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El Tren de Aragua "gobierna" en la frontera con Colombia y más allá

Con las migraciones forzadas, La Parada pasó a ser el refugio de cientos de venezolanos que no pueden continuar viaje al centro de Colombia o a terceros países. Se intensificó el comercio informal y el cierre de la frontera abrió oportunidades para la banda criminal que hoy controla los pasos ilegales y extorsiona a los migrantes y comerciantes en territorio colombiano

Colombia reconoce títulos venezolanos
Rosalinda Hernández / Jhony Prada
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La Parada es un corregimiento colombiano del municipio Villa del Rosario, fronterizo con el estado Táchira. La pequeña localidad históricamente se ha caracterizado por ser una zona comercial donde la población venezolana siempre acudió a hacer compra: está a pocos metros del puente internacional Simón Bolívar, principal vía terrestre que une a Venezuela y Colombia, y que actualmente se encuentra cerrada al paso peatonal (algunas excepciones) y vehicular por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

Con la llegada de la pandemia, el cierre de las vías formales entre un país y otro obligó al uso de pasos irregulares. Y como una cosa irregular lleva a la otra, la situación de la seguridad en la frontera se agravó y una de las zonas más afectadas es La Parada, dijo a El Estímulo Fabricio Avellaneda, habitante del sector.

Para Avellaneda la inseguridad “es la peor pesadilla” con la que se vive a diario en el corregimiento fronterizo con Venezuela. Asegura que si bien es cierto que las migraciones iniciaron desde el 2016, nunca antes se había vivido con tanto miedo y terror en la zona como ahora. Porque no se trata solo del efecto de la migración. Hay algo más.

“Es una realidad la presencia de los integrantes del Tren de Aragua aquí en La Parada. Han llegado mezclados con la migración de venezolanos que cruza la frontera a diario”, dijo Avellaneda sin titubeos.

Control de trochas

Las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), de Norte de Santander señalaron el pasado mes de julio que la banda Tren de Aragua está enquistada en el sector La Parada del área metropolitana de Cúcuta, y que sus miembros serían los responsables de la gran mayoría de los homicidios registrados en la zona, de acuerdo al medio La Opinión.

Las autoridades de Norte de Santander aseguran que la organización criminal lleva más de tres años delinquiendo, además de enfrentarse con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el control territorial de los pasos ilegales que comunican a ambas naciones: “se ha encargado de asesinar, extorsionar, desaparecer y hasta manejar el negocio del microtráfico”.

La Dirección de Inteligencia Policial e Interpol, Dijín, registra actividad de la organización venezolana -que surgió desde las entrañas del penal de Tocorón y se fortaleció con apoyo gubernamental- en Bogotá, Santander y Atlántico. Y más allá: en Perú y Ecuador.

“Controlan algunos pasos ilegales y extorsionan a cada pasajero que llega cargado con maletas o mercado para dejarlos ingresar a Venezuela o salir de allá. A todo le ponen un precio”, dijo a El Estímulo Alirio Santaella, comerciante de La Parada.

Los comerciantes formales de La Parada denuncian que viven “a merced de esa banda que se hace llamar El Tren de Aragua”. Los describen como hombres muy jóvenes y que nunca están solos, se desplazan en grupos de entre 12 a 15 personas: “Cuando ven a un pasajero que se acerca al paso irregular, lo abordan como aves de rapiña y lo obligan a pagar para permitir el paso entre un país y otro. Quien no paga se atiene a las consecuencias”.

Tren de Aragua

«En medio del ajetreo que se vive en el corregimiento fronterizo, el Tren de Aragua se ha logrado filtrar entre los que llegan y salen a diario por pasos irregulares y en la zona comercial donde abundan los buhoneros, carretilleros, maleteros y trocheros (encargados del paso de mercancías entre un lado y otro de la frontera)», detalló el diario La Opinión.

La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) le ha propinado varios golpes a la banda, pero siempre vuelve. La consideran como una de las organizaciones criminales más sanguinarias que hayan enfrentado las autoridades de esta zona de Colombia en los últimos 10 años. Según los investigadores, para pertenecer al grupo como requisito indispensable se debe ser venezolano.

Durante abril de 2019 los integrantes de El Tren de Aragua, lograron posicionarse y reforzar su estructura en la frontera entre Táchira y Norte de Santander, luego de disputas por territorio entre los conocidos “botas de caucho” (guerrilleros) y los grupos colectivos, afectos al gobierno de Maduro. El grupo criminal terminó quedándose con el negocio de este lado de la frontera.

Un pueblo del oeste

En las calles de tierra de La Parada los comerciantes informales, en su mayoría inmigrantes, se dedican a la venta al detal de agua, refrescos, café, dulces u otro producto. Y la banda organizada les exige un pago para dejarlos ocupar un espacio dentro de la zona comercial, dijo Alirio Santaella.

“¿Cómo es posible que un grupo delincuencial de otro país venga y haga de las suyas? ¿Dónde están las autoridades colombianas y los organismos de control? Aquí se siente zozobra, una tensión muy fea porque están ejerciendo psicoterror en nuestra comunidad”.

Las noches son caóticas cuando se presentan los enfrentamientos entre estos grupos criminales que hacen vida en el corregimiento de La Parada, así lo describen sus habitantes. El silencio nocturno se rompe con las ráfagas de disparos, la poca gente que permanece fuera de sus casas corre a ocultarse por temor a una bala perdida.

Tren de Aragua

“Es muy duro lo que se vive en medio de los enfrentamientos. La gente ni duerme en las noches. Las ráfagas de tiros siempre vienen de las trochas. Son noches eternas, de pánico y al otro día uno espera que se diga el número de muertos. Es una situación que uno no la desea a nadie porque es como vivir en un pueblo del Oeste”, cuenta Avellaneda.

Los niños y niñas venezolanas habitantes de la localidad son quienes se llevan de la peor parte, según Avellaneda. Algunos han llegado solos, sin familia ni adultos que los acompañen y viven en cambuches o ranchos y se ven deambulando por las calles de La Parada buscando un sustento para sobrevivir.

“Cuando he salido tarde de mi negocio he visto grupos completos de niños y niñas en lugares específicos de La Parada. Se dice que algunos de ellos son incitados por esta banda criminal llamada el Tren de Aragua a la prostitución y a las drogas”.

El cierre de la frontera no ha detenido la llegada de migrantes venezolanos. Y tampoco de la delincuencia organizada. Cuando el paso era legal por los puentes internacionales había un mayor control por parte de las autoridades, ahora con el paso ilegal todo se ve afectado. Los venezolanos han seguido llegando, pero ahora no continúan el camino, muchos de ellos se quedan en La Parada tratando de conseguir dinero para continuar el viaje o atrapados en las filas de las bandas criminales.

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