Economía

El extraño caso de la deuda externa venezolana

A partir de 2015, el trabajo para los investigadores del área económica en Venezuela se ha vuelto una labor detectivesca que hasta para afamados personajes de ficción como Sherlock Holmes habría resultado un caso tremendamente difícil de desenmarañar. Al observar la página web del Fondo Monetario Internacional, el porcentaje de deuda externa frente al PIB del país sube del 39 % al 159 % del 2017 al 2018.

Publicidad
Texto: Rosana Sosa y Boris Ackerman Foto: Archivo El Estímulo

Según la misma fuente, en términos de dólares corrientes el PIB del país baja en el mismo periodo de 210 Mil millones de dólares a 96 Mil millones de dólares. Por simple deducción, la deuda externa habría entonces subido de 82 Mil millones de dólares a 153 Mil millones. Sin embargo, resulta por demás poco verosímil que alguien en su sano juicio haya prestado más de 70 mil millones de dólares a un país con las deplorables cifras y el pésimo comportamiento que ha tenido Venezuela en el cumplimiento de sus obligaciones externas.

¿Qué podría haber ocurrido?

La hipótesis es muy sencilla, posiblemente alguien está manipulando las cifras y por algún interés necesite o quiera que la deuda externa venezolana se observe mayor de lo que es. Por un lado, los organismos oficiales venezolanos tales como el BCV han dejado de publicar mucha data macroeconómica y a los expertos no les queda más que utilizar en sus análisis información provista por citas al voleo de fuentes apócrifas tales como Torino Capital o su brazo analítico Torino Economics. El historial de la citada firma de inversión y análisis económico es por demás cuestionable, hasta hace relativamente poco tiempo, Torino ignoraba la posibilidad de incumplimiento de obligaciones por parte de Venezuela, luego su principal vocero fue el individuo designado como opinador económico de la sospechosa candidatura de Henri Falcón, vista por algunos como un intento de darle legitimidad al régimen madurista.

Sin embargo, a partir de tiempos recientes resulta que las cifras de deuda externa que reflejan los medios, son las que provee Torino, con esa situación las asimetrías en la información cobran nuevas dimensiones, no es que alguien posea información que otros no tienen, es que ese alguien es quien crea la información y la hace pública, no se sabe en beneficio de quien o de quiénes.

¿Qué información presenta Torino Economics?

Torino sin duda alguna le ha dado nuevas dimensiones a los niveles de endeudamiento que posee el país y posiblemente las instituciones internacionales, a falta de información del BCV, tomen su información por cierta. La firma ubica las obligaciones externas del sector público venezolano en casi 156 Mil millones de dólares, repartidas grosso modo según el siguiente cuadro:

Bonos

Soberanos 24.600
PDVSA 28.381
Pasivos operaciones de PDVSA
PDVSA proveedores

Estados Unidos

3.100
PDVSA otros compromisos 25.400
Multilaterales
BID 1.952
CAF 3.300
Países
China 13.539
Rusia 3.000
Brasil (Estado) 380
Brasil (Bancos Comerciales) 408
Préstamos comerciales
PDVSA 14.300
BCV 1.700
 Otras entidades estatales 5.500
 Otras obligaciones estatales
 Arbitrajes Ciadi 12.300
 Atrasos, cuentas por pagar y otros pasivos  16.637
Total   155.897

La interrogante es entonces si estos valores deben ser un punto de partida para una posible reestructuración de la deuda externa de Venezuela y la respuesta, si es que se quiere defender a la nación, es un rotundo NO.

El trabajo de un equipo renegociador en el caso de una transición, es el de fundamentar sus estrategias en los siguientes mecanismos de actuación:

  • Cruce de información de deudas o acreencias con el estado o con cualquier entidad relacionada, asumida tanto en divisas como en moneda local al tipo de cambio oficial de la fecha en que se contrajo (posibles beneficios cambiarios o triangulación de pagos, falsas acreencias, back to backs y/o fraudes al estado). Esta sería una depuración de activos y pasivos de todo el sistema. Si el estado debe algo, es imprescindible chequear que esa persona no le deba o haya debido cantidades similares al estado aun cuando esas cantidades se hayan diluido con la pérdida del valor del bolívar. Este debe ser el paso preliminar en cualquier evaluación de la deuda externa del país.
  • Reconocimiento sujeto a verificación de procedencia de los recursos a lo largo de toda la cadena de tenencia de bonos de la deuda externa o de otras acreencias. Sería inmoral hacer frente al pago de cualquier acreencia externa si esta ha estado en manos de legitimadores de fondos, sería contribuir con el blanqueo de capitales.
  • Renegociación o aceptación de la deuda comercial con base en investigación de la comprobación de los productos y/o servicios recibidos por el país a cambio de esa deuda. Si se va a hacer frente a alguna obligación, esta tiene que ser real, por lo tanto el país debió recibir productos o servicios a cambio del dinero que debe.
  • Quites (haircuts) en función de los futuros rendimientos y la significativa mejora del riesgo país a raíz de la transición
  • Cambio de deuda por inversión en sectores prioritarios.

Una actitud transparente y clara por parte de un equipo negociador profesional, y de calidad, ajeno a intenciones crematísticas. Con mucha probabilidad bajará los montos descritos en al menos un 60 %, permitiendo la viabilidad futura de una transición, que con una deuda de esas dimensiones, terminaría con un lastre muy difícil de llevar que haría muy precaria o insostenible la situación fiscal del país en el corto y mediano plazo.

La condición fiscal del país es el pilar fundamental para el crecimiento y la estabilidad futura del país, de ignorarse, el futuro de los venezolanos estará en juego y se abrirán las puertas a los mismos actores que destruyeron la economía del país. De ahí que se hace un llamado a quienes participan en los cabildos abiertos a hacer mención a éste importantísimo asunto.

Publicidad
Publicidad