo pasara de la cama a la silla de ruedas. La ayudé a cargarlo y noté que era un niño muy frágil. Sin embargo, tenía el ánimo intacto, al menos espiritual y eso lo demostró con su solicitud: pidió que lo llevaran a «darse colita» por el piso cuatro del centro de salud.

El padecimiento

Diego sufría de insuficiencia renal crónica. La primera vez que lo vi no estaba tan delgado. Se veía más grande, pero ese día me enteré de que la causa de su deterioro físico era una retención de líquido severa porque sus riñones ya no funcionan y había pasado a la etapa final.

Por lo que cuenta su madre, su diagnóstico previo era menos complicado: síndrome nefrítico. Su etapa como paciente renal comenzó a los cinco años de edad y se complicó porque en Guárico, su estado natal, no pudo tener la atención médica correcta.

Esa situación los llevó hace un año a tomar el camino a la capital con la idea de conseguir apoyo del hospital infantil. En el JM de los Ríos, Diego ya tiene un año en observación y tratamiento constante. No obstante, el proceso no fue sido fácil.

La maternidad y el cuidado

Durante el avance de la enfermedad, el padre de Diego los dejó solos. Al ser madre cuidadora, Andribehtt no trabaja y el apoyo que recibía venía de la abuela paterna del niño, Carmen Villanueva.

La abuela es comerciante informal y de eso depende el alimento, las medicinas y cualquier otro gasto del niño. A ello hay que sumar que Diego tiene un hermanito de cinco años de edad en Guárico bajo el cuidado de su abuela materna.

Despedirse de la vida normal

Diego estudió hasta segundo grado de primaria porque su salud no le permitió moverse bien. Su día a día era pasar de la cama de hospital a la silla de ruedas. Ese medio de transporte no es para niños, sino para adultos. Por eso, a la vista, es obvio que no se siente cómodo.

Hasta ahora, Diego recibió ayuda de varias agrupaciones y fundaciones, algunas de ellas son Pasito a pasito, Denzen «El Guerrero» y Santi y sus amigos, pero no era suficiente.

Él necesitaba potenciar su nutrición. Las proteínas de las comidas que ingería, su cuerpo no las absorbía y eso lo llevó a padecer un grado de desnutrición importante. Además también requería varios medicamentos para mantenerse estable.

Un veredicto

La fe de Andribehtt no disminuía, pero los médicos siempre fueron sinceros con ella: Diego no tenía posibilidades de recuperarse. Solo quedaba esperar. Y la espera terminó.

Ella apostaba por darle algo de calidad de vida. Es por esa razón que sus rutinas en el hospital eran sagradas: los tres días que iba a la diálisis ella lo subía a la silla de ruedas para darle sus «colitas».

¿Cómo ayudar?

Aunque Diego murió, los gastos fúnebres y traslados siguen siendo costosos. Andribehtt puede recibir cualquier donativo a su cuenta bancaria. Estos son los datos:

  • Entidad bancaria: Banco de Venezuela.
  • Número telefónico: 0412-423-02-56.
  • Cédula de identidad: 21.293.839.

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